La Colonización Española de América: Un Estudio Completo

El Descubrimiento de América

No se puede estudiar el descubrimiento de América sin enmarcarlo en el ambiente cultural y el marco económico europeo del siglo XV. Hay una serie de factores que fomentan el ímpetu atlántico:

  1. La necesidad de rutas comerciales con las Indias al romperse las rutas terrestres tradicionales por la situación geopolítica musulmana. Esto supone circunnavegar África o llegar a Asia siguiendo el camino del sol.
  2. Un espíritu científico novedoso que se aleja de posiciones escolásticas y fundamenta la aparición de la ciencia fisicomatemática. Se contempla la esfericidad de la tierra y se desarrollan importantes escuelas cartográficas.
  3. Desarrollo de las técnicas navales, tanto en barcos como en instrumentos de navegación.
  4. Un impulso demográfico y psicológico de expansión atlántica en una España que ha acabado su reconquista, pero quiere seguir avanzando y que tiene excedente de población.

En este contexto, Portugal y Castilla encabezan proyectos atlánticos diversos y complementarios. En las Capitulaciones de Santa Fe, los Reyes Católicos le conceden a Colón las condiciones tradicionales de la época para los comerciantes (se quedó el 10% de los territorios y el cargo de virrey). Los descubrimientos de Colón habían hecho resurgir las tensiones con Portugal por el control de las nuevas tierras, que se solucionaron con el Tratado de Tordesillas (1494), donde se trazó una línea divisoria entre las zonas de influencia de cada reino.

Conquista y Colonización

Una vez asegurada la soberanía de las nuevas tierras, se inició la conquista de las mismas. La primera conquista, de 1492 a 1519, fue la de las Antillas Mayores (Cuba, Jamaica, Puerto Rico y República Dominicana), pero las grandes conquistas se realizaron de 1519 a 1550.

La primera fase la llevó a cabo Hernán Cortés con la conquista de México y la destrucción del imperio azteca por la superioridad de armamento europeo y el empleo de caballos. La segunda fase conquistadora la realizaron Francisco Pizarro y Diego de Almagro con la conquista del imperio inca. La tercera fase se centró en la parte norte de las actuales Argentina y Uruguay.

En la primera mitad del siglo XVI, la corona española había explorado y conquistado las zonas más ricas de América Central y del Sur. En la segunda mitad, se exploraron el interior de Argentina, la cuenca del río Orinoco y el suroeste de Norteamérica. Las expediciones llegaron hasta Filipinas, que fue incorporada a la corona por López de Legazpi (1571).

El imperio colonial español alcanzó su máximo apogeo a finales del siglo XVI y la primera mitad del XVII.

Gobierno y Administración

El Imperio español se organizó a través de unas estructuras políticas y administrativas que permanecieron vigentes hasta el siglo XIX. Los nuevos territorios fueron incorporados a Castilla, que estableció el control político y económico de los territorios descubiertos.

Para ello, se creó el Consejo de Indias (1503), órgano político-consultivo que gestionaba los asuntos relacionados con el territorio. De él dependía la Casa de Contratación (1503), situada en Sevilla. Su función era regular el monopolio comercial con América.

La administración política de los territorios americanos fue una copia de la existente en Castilla. A nivel municipal se instauraron los cabildos, formados solo por españoles, con las mismas funciones que los ayuntamientos. La administración se complementaba con los virreinatos: en principio se fundaron dos: el de México y Perú, posteriormente cuatro: Río de la Plata y Nueva Granada. Los virreyes, representantes del rey, dirigían la administración, las fuerzas militares y la justicia. Los virreinatos fueron subdivididos en unidades territoriales menores llamadas gobernaciones, dirigidas por gobernadores, normalmente militares.

Las funciones judiciales estaban a cargo de las audiencias. Existían otras dos instituciones que se encargaban del control de los funcionarios reales: Juicios de residencia y visitas.

Impacto de América en España

La llegada de Colón a América y la conquista y colonización de los territorios cambió la vida de sus habitantes. El impacto en Castilla, en el Imperio hispánico y en toda Europa fue importantísimo. Las Indias fueron una gran fuente de ingresos para Castilla y para la Corona. En la primera etapa, los conquistadores se interesaron por la obtención de oro y plata. Lo obtenido se distribuía así: una quinta parte para el rey, una séptima parte para el capitán y el resto era para los hombres de la expedición.

Una vez afianzado el dominio español, los colonizadores buscaron nuevas fuentes de recursos en la explotación de suelos y minas. A partir de 1540, empezaron a extraer grandes cantidades de plata de las minas de México y Bolivia (en los primeros 150 años de conquista, 17.000 toneladas de plata y 200 de oro). El oro llegó desde Colombia y Perú. De ellos también procedieron otros metales preciosos y gran cantidad de perlas de Venezuela. Con todo ello se financiaron las grandes empresas de la monarquía y se construyeron edificios y palacios (El Escorial).

La explotación agrícola y ganadera hizo posible la llegada a América de muchas nuevas plantas y animales (caballos, ovejas, trigo, caña de azúcar) y a Europa vegetales y animales desconocidos que dieron lugar a la difusión mundial de nuevos alimentos desarrollados por las culturas americanas (patata, maíz, chocolate).

América se convirtió en un vastísimo mercado que produjo una gran expansión de la navegación y el comercio.

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