La Anarquía del Año XX: El Fracaso del Proyecto Centralista y el Auge de los Caudillos

Antecedentes

Antes de 1820, Argentina carecía de un gobierno central estable. Se sucedieron la Junta, la Junta Grande, el Primer y Segundo Triunvirato, y finalmente el Directorio. En 1819, se intentó establecer una constitución centralista, pero esto desencadenó una guerra civil entre el gobierno central y los antigüistas, quienes defendían la autonomía de las provincias.

La Batalla de Cepeda y el Tratado del Pilar

Este enfrentamiento entre antigüistas y el Directorio culminó en la Batalla de Cepeda (1820), donde los antigüistas, liderados por Francisco Ramírez (Entre Ríos) y Estanislao López (Santa Fe), resultaron victoriosos, provocando la caída del Directorio. Tras la batalla, se firmó el Tratado del Pilar, que puso fin al conflicto y estableció que, si bien las provincias se reconocían como un mismo país, cada una conservaría su independencia. Se acordó que el futuro gobierno sería federal y reconocería la autonomía provincial. Mientras tanto, las provincias se mantenían como estados independientes entre sí, un período conocido como la «Independencia sin país».

El Gobierno de Martín Rodríguez en Buenos Aires

Tras la caída del Directorio, cada provincia se gobernaba a sí misma. En Buenos Aires, surgió el primer gobernador, Martín Rodríguez, quien se había destacado por sus acciones militares en la frontera sur. Junto a él, llegó Juan Manuel de Rosas, un terrateniente y ganadero que, con su ejército, defendía a Rodríguez. El gobierno de Martín Rodríguez fue innovador, ya que fue el primer gobernador en enfocarse en la administración y en revisar las leyes existentes, anulando las contradictorias y creando nuevas. Rodríguez contrató como ministro a Bernardino Rivadavia.

Medidas del Gobierno de Rodríguez (1820-1824)

El gobierno de Rodríguez se propuso ordenar la economía, implementando medidas para reducir gastos y aumentar ingresos:

  • Impuso un presupuesto, un plan que detallaba los gastos del Estado.
  • Promulgó las leyes de retiros y premios militares para que los oficiales se retiraran o jubilaran.
  • Redujo la cantidad de funcionarios públicos.
  • Permitió contraer créditos extranjeros. El primero fue con Baring Brothers, un banco británico. Rivadavia solicitó un préstamo para financiar las reformas, pero recibió mucho menos de lo solicitado. Este préstamo se utilizó para la guerra con Brasil, generando una deuda que se pagó a principios del siglo XX.
  • Aumentó los esfuerzos para combatir el contrabando.
  • Fomentó la exportación de productos derivados del ganado.
  • Ofreció tierras al sur por enfiteusis (alquiler a largo plazo), permitiendo que sectores urbanos invirtieran en el sector rural y aumentaran los ingresos del Estado. La ley fracasó porque pocos se interesaron en ser granjeros, y las tierras terminaron en manos de grandes propietarios.
  • Fundó el Banco de Buenos Aires, que tenía la función de acuñar moneda provincial respaldada en oro.
  • Fundó la Universidad de Buenos Aires.
  • Suprimió conventos, confiscó los bienes de la Iglesia y abolió la percepción del diezmo.
  • Suprimió los cabildos de Buenos Aires y Luján, y reorganizó el poder judicial y policial de Buenos Aires.
  • Implementó las Leyes de Vagos, que prohibían cazar ganado cimarrón (sin dueño) y obligaban a los sectores rurales no propietarios a demostrar que trabajaban para un propietario mediante una libreta de trabajo. Quienes no la presentaran eran acusados de vagos y puestos a disposición de los propietarios como mano de obra.

La Presidencia de Rivadavia y la Constitución Unitaria

En 1826, los diputados de las provincias se reunieron en el Congreso y eligieron a Bernardino Rivadavia como el primer presidente argentino. Sin embargo, no se había redactado una constitución, de la cual dependía la futura organización del país.

En 1826, Rivadavia presentó un proyecto de Constitución Unitaria, que centralizaba el poder en el gobierno nacional y no reconocía la autonomía provincial. El Estado elegiría a los gobernadores, sus presupuestos y asignaría a sus jueces, decidiendo cómo se utilizarían los recursos económicos sin consultar a las provincias. Las provincias rechazaron este proyecto, ya que veían en él una forma de gobierno similar a la monarquía, donde el gobierno central se preocuparía solo por las necesidades de Buenos Aires, ignorando los intereses de las provincias. A esto se sumó la guerra con Brasil, que provocó el bloqueo del Río de la Plata, la escasez de productos importados y la acumulación de cueros en el puerto sin poder ser vendidos. Estos hechos provocaron la caída de Rivadavia sin haber elegido un sucesor. La organización del país había fracasado nuevamente. Cada provincia reasumió su soberanía absoluta, y en Buenos Aires fue elegido Manuel Dorrego como gobernador, marcando el surgimiento de dos bandos: federales y unitarios.

Las Inversiones Británicas y la Autonomía Provincial

Antes de finalizar su gobierno, Rodríguez, a través de Rivadavia, había gestionado la inversión británica para explotar las minas de oro y plata en las provincias. Rivadavia formaba parte de dicha empresa y recibía ingresos por ello. El problema era que muchas minas ya estaban siendo explotadas por empresas anteriores, como en La Rioja, y había que reemplazarlas por las nuevas. Esto significaba que el gobierno central violaba la autonomía provincial, tomando decisiones sobre las inversiones y obteniendo las ganancias. Este fue otro motivo por el cual las provincias se oponían a la constitución unitaria.

El Auge de los Caudillos

Un caudillo era un terrateniente o militar que se había destacado en la defensa de las fronteras, en luchas indígenas o en las guerras de independencia. En algunos casos, eran líderes que solo lucharon contra Buenos Aires. Eran miembros de familias ricas, propietarios, apoyados por los sectores populares, y eran vistos como protectores y garantes de su seguridad. Solían organizar sus propios ejércitos (privados) o montoneras, que tuvieron una destacada participación en las guerras civiles. Eran líderes carismáticos con gran influencia en sus regiones.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *