Las Cortes de Cádiz y el Estado de Bayona
El emperador francés, Napoleón, decide entregarle el trono español a su hermano José. Para una mejora de su gobierno, convocó a las Cortes en Bayona para publicar una constitución, dicho documento se conoce como el Estatuto de Bayona. Este documento recoge elementos de la Revolución Francesa, estableciendo que la mayor parte del poder reside en la monarquía, aunque también incluye algunos aspectos liberales. Sin embargo, este texto no pudo ponerse en práctica debido a la Guerra de la Independencia, en la que los generales franceses tuvieron más poder que José I.
La Junta Central Suprema y el Vacío de Poder
Con el estallido de los levantamientos y las abdicaciones de Bayona, se produjo un gran vacío de poder. Para controlar la situación, surgieron las Juntas Provinciales, que buscaban establecer un gobierno nacional unitario. Como máximo poder dentro de las juntas se estableció la Junta Central Suprema, cuyos dos objetivos principales eran expulsar a los franceses del poder, restaurar a Fernando VII en el trono y llevar a cabo una reforma radical del país.
Los Bandos Políticos en la Guerra de la Independencia
En la Guerra de la Independencia, podemos distinguir dos grupos políticos principales: los afrancesados y los patriotas. Los afrancesados eran un grupo de reformistas ilustrados que apoyaron el proyecto de José I. Por otro lado, los patriotas eran un grupo con grandes diferencias ideológicas, pero que coincidían en no aceptar las renuncias de Bayona y luchar por la independencia de España. Dentro de los patriotas, se distinguen tres tendencias:
- Los absolutistas: pretendían la vuelta al Antiguo Régimen, que todo volviera a ser como antes de la Revolución Francesa.
- Los renovadores: pensaban que España necesitaba reformas, pero sin romper con las tradiciones, y que la soberanía debía residir en el rey y las Cortes.
- Los liberales: defendían la libertad, la igualdad ante la ley, la propiedad privada y los derechos individuales.
Las Cortes de Cádiz y la Soberanía Nacional
Durante la Guerra de la Independencia, suceden dos fenómenos importantes: la guerra en sí misma y la reorganización política del país. La Junta Central, huyendo de los franceses, se refugió en Cádiz, donde se reunieron las Cortes en la primavera de 1812. Debido a las dificultades de la guerra, la alta nobleza y la iglesia apenas estuvieron presentes en Cádiz. Los presentes eran principalmente miembros de las clases medias con formación intelectual, como eclesiásticos y abogados, junto con la burguesía industrial y comercial. No hubo representación de las provincias ocupadas ni de las masas populares. Desde su inicio, las Cortes demostraron ser muy diferentes a las antiguas: se constituyeron en Asamblea Constituyente y declararon que la soberanía nacional residía en ellas.
La Constitución de 1812: Principios y Cambios
La Constitución, ley fundamental del Estado, fue aprobada el 19 de marzo de 1812. Fue elaborada por los representantes de los ciudadanos y contenía los derechos y libertades de las personas, establecía la separación de poderes y la forma de organización del Estado: el régimen y la forma política. Una constitución, para ser considerada como tal, debe ser elaborada por los representantes de los ciudadanos, incluir un catálogo de derechos y libertades, y establecer un sistema de separación o equilibrio entre los poderes. Los principales cambios políticos introducidos por la Constitución fueron:
- Establecimiento del principio de soberanía nacional: el ejercicio de la soberanía corresponde a las Cortes, lo que limita el poder del rey. El rey no podía firmar la paz ni declarar la guerra sin el permiso de las Cortes.
- División de poderes: se establece un nuevo modo de gobierno basado en la división de poderes. La ley la elaboran las Cortes, aunque el rey tiene derecho a veto dos veces. A la tercera, la ley puede aprobarse sin su consentimiento.
- Declaración de derechos de los ciudadanos: se reconocen derechos como la libertad de pensamiento y de imprenta.
- Sistema representativo: se establece un sistema representativo basado en el sufragio universal masculino indirecto, en el que solo podían votar los hombres con cierto nivel de riqueza. Los ciudadanos no podían ser detenidos ni juzgados sin la aprobación de las Cortes.
En cuanto a la administración, se produjeron los siguientes cambios:
- Desaparición de los antiguos reinos: se crean provincias y un nuevo Ministerio de la Gobernación.
- Estado unitario: se establece un Estado unitario con derechos para todos los españoles, por encima de los derechos de cada reino. Se crea una burocracia centralizada, una fiscalidad común, un ejército y un mercado libre de aduanas interiores.
En el ámbito social, los cambios fueron:
- Supresión de los señoríos: se suprimen los señoríos, aunque se declara como derecho inviolable el de la propiedad, por lo que no se podían expropiar los latifundios.
- Pérdida de privilegios de la Iglesia: se eliminan los privilegios de la Iglesia, pero la religión católica sigue siendo la única permitida en España.
- Unificación territorial: se suprimen todos los fueros y leyes particulares. Los impuestos se pagan de forma proporcional a la riqueza. Todos los españoles están obligados a servir en la milicia.
La Influencia de la Constitución de Cádiz
La Constitución de Cádiz no tuvo tiempo de aplicarse plenamente debido a la guerra, pero sirvió de inspiración para la elaboración de otras constituciones posteriores. Su importancia radica en que fue la primera constitución liberal de España y sentó las bases para el desarrollo del liberalismo en el país.