La caída del zarismo en Rusia

El fin del zarismo

En Rusia se mantenía una monarquía absoluta, el zar concentraba en sus manos el poder supremo del estado y lo ejercía sin límites. Para gobernar se apoyaba en la nobleza, la iglesia ortodoxa, el ejército y la burocracia. Existía un parlamento (La Duma), sus poderes eran muy limitados, pues el zar podía convocar o disolver la Duma cuando quisiera. Las libertades políticas eran inexistentes y los opositores eran perseguidos por la policía política, que ofrecía una fuerte represión. La economía era fundamentalmente agraria, la instalación de algunas industrias pesadas y la construcción del ferrocarril hicieron crecer la población obrera. Existían distintas fuerzas políticas opuestas al zarismo, representaban distintos grupos sociales e ideas políticas: había partidos burgueses, campesinos y partidos obreros revolucionarios, divididos en dos grandes grupos: Los mencheviques y los bolcheviques.

La revolución de 1905

En 1905 el ejército zarista fue derrotado por las tropas japonesas en una guerra motivada por los intentos de expansión de Rusia en Asia. Se produjeron disturbios provocados por el descontento que causó la derrota y por la crisis económica que se vivía en ese momento. La revolución de 1905 se desencadenó el 19 de enero, cuando las masas populares se dirigieron al Palacio de Invierno en San Petersburgo, residencia del zar, para hacerle llegar sus peticiones. Ellos tan solo querían denunciar el mal gobierno y forzar el inicio de reformas políticas. La respuesta de las autoridades fue una violenta represión, que se saldó con numerosos muertos y heridos (Domingo Sangriento).

La revolución de febrero de 1917

En 1914 Rusia entró en la 1º Guerra Mundial, las derrotas militares y el desabastecimiento en la retaguardia crearon un gran malestar, que provocó huelgas y manifestaciones. La revolución de 1917 comenzó tras la manifestación del 23/02 en San Petersburgo. El 25 estalló una huelga general y el 26 se produjeron motines en los cuarteles y las tropas se negaron a disparar contra los huelguistas. El 27/02 se creó un gobierno provisional, en el que el moderado Kerensky era la figura más destacada. El gobierno pretendía instaurar un sistema político liberal y el zar fue obligado a abdicar. El gobierno provisional no tenía autoridad en todo el territorio. Obreros, campesinos y soldados formaron soviets por todo el país, que incluso llegaron a tener sus propias milicias armadas (Guardia Roja).

La revolución bolchevique o de octubre

Lenin, líder de los bolcheviques, regresó del exilio y en las llamadas tesis de abril estableció el programa a seguir: retirada de la guerra, redistribución de la tierra, control de las fábricas por los comités de obreros, autonomía para las nacionalidades y entrega del poder a los soviets. Los bolcheviques prepararon una insurrección popular en julio, fracasaron y Lenin tuvo que exiliarse de nuevo. En septiembre, el gobierno provisional también se enfrentó a un golpe de estado. En octubre los bolcheviques intentaron de nuevo derrocar al gobierno y esta vez no fracasaron. En la noche del 24 de octubre, los soviets, controlados por los bolcheviques, se apoderaron de los puntos estratégicos de la capital. La caída del gobierno provisional se consumó tras el asalto al Palacio de Invierno el día 25. El gobierno revolucionario negoció la salida de la guerra (Tratado de Brest-Litovsk firmado el 3 de marzo de 1918), decretó el reparto de la tierra a los campesinos pobres sin indemnización para los antiguos propietarios y se reconocieron las minorías nacionales.

La guerra civil y el comunismo de guerra

Los partidarios del zarismo y los defensores del sistema político liberal intentaron acabar con la revolución por la fuerza. El país quedó enfrentado en dos bandos: Los partidos de la contrarrevolución, que crearon el Ejército Blanco, y los bolcheviques, que crearon el Ejército Rojo. La guerra civil duró 3 años y terminó con la victoria de los bolcheviques, debido principalmente a la labor organizadora de Trotsky en el Ejército Rojo. El Ejército adoptó una política económica que se conoce con el nombre de comunismo de guerra. Consistió en la nacionalización de la industria, la colectivización del campo y las requisas de grano a los campesinos.

La formación del Estado Soviético

La NEP

En 1921 se estableció una Nueva Política Económica con el objetivo de reconstruir la maltrecha economía. Se dejó a los agricultores cultivar y vender libremente, se autorizó el libre comercio interior y se permitió la propiedad privada de pequeñas y medianas empresas industriales. El estado mantuvo bajo su control los transportes, el comercio exterior, la banca y las grandes empresas. Los propietarios industriales y comerciales y los campesinos adinerados se enriquecieron, por lo que la burguesía resurgió.

La URSS: un nuevo Estado

En 1922 nació la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), era una federación de repúblicas, cuyo número se fue ampliando. Se trataba de un estado plurinacional y multiétnico. En 1923 se elaboró la Constitución: Las repúblicas tenían autonomía en política interna, las repúblicas podían abandonar la unión. El órgano supremo legislativo era el Soviet Supremo, que nombraba al Presidium, cuyo presidente era el jefe del estado, y al Consejo de Comisarios del Pueblo. En realidad la organización política era controlada por el partido único, cuyo principal órgano era el Comité Central, dirigido por el Secretario General.

La URSS y el internacionalismo

Lenin creó en 1919 la Tercera Internacional e invitó a distintos países, con la intención de crear partidos comunistas en ellos. Los partidos comunistas siguieron el modelo del PCUS: un modelo de partido muy centralizado y poco democrático, en el que las críticas eran consideradas disidencias casi siempre.

La dictadura estalinista

El ascenso de Stalin

Lenin murió en 1924 y dentro de su partido fue imponiéndose Stalin, que había sido nombrado Secretario General del PCUS en 1922. Stalin defendía que había que abandonar la idea de la revolución mundial por la del socialismo en un solo país. A partir de este momento, la Tercera Internacional se convirtió en un organismo al servicio de los intereses soviéticos.

Stalin implanta una dictadura totalitaria

En 1929 Stalin acaparó todos los poderes, utilizó tres medios: 1º El culto a la personalidad. Mediante la propaganda se ensalzaba la imagen de Stalin como gran benefactor y padre del pueblo. 2º El refuerzo del poder del Partido Comunista. Si se quería participar en la vida política a través de los soviets era necesario pertenecer al PCUS, ya que este imponía las candidaturas. 3º El terror. Era la forma de acallar cualquier oposición. El terror era ejercido tanto dentro del partido como sobre el conjunto de la sociedad.

La construcción de una potencia económica

Una economía planificada

Se creó el Gosplan, organismo encargado del diseño y preparación del plan. Cada plan duraba cinco años, y en ellos se fijaban los objetivos económicos que se debían conseguir y los recursos que se usarían para lograrlos. El objetivo de los planes quinquenales era sacar a la Unión Soviética del atraso económico, alcanzar el desarrollo industrial y hacerla autosuficiente desde un punto de vista agrícola y militar.

La colectivización agraria

El primer plan quinquenal estableció la colectivización de la tierra, los propietarios debían renunciar a la propiedad de sus parcelas, que pasarían a ser de la colectividad. Los campesinos adinerados que habían prosperado bajo la NEP, se resistieron a acatar las órdenes y sufrieron una dura represión. La represión provocó el terror en la población campesina, lo que se tradujo en un descenso de la productividad agrícola y ganadera. La producción nunca creció al ritmo previsto por los planes quinquenales y la población sufrió duros momentos de escasez y hambre. La colectivización agraria se organizó en dos tipos de explotación: koljoses y svjoses

El desarrollo industrial

La política económica estalinista dio prioridad a la industria pesada y a la producción de energía. El carbón, el petróleo y la electricidad pronto duplicaron la producción. Se incentivó la productividad mediante diversos métodos, y en este aspecto la propaganda jugó un papel importante. Se alentó el trabajo en días de descanso y el máximo rendimiento individual mediante el sacrificio desinteresado de los obreros. Los resultados obtenidos fueron espectaculares y convirtieron a la URSS en una potencia industrial, también se originaron desequilibrios económicos porque se potenció en exceso la fabricación de bienes de equipo, y se descuidó la de bienes de consumo, lo que repercutió en el bajo nivel de vida de la población.

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