FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y APOYOS SOCIALES
La “época de Franco” abarca casi 40 años de la historia de España. Esta época posee una homogeneidad definida tanto por la continuidad evolutiva de un sistema como por la permanencia de un solo hombre. Se ha debatido si el régimen de Francoera un paréntesis o el inicio de periodo nuevo en España de paz, orden y estabilidad. Evidentemente hay cambios estructurales en la sociedad, en la economía y hasta en la mentalidad.
El régimen de Franco fue una singularidad diferencial, cuya verdadera importancia sólo se conocerá con la necesaria y objetiva perspectiva histórica.
1. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL RÉGIMEN FRANQUISTA
El régimen franquista abarca el periodo comprendido entre 1936-39 y 1975, en el cual se mantuvo el mismo régimen político. Sus características fundamentales son:
Rechazo del principio de la soberanía popular y de la democracia representativa.
Concentración de poderes en la persona de Francisco Franco: jefe de Estado, de Gobierno, jefe Nacional de la FET y de la JONS. Franco era Caudillo, el Generalísimo…
Supresión de las libertades políticas y sindicales: existe un único partido, el sindicato vertical (un único sindicato que agrupaba a empresarios, trabajadores y técnicos representantes del Estado). El gobierno fijaba los salarios y la huelga era ilegal. El régimen imponía fuertes obstáculos al despido y negaba la lucha de clases.
Apoyo ideológico en el conservadurismo, en la Iglesia y en la Falange.
Nacionalismo español exaltado y represión de los nacionalismos periféricos: España Una, Grande y Libre.
Confesionalidad católica.
Control de los medios de comunicación mediante la censura.
Represión de la oposición.
2. EL RÉGIMEN – BASES POLÍTICAS Y SOCIALES
Es difícil describir el sistema vigente durante el mandato de Franco, por la diversas interpretaciones, por la cercanía histórica del periodo, por la parcialidad de muchas de las interpretaciones y por la naturaleza cambiante del régimen.
El régimen fue fascista o totalitario: lo que tienen en común ambos regímenes es el aspecto formal: el saludo romano, el partido oficial, el himno del partido al lado del himno nacional, los “gritos del ritual” y el apodo concedido al “jefe carismático”: el Caudillo. Como símbolo de la Falange, tiene en común la fachada “fascista”.
Se ha hablado de paternalismo. Serrano Súñer ha difundido que el régimen franquista no fue totalitario, por no basarse en un partido único de implantación obligatoria y dotado de una “filosofía oficial”. La Falange pudo y quiso ser ese partido pero ocurrió que:
– Franco se apoyó siempre en la multiplicidad de fuerzas que configuraron el bando nacional.
– La Falange fue perdiendo su “carga ideológica” por obra del mismo Franco y se fue refugiando progresivamente en los sindicatos.
Se habla también de “sistema autoritario estable” o “sistema autoritario flexible”. Lo que diferencia al franquismo del totalitarismo es su “tolerancia con la indiferencia”, su “flexibilidad” (carácter evolutivo del régimen) y su “pluralismo limitado”, que se manifiesta en la existencia de las familias.
Las grandes fuerzas que sustentaron al régimen fueron:
Falange
Ejército
- Iglesia Católica
Las “familias” vienen determinadas por las distintas tendencias políticas o actitudes de los hombres que colaboraron el régimen del Movimiento: franquistas integrales, católicos, monárquicos, tecnócratas, tradicionalistas y jonsistas.
3. INSTITUCIONES DEL RÉGIMEN
Jefatura del Estado:
Gobiernos:
– Los falangistas tienen las carteras de Trabajo, Agricultura y Sindicatos.
– Los carlistas solían ocupar Justicia.
– Los católicos, Educación.
– Los militares ocupan los tres ministerios relacionados con Defensa.
– Los tecnócratas ocupaban las carteras de Hacienda, Obras Públicas, Industria o Comercio.
Gobernadores civiles::Cortes Españolas
:Consejo Nacional del Movimiento
:Consejo del Reino
:Consejo Nacional de la FET y de la JONS
:Tribunal Supremo
:Alcaldes
4. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL MOVIMIENTO
El triunfo de los sistemas democráticos en la II Guerra Mundial hizo que el Régimen Franquista adoptara la “democracia orgánica”, que sustituye la soberanía popular y el sufragio por la representación de los “órganos naturales”: familia, municipio y sindicatos. Nos encontramos con una especie de constitución, las Leyes Fundamentales que forman estos Principios Fundamentales del Movimiento. Puede seguirse la evolución del régimen mediante la secuencia de las leyes, que se fueron promulgando desde 1937 hasta 1967:
Decreto de Unificación (1937): Se suprimen los partidos políticos y se unifican las fuerzas del Movimiento en la FET y de la JONS.
Fuero del Trabajo (1938): Esta ley tiene similitudes con la ley del trabajo de Mussolini. Habría que destacar sus semejanzas con el movimiento social católico. Comienza con la organización sindical y se postula el valor del trabajo y la justicia social.
Ley de Cortes (1942): Se restablecen las Cortes como órgano representativo, con un sistema de elección y competencias muy limitadas.
Fuero de los españoles (1945): Se garantizan los derechos de los españoles.
Ley de Referéndum (1945): única forma admitida de sufragio universal. Fue aplicado para unas pocas consultas.
Ley de Sucesión (1947): Se define a España como “Estado católico, social y representativo”, que de acuerdo con la tradición se constituye en Reino. Un reino sin rey, ya que Franco es Jefe de Estado vitalicio y tiene la facultad de elegir sucesor, sin restricción.
Ley Orgánica del Estado (1966): Concede mayor representatividad y funciones a las Cortes, que elaboran y aprueban las leyes. Se separa la jefatura de Estado de la del Gobierno y se abren los cauces a nuevas aperturas.
5. EVOLUCIÓN DEL RÉGIMEN FRANQUISTA
Los años 40: aislamiento y autarquía
Meses después del final de la Guerra Civil comienza la II Guerra Mundial. España se declaraba neutra pero estaba alineada con el bando del Eje que habían colaborado en la victoria de Franco.
En 1943, la suerte de la guerra cambia, España vuelve a la neutralidad y se distancia de Alemania. La derrota del Eje fue también una derrota de España. Significó su aislamiento internacional. Se somete a España a un boicot económico y político.
El resultado de este boicot para el economía española fue nefasto. Los indicadores de producción se situaron por debajo de 1935, no había reservas de oro y los transportes quedaron muy afectados. La posguerra fue muy dura para la mayoría de los españoles. La política de autarquía )(autoabastecimiento) no ayudó nada a la recuperación.
La recuperación económica fue muy lenta y se recurrió al racionamiento de productos básico. La política autárquica limitó las importaciones al máximo e inició una política de sustitución de la iniciativa privada por la pública, buscando la independencia económica de España. Se crea el INI (Instituto Nacional de Industria), conjunto de empresas que quieren producir todo lo posible, independientemente de los costes o beneficios.
Los años 50: el final del aislamiento
Esta década se caracteriza por el giro político y económico que da el régimen. La autarquía fracasa y no puede mantenerse la fachada y el aspecto de régimen fascista por más tiempo. La Guerra Fría permite que España deje de ser vista como una dictadura fascista, y pasa a ser una más del bloque occidental. Era el fin del aislamiento.
En 1950 España ingresaba en la FAO y en la UNESCO. En 1953, se firmó el Concordato con la Santa Sede y un tratado militar con los EEUU. En 1955, ingresaba en la ONU.
Se tuvo que proceder a una reestructuración profunda del gobierno en 1957. Iba a ser el gobierno de los tecnócratas, en su mayoría miembros del Opus Dei.
Los años 60: desarrollismo y cambio social
Los años 60 marcaron una nueva etapa en la dictadura franquista, caracterizada por el desarrollo económico. Fue un momento excepcional, ya que el país conseguía unirse a la expansión económica y social que vivía Europa.
Políticamente, el régimen pasó a ser de los tecnócratas, que provenían en mayor parte del Opus Dei (asociación religiosa española muy influyente en economía y política). Pretendían liberalizar la economía española e integrarla en el contexto europeo, pero apoyaron el régimen político. La dictadura tomó un signo distinto; se presentaba como una dictadura conservadora católica. Los tecnócratas clave fueron Laureano López Rodó y Luis Carrero Blanco.
Económicamente, España iba a conocer la fase expansiva más importante de la historia, por causas internas y externas. Redactaron el Plan de Estabilización (final de la política autárquica) y los Planes de Desarrollo.
Los resultados fueron positivos, debido a la favorable situación internacional en Europa occidental. El PIB creció más que el resto de Europa, al igual que el consumo. El sector industrial ganó peso gracias a la importación de tecnología extranjera, lo que sería un problema estructural por la dependencia creada. También aumentó la productividad y las exportaciones.
Tres factores externos explican también este crecimiento:
Las inversiones extranjeras y las importaciones.
El turismo, pues millones de turistas extranjeros llenaron las playas españolas, lo que equilibró la balanza de pagos.
La emigración a los países europeos contribuyó a la mejora económica. Más de un 1.300.000 españoles salieron hacia Francia, Alemania y otros países, lo que disminuyó el paro agrario.
Este panorama positivo tuvo aspectos desfavorables. Fue un crecimiento especulativo, sin reversión en tecnología. El sistema financiero era poco eficiente y anticuado y no alentaba el crecimiento. El paro se mantuvo bajo hasta que la emigración se detuvo. El crecimiento de los 60 tuvo una vertiente ficticia que ocultó carencias en la economía española. Produjo una transformación social sin precedentes: el crecimiento de una clase media protagonista de la transición a la democracia. España dejó de ser un país rural y agrícola para ser urbano. La Iglesia española empezaba a alejarse del régimen, pasando de ser uno de los pilares a una cuña.
Este cambio social pronto tendría una traducción política: crecían las protestas políticas, las huelgas obreras y los incidentes estudiantiles. Nacen CCOO clandestinamente. La oposición se reavivaba, sobre todo el PCE. Resurgía el PSOE, grupos de la democracia-cristiana… Lo mismo ocurrió con los nacionalismos, especialmente en Cataluña o el País Vasco.
5. CONCLUSIÓN
En 1968 casi dos tercios de la población no habían conocido o recordaban la guerra. La vieja guardia de los vencedores se reducía cada vez más. Las corrientes de la historia eran propensas a conceder “fuerza moral” cada vez mayor a las ideologías y a los programas del bando vencido. La actitud de la prensa, de los nuevos intelectuales y de buena parte de la “nueva clase media” daba alas a esa tendencia.
Desde 1868 pero sobre todo desde 1973 se produce el “postfranquismo en vida de Franco”, cuando coexiste dos fuerzas históricas incompatibles.
La oposición al régimen se mostraba en los medios universitarios y en los intelectuales, en la prensa y en el mundo editorial. Aparecen revistas como formas de oposición moderada de carácter liberal. Surge “Cambio 16” con una línea política que busca “el cambio”.
En el mundo sindical, los trabajadores afiliados a CCOO luchan por ejercer sus derechos laborales y para presionar a favor de nuevos convenios colectivos.
Esta peculiar dualidad de poderes es unos de los factores que explica el rápido derrumbe de las estructuras del Estado franquista con la muerte de Franco.
En estas circunstancias la restauración de la monarquía en la figura del príncipe Juan Carlos parecía la mejor salida. Esto fue una clave decisiva para el proceso de la transición.
En 1973 Franco nombraba como presidente del Gobierno a Luis Carrero Blanco, lo cual no sentó bien en los medios de la oposición. Carrero Blanco fue asesinado por ETA.