Regeneracionismo, Revisionismo y Crisis de la Restauración (1902-1923)
Contexto Histórico
A comienzos del siglo XX, España experimentaba un atraso social y económico. La oligarquía de latifundistas y la burguesía dominaban la escena, mientras que la vida política se regía por la Constitución de 1876, con sufragio universal masculino. En 1902, Alfonso XIII juró la Constitución, dando continuidad a la Restauración. Sin embargo, urgía solucionar problemas clave:
- Autenticidad del sistema político: Revitalizar los partidos e impulsar la participación de las clases medias.
- Reivindicaciones populares: Atender las demandas de las clases populares y promulgar leyes sociales.
- Integración de nuevas fuerzas políticas: Incorporar al PSOE, los regionalismos (especialmente el catalanismo) y el republicanismo.
El Regeneracionismo Político
El regeneracionismo, representando a las clases medias y la pequeña y mediana burguesía, se oponía al régimen oligárquico. Se divide en dos etapas:
- Primer regeneracionismo (pre-1898): Representado por Macías Picavea y Joaquín Costa, buscaba la modernización económica y educativa, pero se quedó en la teoría.
- Segundo regeneracionismo (principios del siglo XX): Se tradujo en programas revisionistas conservadores (Silvela, Maura) y liberales (Moret, Canalejas). Coincidió con una expansión industrial, dinamismo demográfico y mejoras educativas y culturales.
El Revisionismo Político Conservador
Entre 1902 y 1923, el turnismo entre conservadores y liberales, basado en el caciquismo, continuó, aunque con el auge de nuevas ideologías como el republicanismo y el catalanismo. En el Congreso predominaba la mayoría monárquica.
Tras las muertes de Cánovas (1897) y Sagasta (1903), surgieron nuevos líderes:
- Silvela: Intentó en 1899 un gobierno de concentración para integrar las corrientes regeneracionistas.
- Maura: Defensor de la moral pública, enemigo del caciquismo, impulsó una «revolución desde arriba» para lograr la pureza en las votaciones. Presidió el gobierno en 1903-1904 y 1907-1909.
Los principales problemas de esta etapa fueron:
- Movimiento obrero: Se promulgaron leyes para mejorar las condiciones laborales.
- Problema catalanista: Se radicalizó con Solidaritat Catalana y Solidaridad Obrera (origen de la CNT). Se produjeron ataques a la unidad nacional, al Rey y al Ejército.
- Ley de Jurisdicciones (1906): Incluyó los delitos de injuria y calumnia al Ejército en el código de Justicia Militar.
Maura, consciente de la falta de apoyo popular, presentó un programa revisionista para sanear la administración local, dar autonomía a los municipios, acabar con el caciquismo y el centralismo. Sin embargo, fracasó al no dirigirse al proletariado.
La Crisis de 1909: La Semana Trágica
El envío de reservistas a Melilla desde Barcelona y Madrid por parte de Maura, en respuesta a una agresión marroquí, desencadenó la Semana Trágica en Barcelona (25 de julio – 1 de agosto de 1909). La represión y el fusilamiento de Francesc Ferrer provocaron la dimisión de Maura.
El Revisionismo Liberal
Tras un breve gobierno de Moret, Canalejas intentó una reforma social, el diálogo con el movimiento obrero, la separación Iglesia-Estado (Ley del Candado, 1910) y la modificación del servicio militar. Su asesinato truncó su labor. Dato (1913-1915) aprobó la Ley de Mancomunidades.
La Crisis de 1917
La neutralidad española en la Primera Guerra Mundial generó divisiones y una alteración económica, radicalizando al sindicalismo. En 1917, coincidieron tres crisis:
- Juntas Militares de Defensa: Los oficiales se organizaron para mejorar su influencia e ingresos, presionando al gobierno.
- Asamblea de Parlamentarios: Exigieron la apertura de las Cortes y una nueva Constitución, pero fueron disueltos.
- Huelga general: UGT y CNT convocaron una huelga general en agosto de 1917, duramente reprimida.
La Inestabilidad Política (1918-1923)
Tras la crisis de 1917, se formaron gobiernos de concentración, cortos e inestables. El auge del movimiento obrero y la conflictividad social marcaron el «Trienio Bolchevique» (1918-1920). La CNT se reorganizó y la UGT creció, mientras que en el PSOE surgió el PCE (1921).
La Guerra Colonial de Marruecos: El Desastre de Annual
Tras la Conferencia de Algeciras (1906), España obtuvo una zona de influencia en Marruecos. El conflicto estalló en 1909 y se recrudeció en 1920. El avance descoordinado de Silvestre desde Melilla y Berenguer desde Ceuta culminó en el Desastre de Annual (1921). Ante la crisis, Primo de Rivera se pronunció con el apoyo de Alfonso XIII, dando inicio a la dictadura (1923-1930).
La Restauración fracasó al no solucionar los problemas de Marruecos, el movimiento obrero y el regionalismo, especialmente en Cataluña.