1. La crisis de posguerra
Al acabar la Primera Guerra Mundial, la economía europea sufrió una profunda crisis debido a:
- Daños humanos y materiales
- Reconversión de la economía: la guerra obligó a los países combatientes a orientar su actividad industrial y comercial hacia productos relacionados con la guerra. La paz exigió una reconversión de su economía, cambiando la producción y el comercio mantenido hasta entonces.
- Las deudas interaliadas: los países vencedores (Francia y Gran Bretaña) tenían que devolver los créditos concedidos durante la guerra por banqueros e industriales norteamericanos, pero condicionaron el pago de sus deudas al cobro de las reparaciones que debía pagar Alemania.
- Las reparaciones de guerra: los países vencidos, especialmente Alemania, culpable de provocar la guerra, tenían que pagar elevadas indemnizaciones a los vencedores, tanto en moneda como en productos. La economía alemana se hundió y produjo un auge de un nacionalismo radical.
- El final de la Gran Guerra paralizó el comercio internacional, lo que produjo la caída de las exportaciones y la inflación (subida de precios de productos). Solo quedaron fuera de la crisis de posguerra la URSS, por su aislamiento y su sistema económico comunista, y los Estados Unidos, convertidos en la primera potencia mundial.
2. La prosperidad económica norteamericana y los Felices Años
Estados Unidos llegó a la posguerra convertido en el primer productor y exportador del mundo. También se convirtió en el primer inversor mundial, destacando sus inversiones en la Europa de posguerra. El país más afectado por la crisis era Alemania, que no podía pagar las reparaciones de guerra. El gobierno estadounidense intervino en ayuda a Alemania con el Plan Dawes (1924), mediante el cual concedía al Estado alemán préstamos a bajo interés, lo que permitió a Alemania mejorar su economía y pagar las reparaciones.
Francia y Gran Bretaña recibieron el dinero alemán y devolvieron los préstamos estadounidenses. Además, Estados Unidos invertía capitales y hacía préstamos a largo plazo, facilitando la recuperación económica europea. Se produjo un cambio de ciclo económico, comenzando una época de prosperidad económica mundial conocida como los Felices Años 20 (1924-1929), caracterizada por:
- Un aumento del consumo gracias a la venta a plazos y a la creación de grandes almacenes con sus ofertas.
- Nuevas industrias como el automóvil, electrodomésticos, teléfonos y radios. La industria del automóvil impulsó el desarrollo de otros sectores como el del material eléctrico y neumáticos. También alcanzó importancia la industria de la construcción, con la edificación de los rascacielos de las grandes ciudades norteamericanas.
- Nuevas formas de concentración empresarial y de organización del trabajo.
- Un optimismo y alegría que sustituyeron a la desesperación de la guerra. La prosperidad parecía indefinida y la gente se aficionó a los espectáculos de masas.
3. Desajustes económicos
Bajo la prosperidad y el crecimiento económico hubo importantes desajustes que finalizarían los Felices Años 20:
- El aumento del consumo originó un endeudamiento cada vez mayor de las familias, ya que los salarios crecieron a un ritmo menor.
- Las industrias tradicionales (textil, carbón) entraron en crisis, provocando desempleo.
- Las innovaciones agrarias de la Segunda Revolución Industrial provocaron un aumento de las cosechas y el ganado, lo que originó la caída de los precios agrícolas.
- Las industrias seguían con su fabricación masiva y en serie, pero la capacidad adquisitiva de los consumidores no era suficiente para absorber el aumento de producción.
- Desde 1924, la compra de acciones en la Bolsa proporcionó grandes fortunas a los inversores. La buena situación de las empresas y la demanda de acciones originaron un aumento de su precio en la Bolsa. Miles de familias (pequeños inversores) decidieron invertir sus ahorros en la compra de acciones, y los bancos concedían créditos para la compra de acciones a sus clientes. Pero llegó un momento en el que el alto valor de las acciones de las empresas no tenía relación con el valor real de su productividad (burbuja especulativa).
4. El crack bursátil de 1929 y la Gran Depresión
Ante el convencimiento de que el valor de las acciones no podía subir indefinidamente, algunos grandes inversores pusieron sus acciones a la venta, con la esperanza de obtener buenos beneficios. Esto fue imitado por la mayoría de inversores, y produjo una oleada de ofertas de acciones. El 24 de octubre de 1929 (el Jueves Negro), 13 millones de acciones fueron puestas a la venta en la Bolsa de Nueva York, lo que provocó una caída de su valor. Fue el crack de la Bolsa. El 29 de octubre (el Martes Negro) se pusieron a la venta más acciones que el 24.
El hundimiento de la Bolsa de Nueva York fue el inicio de una crisis/depresión económica sin precedentes (la crisis mundial de 1929). Sus consecuencias en los Estados Unidos fueron:
- La sobreproducción industrial: las industrias norteamericanas habían mantenido su alto nivel de producción y se encontraron con una caída de la demanda. Muchas empresas no pudieron vender sus productos y cerraron, con la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo.
- Los bancos entraron en crisis: habían hecho muchos préstamos a pequeños y grandes inversores en bolsa, y llegaron a aceptar las acciones de la Bolsa como garantía de los préstamos. Tras el crack, no pudieron recuperar sus préstamos y, ante el temor de que los bancos quebraran, los clientes acudieron masivamente a retirar el dinero de sus cuentas. Los bancos acabaron cerrando y se produjo una crisis de liquidez.
- Aumento del desempleo y disminución de la demanda: la ruina de industrias y bancos aumentó el paro, que en 1933 llegó a los 13 millones de desempleados en Estados Unidos. La demanda disminuyó e incluso los que conservaban su empleo ahorraban en previsión de que la situación empeorase más.
- La crisis afectó a la agricultura, debido a la disminución de la demanda que obligó al descenso de los precios agrícolas y las tormentas de polvo, que causaron un largo periodo de sequía y el éxodo de miles de campesinos.
La Gran Depresión de 1929, iniciada en Estados Unidos, se extendió a otros continentes, especialmente a Europa:
- Los bancos norteamericanos retiraron el dinero que tenían invertido en bancos y empresas europeas. Muchas industrias y bancos de Europa se arruinaron.
- Se interrumpieron los préstamos concedidos a Alemania (Plan Dawes) y esta dejó de pagar las reparaciones de guerra a Francia e Inglaterra.
- Se cancelaron los préstamos norteamericanos a los países exportadores de alimentos y materias primas.
- El comercio internacional entró en crisis y los gobiernos adoptaron políticas proteccionistas.