5.- La Crisis final de la Restauración: El impacto de la I Guerra
Mundial y el agotamiento del sistema político.
En mayo de 1902 se proclamaba la mayoría de edad de Alfonso XIII,
con lo que se daba por terminada la regencia de su madre María Cristina.
Durante su gobierno asistiremos a la crisis de la monarquía parlamentaria del
turno pacífico de partidos. En 1917, el ejército, el catalanismo y el
movimiento obrero romperán el equilibrio de un sistema con sus peticiones
de reforma, que a partir de esta fecha iniciará una pendiente hacia la
dictadura y el fin de la monarquía. Varios son los aspectos que nos permiten
hablar del inicio de la crisis del sistema diseñado por Antonio Cánovas del
Castillo:
1. El aumento de la inestabilidad política ante los continuos
cambios de gobierno y la brevedad de los mismos. Además, los
partidos dinásticos, cuya colaboración había quedado sellada
en 1885 en el Pacto de El Pardo, comenzarán a sentir poco a
poco, la amenaza creciente de fuerzas tanto de izquierda como
de derecha, nacionalismos y movimientos obreros, que
cobrarán especial protagonismo a partir de la crisis de 1917.
2. La fragmentación cada vez mayor de los dos partidos turnantes,
afectados por divisiones internas y enfrentamientos por el
liderazgo. En el partido Conservador, Silvela, Antonio Maura
(que inició una reforma electoral que aún no consiguiendo
acabar con la corrupción sí hizo más difícil el fraude electoral,
y aprobó la reforma de Administración Local, que concedía
más autonomía a ayuntamientos y diputaciones) y Eduardo
Dato se disputaban el liderazgo; mientras que en el partido
liberal hacían lo mismo Segismundo Moret, José Canalejas y
el Conde de Romanones. A pesar de esta división, los
gobiernos intentaron regenerar parte del sistema.
3. La constante intromisión de Alfonso XII en las decisiones
políticas.
Al mismo tiempo las fuerzas de la oposición aprovecharon la
oportunidad para intentar enfrentarse al sistema:
1 Los partidos republicanos, defendían reformas sociales; pero la
división interna terminó debilitando cualquier intento de
oposición. Esa división, se produjo entre republicanos
exaltados y republicanos partidarios de un acercamiento al
sistema político vigente. Los primeros defendían un ideario
marcadamente anticlerical y reformista. Fueron muy populares
entre la clase obrera gracias a su líder Lerroux.
2. Los partidos nacionalistas, que en el caso catalán lograron
importantes éxitos durante la regencia de Maria Cristina. En
1901 Cataluña logró la independencia del caciquismo del
sistema electoral de la Restauración y. gracias a la Lliga
regionalista, los partidos dinásticos se mantuvieron alejados
de la política catalana.
3 Los carlistas.
4. El movimiento obrero: los socialistas de la UGT y el PSOE y
los anarquistas de la CNT.
5, La oposición intelectual; a la cabeza de la cual estuvo Ortega y
Gasset, catedrático de Filosofía y partidario de. modernizar y
europeizar España.
A pesar de esta oposición. el Partido Liberal y el Conservador
continuaron gobernando alternadamente; evitando cualquier modificación
que pusiera en peligro los intereses políticos y económicos de los grupos
sociales dominantes. Entre 1902 y 1923 tuvieron que hacer frente a
diferentes problemas que fueron constituyendo otra amenaza para el régimen
de la Restauración:
El problema de Marruecos: tras la pérdida de las colonias
americanas España inicia un acercamiento colonialista a
Marruecos por intereses económicos y de prestigio militar.
El problema regionalista.
El falseamiento electoral y el caciquismo.
El problema social: la inflación, el hambre en el campo, los
salarios insuficientes el desempleo en las ciudades provocaron
la intensificación de los conflictos sociales y de la agitación
obrera, cuya expresión fueron las continuas huelgas y violentas
protestas. Para soluciona parte de estos conflictos se crea en
1908 el Instituto Nacional de Previsión que creaba un sistema
voluntario de pensiones de vejez e invalidez sólo parcialmente
subvencionado por el Estado.
El problema terrorista: durante los primeros años del siglo XX
aumentó el número y la. gravedad de los atentados (asesinato
de Canalejas, Eduardo Dato…)La actividad terrorista se
desplegó especialmente contra los empresarios en Barcelona.
Como respuesta, los patronos contrataron matones y pistoleros
para asesinar a líderes sindicalistas.
La cuestión religiosa: el país se hallaba dividido entre el
clericalismo el anticlericalismo.
La cuestión militar: el ejército tenía graves problemas internos
y un gran desprestigio social.
En cualquier caso, los dos grandes golpes para la monarquía
española fueron: la Semana Trágica ( 1909) y la crisis de
1917. Con el nombre de Semana Trágica se denominan los
acontecimientos acaecidos en 1909 en Barcelona y otros
núcleos industriales. inicialmente se produjeron
manifestaciones y luego se declaró la huelga general
promovida por anarquistas y socialistas, que degeneró en una
violenta insurrección espontánea apoyada por toda la clase
obrera barcelonesa. La situación se fue haciendo incontrolable
el gobierno conservador de Antonio Maura declaró el estado de
guerra en Barcelona. Los motivos que pueden explicar ese
estallido de violencia son:
1. La protesta contra la guerra colonial de Marruecos. al
producirse el llamamiento del gobierno a los reservistas catalanes para partir
en expedición militar a África. Esos reservistas habían finalizado, muchos de
ellos, su servicio militar hacia seis años; y es por ello por lo que se negaron a
dar sus vidas por defender los intereses económicos de unos pocos
industriales mineros deseosos de explotar las minas del Rif.
2. El anticlericalismo radical alentado por el republicano
Alejandro Lerroux.
3. El continuo malestar económico del proletariado barcelonés.
Las consecuencias más importantes de la Semana Trágica fueron:
1. La caída del gabinete conservador de Maura y la vuelta del Partido
Liberal al poder con José Canalejas como líder y un programa político
que representó el último intento de regeneración institucional (lev del
candado, servicio militar obligatorio, liberalización de la enseñanza,
legislación laboral…)
2. La creación de un acuerdo entre republicanos y socialistas para hacer
frente común contra el régimen monárquico. Es el primer paso de un
proceso de colaboración que desembocará en 1931 en la II República.
3. La durísima represión contra el movimiento obrero. Más de 1000
detenidos, cinco ejecutados y el fusilamiento de Francisco Ferrer i
Guardia, pedagogo librepensador e impulsor de la Escuela
Moderna, que sin haber participado directamente en los hechos, fue
acusado de inspirar ideológicamente la revuelta.
4. Desde el punto de vista internacional, el injusto fusilamiento de Ferrer
i Guardia provocó fuertes protestas y críticas contra el gobierno de
Maura, que aceleraron su dimisión.
El año de 1917 fue el año de la crisis definitiva para la Restauración. Por
un lado, desde el momento del estallido de la Primera Guerra Mundial en
1914 el gobierno español había declarado la neutralidad del país. La
sociedad, sin embargo, se dividió entre aliadófilos y germanófilos.
Pero mucho más trascendente que el mero conflicto ideológico fueron las
repercusiones económicas y sociales que la guerra tuvo para la Península. Su
situación como país neutral permitió a España aprovecharse y comerciar con
ambos bandos. Las potencias en conflicto tenían necesidad de artículos
alimenticios de primera necesidad. tejidos destinados a los soldados, metales
y minerales. La balanza comercial española con el exterior pasó a ser
ampliamente favorable, multiplicándose los beneficios procedentes
fundamentalmente de sectores industriales y del comercio.
Sin embargo esta etapa expansiva fue mal aprovechada, va que no se
invirtieron los beneficios en la modernización de infraestructuras, y por otra
parte se produjeron graves problemas sociales, entre ellos la escasez de pan
en las grandes ciudades por la exportación de trigo. El año de 1917
vaticinaba las consecuencias que traería para España el acuerdo de paz:
muchas industrias cerrarían sus puertas, se clausurarían cientos de fábricas
textiles, originando el paro de veinte mil obreros y otros tantos campesinos
serían despedidos por los terratenientes.
En este contexto, surgirá la llamada crisis de 1917 caracterizada por la
superposición de tres crisis diferentes coincidentes en el tiempo: la militar, la
política y la social (obrera). En cuanto a la crisis militar, los oficiales del
ejército se enfrentaron al gobierno descontentos por sus bajos salarios y por
el favoritismo en los ascensos (se ascendía por méritos de guerra y eso
favorecía al ejército de Marruecos, discriminando a las unidades
peninsulares). Para presionar al gobierno crearon las Juntas Militares de
Defensa (especie de asociación sindical), de las que estaban excluídos los
generales y que reclamaban entre otras cosas, el incremento de los sueldos.
Sin embargo, este comportamiento de los militares fue visto como una
ruptura con la disciplina militar y una muestra grave de insubordinación. En
principio el gobierno de Dato arrestó a los cabecillas, pero finalmente
concedió lo que se solicitaba, siendo esto una muestra de la debilidad del
sistema y de la falta de autoridad del gobierno. Además se aprobó la Lev de
Reforma Militar, que suponía el reconocimiento de los ascensos por estricta
antigüedad hasta el cargo de coronel.
El origen de la crisis política se encuentra en los desajustes económicos
y sociales que surgen después de la Primera Guerra Mundial, sobre todo,
en zonas como Cataluña. Durante la guerra la prosperidad económica de
Cataluña había sido más que considerable, pero el reverso de la moneda
era la situación de los trabajadores industriales, el aumento del coste de
vida y el estancamiento de los salarios, todo ello unido al incremento de la
llegada de inmigrantes desde Aragón, Valencia y Murcia. Estos factores
hicieron que la Lliga regionalista catalana reivindicara aún con más fuerza
el proyecto autonómico. Aprovechando el descontento militar y social la
Lliga pasó a la acción: intentar declarar incapaces a los partidos del sistema
y crear un contrapoder, la Asamblea de parlamentarios.
La intención de la Asamblea era reunir a todos los sectores políticos
descontentos para tratar de plantear unas nuevas bases sobre las que
desarrollar la vida política española. Acudieron a la cita en Barcelona unos
setenta parlamentarios, reivindicando una reforma de la Constitución para
democratizar el sistema y solicitando la autonomía política para Cataluña.
La Asamblea se reunió en tres ocasiones, siendo disuelta por la fuerza
pública. Ninguna de sus reivindicaciones fueron escuchadas. pero el
promotor de la Asamblea, Cambó, consiguió del rey que la Lliga entrara
en un gobierno de coalición o de concentración, destruyendo así el turno
del sistema canovista. Este resultado fue a la vez un éxito y un fracaso: un
éxito porque los parlamentarios catalanes se convertían en hombres de
gobierno, y un fracaso porque al integrarse en el gobierno central pasaban
a ser contrarios al catalanismo autonomista:
Por último. el desarrollo económico de la neutralidad española había
repercutido negativamente en las clases más bajas de la sociedad. Los
precios se habían disparado y las organizaciones sindicales CNT y UGT
vieron la necesidad de actuar. Esa alianza dará como resultado una huelga
general que se inició en agosto de 1917 y que se extendió por todo el país.
Anarquistas y socialistas actuaban unidos pero sus intereses finales diferían.
Los anarquistas pretendían utilizar la huelga como arma revolucionaria para
acabar con el sistema capitalista y el Estado; los socialistas deseaban acelerar
un cambio del sistema, en sentido democratizador, favoreciendo la caída del
régimen de la Restauración. Las fuerzas del orden tuvieron que actuar en
varios puntos de España para sofocar la huelga, que no llegó a su fin hasta
septiembre de 1917. Los obreros consideraron que sostener la huelga era
aumentar innecesariamente el número de víctimas y que la solución de los
conflictos debería posponerse.
El balance fue de 80 muertos y 2.000 detenidos, sin contar aquellos
que, temiendo por la acción de las fuerzas represivas, se refugiaron en las
montañas de Asturias y León. Los integrantes del comité revolucionario
fueron sentenciados a cadena perpetua hasta la amnistía del año siguiente. La
huelga dividió aún más al movimiento obrero: socialistas y
anarcosindicalistas no volverían a colaborar juntos.
En octubre de 1917, Dato dimite y el rey propone la creación de
gobiernos de concentración, formados por liberales, conservadores ~
miembros de la Lliga regionalista catalana. El bipartidismo se rompía. pero
la alianza oligárquica entre liberales y conservadores con los regionalistas
era sólo un intento de seguir en el poder. Sin embargo, la idea de los
gobiernos de concentración fue un desastre ya que, entre 1918 y 1923, hubo
trece gabinetes diferentes. A raíz de esta profunda crisis el gobierno entró en
una fase de inestabilidad total. La demostrada incapacidad del sistema para
democratizarse, el pistolerismo y el desconcierto político tras el desastre de
Annual en Marruecos, condujo a los sectores más conservadores a buscar
la solución en el establecimiento de una dictadura militar: el general
Miguel Primo de Rivera da un Golpe de Estado el 13 de septiembre de
1923.