Desde la vuelta de Fernando VII, muchos militares que lucharon contra los franceses se opusieron a la restauración del Antiguo Régimen y algunos de ellos conspiraron por el restablecimiento de las leyes de Cádiz con la ayuda de las sociedades patrióticas o la mesonería.
Se dieron numerosos pronunciamientos; intentonas golpistas encaminadas a liquidar el absolutismo de Fernando VII y a poner en vigor las Cortes de Cádiz. El comandante Riego en 1820, dirigíó una sublevación en Sevilla. Su sublevación contaba con la neutralidad de los campesinos, la pasividad del ejército y la adhesión con otras ciudades; por lo que Fernando VII fue forzado a jurar la Constitución dando paso a tres años de gobierno liberal (1820 – 1823), comienza así el Trienio liberal. Los liberales iniciaron una obra legislativa; restauraron parte de las reformas de Cádiz, como la abolición de los gremios y la supresión de los señoríos jurisdiccionales y mayorazgos. Impulsaron la liberación de la industria y el comercio.
La acción de la Santa Alianza, a petición de Fernando VII, encargó a Francia la intervención en España. En 1823, 100.000 soldados (Cien Mil Hijos de San Luis), repusieron a Fernando VII como monarca absoluto.
Fernando VII intentó paralizar todas las leyes que pudo y conspiró contra el gobierno para recuperar su poder mediante los absolutistas.
Sin embargo, las nuevas medidas liberales del Trienio provocaron el descontento de los campesinos.
La nobleza y la Iglesia impulsaron la revuelta contra los gobernantes del Trienio. En 1822 los partidos absolutistas consiguieron dominar amplias zonas del territorio.
Estas tensiones producen la división de los liberales en moderados, partidarios de reformas limitadas que no perjudicasen a la nobleza y a la burguésía, y los exaltados, que planteaban la necesidad de reformas radicales, favorables a las clases medias y populares.
España se encontraba en una situación calamitosa después de la guerra de la Independencia. La Hacienda Pública estaba en bancarrota, la lucha por la independencia de América estaba mermando los ingresos del Estado y Fernando VII decide buscar ayuda en los liberales. Su plan falló ya que los liberales y los afrancesados estaban encarcelados, muertos o exiliados.
Los pronunciamientos eran realizados por sectores de la población urbana, que ponían sus esperanzas en la vuelta del liberalismo como una vía de modernización del país.
En el momento en que muere este (1833), debe reinar su hija, Isabel, pero por la Ley Sálica, creada por Felipe V no lo permite, por lo que hasta su mayoría de edad, reinará la regente Mª Cristina.
MANIFIESTO DE LOS PERSAS: Constitución de Cádiz:
ley fundamental elaborada en Cádiz y promulgada en 1812 que reconoce la división de poderes y la soberanía nacional.
Monarquía absoluta:
fue el sistema político mayoritario durante el Antiguo Régimen. Consideraba que el poder del rey provenía de Dios, justificando así la concentración en el monarca de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
Cortes:
se refiere, a las Cortes medievales, eran una institución representativo de los tres estamentos. Se ocupaban de la sucesión a la corona, de la toma de juramento al nuevo monarca y de la aprobación de impuesto.Es un texto histórico de carácter político, elaborado por los diputados conservadores de las cortes ordinarias para Fernando VII, con fecha el 12 de Abril de 1814. El texto refleja los principios ideológicos de la reacción absolutista, reclamándose la vuelta al sistema del Antiguo Régimen y a la situación de partida de 1808, siento todo el documento muy crítico con los cambios acaecidos durante la ausencia del rey. Presenta tres ideas fundamentales. En la primera se comparan los seis años de invasión francesa; en la segunda es una alabanza de la monarquía absoluta como institución; y la tercera representa las propuestas de los diputados absolutistas (la supresión de la Constitución de Cádiz y la formación de nuevas cortes).
Contexto
Fernando VII recuperó el trono español, tras la firma del tratado de Valençay con Napoleón Bonaparte. A principios de 1814, volvíó a España entrando en contacto con generales absolutistas como Elio y recibiendo el apoyo de un grupo de diputados absolutistas que presentaron ante él el llamado Manifiesto de los Persas, en el cual se defendía la monarquía absoluta y se pedía la disolución de las Cortes de Cádiz. Fernando VII sabía que el sector liberal estaba debilitado y traiciónó sus promesas de continuación con la Constitución de 1812 y mediante el Real Decreto del 4 de Mayo de 1814, quedó anulada la Constitución y las leyes creadas por las Cortes. Se restauró la Inquisición y el régimen señorial. Comenzó así una durísima represión contra los liberales y afrancesados que tuvieron que exiliarse. Es el primer exilio político masivo de la historia contemporánea.