La Autocracia
En la segunda mitad del siglo XIX, Rusia era un enorme imperio gobernado de forma autocrática por los zares de la dinastía de los Romanov. El imperio ruso mostraba un gran atraso político y económico, siendo considerado el último bastión del absolutismo. El zar ejercía un poder absoluto con el apoyo de la Iglesia Ortodoxa, el ejército, una burocracia centralizada y una policía política. No existían partidos políticos legales ni elecciones en un régimen en el que la mayoría del proletariado y el campesinado seguían pasando hambre y eran analfabetos.
El Intento Modernizador de Alejandro II
La sociedad rusa era predominantemente rural. El zar Alejandro II, aconsejado por sus ministros más ilustrados, decidió impulsar una serie de reformas. Se crearon los zemstvos, consejos locales donde nobles, ciudadanos y campesinos adoptaban comunitariamente medidas para las actividades municipales. Se desarrollaron importantes iniciativas en la construcción de carreteras, sanidad y enseñanza. Muchos miembros de la oposición al zarismo ejercieron como médicos o profesores en estas instituciones. La reforma agraria, con la abolición de la servidumbre, fue la más importante.
Razones del Fracaso de la Reforma Agraria
- La tierra se distribuyó entre la nobleza y el campesinado, que recibió una extensión inferior a la que antes cultivaba.
- No era gratuita y los campesinos tuvieron que comprar la tierra de peor calidad a sus antiguos señores, debiendo amortizarlo en un plazo de 49 años.
- El campesinado obtenía la libertad personal pero era responsable del pago de la redención y de los impuestos al estado.
- El rápido crecimiento de la población aumentó el problema de la subsistencia y el descontento del campesinado, ya que la reforma agraria no incrementó la productividad ni el poder de compra.
Las Ideas Revolucionarias a Finales del siglo XIX
Existía una oposición al zarismo en el seno de una minoritaria clase intelectual. Dos grandes corrientes se perfilaban: la occidentalista, que buscaba imitar los logros del liberalismo occidental, y la eslavófila, que rechazaba los modelos occidentales y ensalzaba las virtudes del campesinado ruso. También surgieron movimientos como el nihilismo y el populismo, que reconocían en el campesinado ruso la fuerza revolucionaria por excelencia.
Los Partidos de Oposición al Zarismo
Aparecieron nuevos partidos de inspiración occidentalista, como el Partido Socialista Revolucionario liderado por Kerenski y el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso liderado por Lenin. En el congreso clandestino se fundó el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, con dos tendencias enfrentadas: los mencheviques y los bolcheviques, liderados por Lenin.
La Revolución Bolchevique de Octubre
Kerenski formó el último gobierno provisional en septiembre, pero la crisis estaba madura y Lenin regresó a Petrogrado. El 25 de octubre, tropas bolcheviques tomaron los puntos estratégicos de la ciudad y asaltaron el Palacio de Invierno. Lenin anunció los primeros decretos del nuevo régimen y se consumó el golpe de estado bolchevique, convirtiendo a Rusia en la primera nación con comunistas en el gobierno.
La Revolución de 1905
A principios del siglo XX, Rusia enfrentaba un triple malestar social y político. La derrota ante Japón en la guerra y la autocracia zarista desataron un gran movimiento de protesta. La masacre del Domingo Sangriento y la sublevación de la marinería fueron hitos importantes en el camino hacia la revolución.
La Revolución de Febrero de 1917: El Doble Poder
La guerra fue el detonante de la revolución. La actitud de Nicolás II y las condiciones de vida de las masas urbanas y campesinas generaron protestas. El gobierno provisional fue formado, pero hubo dos poderes paralelos en Rusia.
De Febrero a Octubre: El Triunfo de los Bolcheviques
El gobierno provisional sufrió varias crisis que condujeron a la revolución bolchevique. Lenin regresó y expuso su oposición al gobierno provisional y a la guerra. El fracaso de una nueva ofensiva y el intento de golpe de estado de Kornilov fueron determinantes. Finalmente, los bolcheviques triunfaron y Rusia se convirtió en una república de los soviets.