La Crisis de la Restauración
Inestabilidad Política y Social
El periodo de 1917 a 1923 marcó la crisis definitiva de la Restauración. La inestabilidad política, el creciente protagonismo de los militares y la fuerte conflictividad social crearon un clima favorable para una dictadura que sobrevivió con el golpe de estado del general Primo de Rivera.
Descomposición de los Partidos Dinásticos
Tras la crisis de 1917, culminó la descomposición de los partidos dinásticos que acabó con el turno establecido en el Pacto del Pardo, una de las bases de la estabilidad del sistema. Los años 1917 y 1918 abrieron la breve etapa de los llamados gobiernos de concentración en los que participaron las distintas facciones del Partido Conservador y del Partido Liberal e incluso los regionalistas catalanes.
Fortalecimiento de los Partidos No Dinásticos
La división en los partidos dinásticos provocó el fortalecimiento de los no dinásticos, es decir, de los partidos obreros (PSOE y el PCE que fue fundado en 1921), los nacionalistas y regionalistas. Los nacionalistas comenzaron a pedir en estos años la autonomía para Cataluña y el País Vasco.
Agitación Social y Auge del Movimiento Obrero
La crisis política y económica provocó una gran agitación social y el auge del movimiento obrero. En el verano de 1917, las dos organizaciones sindicales rivales, UGT y CNT, convocaron una huelga general que tuvo una especial intensidad en los centros industriales de Madrid y País Vasco.
El Trienio Bolchevique en Andalucía
En Andalucía, los jornaleros cuyas miserables condiciones de vida se habían agravado con la guerra, intensificaron sus movilizaciones dando lugar al llamado Trienio Bolchevique (1918-1920) dirigidos por los dos grandes sindicatos (CNT y UGT). Muchos municipios andaluces y extremeños estuvieron controlados por comités de huelga que ocuparon tierras.
La Crisis Militar
Juntas de Defensa
Uno de los factores del malestar militar fue el proyecto de reforma militar, que pretendía reducir el excesivo número de oficiales. Otro motivo era el sistema de ascensos que favorecía a los militares que servían en África. El descontento cristalizó en la formación de Juntas de Defensa que se extendieron a todo el ejército.
La Guerra del Rif y la Tragedia de Annual
En el verano de 1921 se produjo la crisis más grave en Marruecos. El gobierno español decidió completar la ocupación efectiva sobre el protectorado del Rif. Sin embargo, el general Silvestre, comandante de Melilla, realizó un avance precipitado sobre el Rif y penetró en un territorio de difícil control que estaba dominado por los rifeños, liderados por Abd-el-Krim que organizó el cerco a las tropas españolas en Annual. En pocos días, España perdió toda la zona y murieron más de 10.000 soldados, incluido el propio general Silvestre.
Consecuencias de la Tragedia de Annual
La tragedia de Annual conmocionó a la opinión pública con grandes consecuencias políticas. Los militares, los partidos dinásticos y la propia figura del rey se vieron envueltos en el debate de las responsabilidades. Se intensificó la crítica contra el ejército que ya estaba en abierta rebeldía contra el sistema canovista.
La Dictadura de Primo de Rivera
Golpe de Estado y Objetivos
En septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Primo de Rivera, dio un golpe de estado poniendo fin a la Restauración. Las intenciones de Primo de Rivera fueron instaurar una dictadura transitoria para extirpar los males del país y retornarlo a la normalidad constitucional, así como liberar al país de la vieja política.
Apoyo y Oposición
La opinión pública acogió favorablemente o se mostró pasiva, apoyando los sectores empresariales como bancos nacionales e iglesia. Solo mostraron oposición anarquistas y comunistas.
El Directorio Militar (1923-1925)
El gobierno de Primo de Rivera se dividió en dos fases. La primera fue el Directorio Militar (1923-1925). Este gobierno estuvo integrado por mandos militares que obedecían las órdenes del dictador. El Directorio Militar proclamó el estado de guerra, abolió la Constitución de 1876 y las garantías constitucionales, disolvió las Cortes, implantó la censura de prensa y prohibió los partidos políticos y sindicales excepto el creado por Primo de Rivera: la Unión Patriótica.
El Directorio Civil (1925-1930)
Durante la segunda fase de la dictadura, Primo de Rivera sustituyó el Directorio Militar por un gobierno civil con la intención de mantenerse en el poder. Esta segunda fase se llamó el Directorio Civil (1925-1930). Durante esta fase, Primo de Rivera intentó construir un régimen basado en el fascismo europeo.
Política Económica
La política económica de esta dictadura se caracterizó por el intervencionismo estatal cuyo objetivo era impulsar la industria nacional, adoptando medidas como la subida de los aranceles y la concesión de ayuda pública a grandes empresas. Rivera también creó grandes monopolios estatales como la GIMPSA, que se dedicaba a la venta y distribución del petróleo y como Telefónica. También fomentó obras públicas como embalses, carreteras y puertos.
Conflictividad Social y Comités Paritarios
La dictadura también se caracterizó por una escasa conflictividad social, justificada en parte por la represión y por un nuevo modelo de relaciones laborales. Rivera creó un sistema corporativo, los comités paritarios, por oficios, integrados por un mismo número de obreros y de representantes de empresarios, muy parecido al sistema del fascismo italiano. El objetivo de estos comités era la resolución pacífica de los posibles conflictos nacionales.
Oposición a la Dictadura
Sin embargo, la dictadura no resolvió los antiguos problemas arrastrados de la Restauración, y esto provocó la aparición de focos de oposición contra el Directorio Civil. Uno de los foros lo componían antiguos partidarios del sistema canovista, otro estaba integrado por militares que no habían sido favorecidos por los ascensos promovidos por el dictador. A ello se sumaba la oposición intelectual y universitaria como Unamuno, Valle Inclán y Ortega y Gasset.
Caída de la Dictadura
En 1930, se precipita la caída de la dictadura, entre otros motivos por la fuerte deuda pública y por el impacto del crack del 29. Además, las relaciones entre el dictador y Alfonso XIII empeoraron. Como consecuencia, en 1930 Rivera dimite.
La Dictadura Blanda y la Segunda República
Después de la renuncia del dictador, el rey propone gobierno al general Dámaso Berenguer, que intentó realizar algunas reformas constitucionales aunque su gobierno también tuvo rasgos autoritarios por lo que fue denominado la dictadura blanda. Ante la fuerte oposición, a comienzos de 1931 Berenguer dimite y es sustituido por el almirante Juan Bautista Aznar, que convoca unas elecciones municipales para el 12 de abril. Los republicanos y los socialistas decidieron concurrir a estas elecciones y las plantearon como un referéndum a favor o en contra de la monarquía. El triunfo de esta en las grandes ciudades se interpretó como un fuerte rechazo a la corona. Alfonso XIII suspendió el ejercicio del poder real y abandonó España, fue el fin de la monarquía y el inicio el 14 de abril de 1931 de la Segunda República.