Los Austrias Menores (siglo XVII): Felipe III, Felipe IV, Carlos II
Los Validos
El valido era el hombre de confianza del rey, quien en la práctica acababa ejerciendo como rey, generalmente un noble. Su existencia se debía a la incapacidad de los reyes para gobernar. Todos los validos intentaron gobernar al margen de los Consejos, crearon redes de clientes (nombrando para los cargos públicos a familiares y amigos), vendieron los cargos públicos (corrupción) y aislaron a los reyes de la realidad.
- Felipe III: Duque de Lerma y Duque de Uceda.
- Felipe IV: Conde Duque de Olivares y Duque de Haro.
Crisis Política (Hundimiento de la Dinastía Habsburgo)
Felipe III (1598-1621)
Felipe III llevó a cabo una política de pacificación. En 1604 firmó el Tratado de Londres, que puso fin a la guerra con Inglaterra, y en 1609 la Tregua de los Doce Años con las Provincias Unidas de los Países Bajos. Esta política se debió en parte a la falta de dinero para los gastos del ejército, a la crisis económica provocada por la moneda de vellón, que llevó a la bancarrota, y a la superioridad marítima de los holandeses.
En 1609, expulsó a 300.000 moriscos que se resistían al catolicismo y que podrían apoyar a los berberiscos, lo que provocó el despoblamiento de Valencia y Aragón.
Con el Duque de Uceda se inició la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) porque España quería frenar el avance del protestantismo apoyando a Austria. La tregua con Holanda terminó y España tuvo problemas para defender su territorio.
Felipe IV (1621-1665)
Su prioridad fue mantener la hegemonía en España. Para ello, necesitaba recursos económicos, pero antes tenía que acabar con la corrupción, reducir gastos, dejar de utilizar el vellón e incentivar la producción artesanal. Con este objetivo, creó la Unión de Armas (1625), en la que se establecía que todos los reinos debían ayudar a fortalecer la Corona, apoyando militarmente y con recursos. Sin embargo, todos los reinos se opusieron.
La crisis de 1640 provocó la quiebra del reino. Estuvo marcada por las siguientes rebeliones:
- Cataluña: En 1636, Francia entró en la Guerra de los Treinta Años, por lo que el ejército español se instaló en Cataluña, provocando conflictos. El Corpus de Sangre fue la revuelta en la que mataron al virrey. El ejército fue a sofocarla, pero los catalanes pidieron ayuda a Francia y Luis XIII se convirtió en rey de Cataluña. En 1652, Felipe IV acabó con la sublevación y fue reconocido como rey, aunque en 1659, con la Paz de los Pirineos, se vio obligado a ceder el Rosellón y parte de Cerdeña a Francia.
- Portugal: Las causas fueron los ataques costeros de los holandeses, la presión fiscal de Olivares, la presencia de castellanos en su gobierno y el deterioro del comercio. Por tanto, se negaron a enviar recursos contra los catalanes y Juan IV fue coronado rey. Consiguieron recuperar algunas colonias con la ayuda de Inglaterra y en 1668, en el Tratado de Lisboa, se independizaron.
- Andalucía: Intentó independizarse en 1641.
- Nápoles y Sicilia: Surgieron varios movimientos populares que fueron sofocados.
Después de que España entrara en la Guerra de los Treinta Años, se unieron Inglaterra e Irlanda. Hasta 1626, los tercios españoles obtuvieron éxitos, pero a partir de 1627 se produjo un declive militar y político, hubo bancarrota y no se pudo mantener el ejército. España se retiró de la Guerra de Mantua. Con la Paz de Westfalia, se confirmó el fin de la hegemonía española y Holanda se independizó definitivamente. Con la Paz de los Pirineos, España cedió a Francia el Rosellón, Cerdeña y las plazas fuertes. Después de esto, se perdió Portugal, se abandonó Alemania, Francia se convirtió en la nueva potencia europea e Inglaterra y Holanda controlaron el mar y el comercio.
Carlos II (1665-1700)
Mariana de Austria fue su regente. En los primeros años de su reinado hubo una crisis económica y tuvo conflictos con su hermanastro. Además, el poder estaba en manos de validos incapaces. A partir de 1680, la situación económica empezó a mejorar.
Crisis Demográfica
La Meseta fue la zona que más sufrió, junto con el sur y las zonas rurales en general. Las costas no lo notaron tanto y se recuperaron bien, al igual que las ciudades. Las causas fueron las epidemias de peste que aparecieron periódicamente desde finales del siglo XVI hasta casi el siglo XIX. El mal tiempo también contribuyó a la crisis, provocando una crisis agrícola y hambrunas que causaron muchas muertes. Finalmente, cabe destacar la cantidad de gente que murió en las guerras y la expulsión de los moriscos.
Crisis Económica
La crisis demográfica y la crisis agrícola provocaron la falta de mano de obra. Al haber menos cosechas, hubo menos comida y los precios subieron. Por otra parte, el comercio de lana se paralizó debido a la guerra con Inglaterra y Holanda. Sin embargo, la situación mejoró al final del siglo con el maíz, la vid y la exportación de otros productos.
Crisis Artesanal
La poca competencia extranjera en la producción de paños provocó la pérdida de empleos. La productividad del hierro disminuyó debido a la falta de tecnología y a la poca competitividad.
Crisis Comercial
La baja demanda, los malos caminos y las aduanas internas provocaron el estancamiento del comercio interior. El comercio exterior se vio afectado por las guerras. El comercio con América no pudo competir con el contrabando holandés e inglés.
Los Arbitristas
intentan aconsejar de lo q habria q hacerse para mejorar: exportar productos manufacturados en lugar de materias primas y hacer mas pequeña la presion fiscal quitando las aduanas interiores, acabando cn la guerra y esas cosas.