Resume el origen y evolución del catalanismo, el nacionalismo vasco y el regionalismo gallego
El sistema político liberal que se implanta a lo largo del XIX establece un modelo de Estado de carácter centralista y uniformizador.
Las élites políticas una concienciación entre la ciudadanía que asegure esta concepción del Estado pero los resultados no serán enteramente satisfactorios. La España del XIX era legal, localismo y comarcalismo real“,con una burguésía nacional, con un proyecto nacional, sino burguésías regionales distintas y separadas. En las últimas décadas de siglo aflorarán diferentes regionalismos y nacionalismos
Hay toda una serie de factores que propiciaron el surgimiento de estos movimientos: Movimientos culturales desde mediados del XIX, ligados al Romanticismo. Crítica al centralismo uniformador del Estado liberal, defendiendo un Estado plural y diverso .Transformaciones económicas ligadas a la industrialización.Su impulso definitivo se dio con la pérdida de las últimas colonias y la crisis del 98, en su opinión, por la incapacidad del Estado liberal español para hacer progresar al país de dos tendencias políticas: 1. El regionalismo, que aspiraba a la creación de instituciones propias 2. El nacionalismo, con una mayor radicalización.El catalanismo, heredero del federalismo republicano con un planteamiento regenerador y autonomista, no independentista. En 1882 Almirall creó el Centre Catalá como una entidad por encima de los partidos y participó en la redacción del Memorial, dirigido al rey Alfonso XII en 1885 (se denuncia el centralismo y se demanda proteccionismo económico para Cataluña). En 1887, sectores de la burguésía conservadora y católica fundaron la Lliga de Catalunya, con un ideario monárquico y autonomista. En 1891 los distintos grupos catalanistas se fusionaron en la Uníón Catalanista y redactaron un Estado catalán dentro del Estado español, socialmente conservador. En 1901 se formó el primer gran partido catalanista, la Lliga Regionalista.
En el PAÍS VASCO, la abolición de los fueros en 1876 provoca una reacción en defensa de las instituciones perdidas y también de su lengua y cultura. Vizcaya surge un movimiento que reivindica los derechos históricos. El ideólogo del nacionalismo vasco fue Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco (PNV)
en 1895, cuyo objetivo era recuperar la conciencia nacional y hacer posible la independencia de Euskadi. En su origen, el nacionalismo vasco identificó el capitalismo y el centralismo con lo español y señaló a los inmigrantes o maketos como los culpables de la degeneración de la raza vasca a causa del mestizaje. Estas ideas, de corte católico y antiliberal, se resumían en el lema Dios y Ley Vieja. En las clases medias que veían con temor el crecimiento del socialismo entre la clase obrera. A la muerte de Arana en 1903, moderó sus aspectos más radicales y fue ganando influencia entre la burguésía industrial. Aparecíó entonces una tensión interna.También aparecerán movimientos en otros territorios como Galicia, Valencia, Aragón o Andalucía, aunque con menor grado de desarrollo y de organización política que en el caso de Cataluña o las provincias vascas.
Analiza las diferentes corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español, así como su evolución durante el último cuarto del Siglo XIX.
El movimiento obrero constituyó una forma de oposición frontal al sistema de la Restauración.
Durante el Sexenio Revolucionario (1868-74), se había producido una clara toma de conciencia política y organizativa del movimiento obrero español superando las fórmulas anteriores de protesta popular espontánea y la subordinación a los partidos pequeñoburgueses (demócratas, federales), al tiempo que se asimilaban las principales corrientes ideológicas de la AIT (Primera Internacional): el marxismo y el anarquismo.
La burguésía, dio un giro conservador. La represión del gobierno autoritario de Serrano (1874), disolviendo la sección española de la AIT, y de los primeros gobiernos del conservador Cánovas (1875) forzó el paso a la clandestinidad de un movimiento obrero ya claramente dividido en socialistas y anarquistas. Con el liberal Sagasta en el poder, la Ley de Asociaciones de 1887 permitíó la legalización de las organizaciones obreras. –
Anarquistas
Es la corriente que más eco encuentra en España, introducida por el italiano Fanelli (seguidor de Bakunin) en su visita en 1868 para crear una sección española de la AIT (I Congreso, Barcelona, 1870). El II Congreso de esa Federación Regional Española (FRE, Zaragoza, 1872) tenía mayoría de obreros anarquistas: se decide la separación del mundo obrero y la participación política parlamentaria. Con todo, muchos obreros anarquistas participaron en la revuelta cantonalista en las regiones del arco mediterráneo, especialmente en Barcelona, Zaragoza y las provincias de la Baja Andalucía. Pero los anarquistas andaluces no se integran en la FTRE y son más partidarios de la acción directa y la violencia contra los terratenientes. La profunda división del movimiento, la debilidad organizativa y la represión policial provocarán la disolución de la FTRE en 1883.
En los años 90, se produce una oleada de atentados en toda Europa, que en España tuvo su mayor incidencia en varias acciones terroristas en Barcelona.-
Socialistas:El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue fundado en 1879 por Pablo Iglesias.
Su ideario es marxista y es partidario de la participación política. El objetivo es la conquista del poder político por la clase trabajadora, ya bien sea por la vía electoral o bien a través de la revolución, tal y como había hecho la burguésía. Se configuró como un partido de clase, un partido exclusivamente obrero, que pretendía enfrentarse a los partidos burgueses en la lucha por el poder a través de las elecciones. En 1888 se produjo el I Congreso del PSOE y la fundación en Barcelona de la Uníón General de Trabajadores (UGT), sindicato unido al PSOE y liderado también por Pablo Iglesias.El partido será el instrumento de la acción política y el sindicato se encargará de las reivindicaciones laborales cotidianas para mejorar de las condiciones de vida y de trabajo de los obreros.
Explica la política española respecto al problema de Cuba
El Imperio colonial español, tras la pérdida de la América continental a principios del Siglo XIX, ha quedado reducido básicamente a las islas de Cuba y Puerto Rico en el Caribe, y las islas Filipinas en el Pacífico.
Cuba era la principal posesión española y concentraba numerosos intereses y negocios españoles. La vida económica de la isla se basaba en una agricultura de plantación, esencialmente de azúcar de caña, café y tabaco para la exportación. Esta actividad constituía una importante fuente de ingresos para el Estado y algunas empresas españolas
La política arancelaria que impónía el gobierno les obligaba a comprar productos españoles a elevados precios (trigo castellano y tejidos catalanes), mientras les dificultaba la exportación hacia Europa o EEUU. A nivel político, Cuba recibía un trato colonial y no tenía ningún derecho a enviar representantes a las Cortes ni a tener instituciones de gobierno o a intervenir en la elaboración de las leyes que les afectaban. La guerra de Cuba iniciada en 1895 será la culminación del movimiento independentista cubano que ya había protagonizado levantamientos anteriores y para España, tras la intervención de los EEUU, supondrá la pérdida de sus últimas posesiones coloniales en América y en Asía.
La Constitución de 1837 expulsa a los diputados americanos y somete a los restos del Imperio colonial a leyes de excepción. Las Cortes Constituyentes del Sexenio Democrático plantearon una reforma del sistema de gobierno en las provincias de ultramar.
El primer conflicto independentista se inició en 1868, con la sublevación popular dirigida por el coronel Céspedes. En los orígenes del conflicto definitivo está la negativa del gobierno de España a conceder algún tipo de autonomía política.
El comercio con Cuba proporcionaba importantes ingresos a España y los sucesivos gobiernos, liberales y conservadores, se dejaron presionar por los grupos con intereses coloniales que se opónían a cualquier cambio.En la isla encontramos tres corrientes políticas:los criollos autonomistas a través del Partido Liberal Cubano surgíó el Partido Revolucionario Cubano fundado en 1892.Frente a ellos estarán los españolistas. Formaron la Uníón Constitucional. Otro elemento importante fueron los intereses económicos de EEUU ya que Cuba exportaba más del 90% del azúcar y el tabaco a ese país. Sus políticos eran partidarios de la independencia de Cuba, por lo que supónía de fin del colonialismo europeo y por la posibilidad de explotar la isla en exclusiva.En 1893, el Plan de Reformas Coloniales elaborado por el entonces ministro liberal Antonio Maura fue rechazado por las Cortes. El malestar de la población cubana se había incrementado desde 1891, cuando España introdujo en Cuba un nuevo impuesto a la importación de productos no procedentes de España, el llamado Arancel Cánovas, que incomodó a EEUU. El incumplimiento de los compromisos de la Paz de Zanjón, el nuevo arancel y el apoyo norteamericano hicieron que en 1895 se reiniciara la guerra (Grito de Baire).
Especifica las consecuencias para España de la crisis del 98 en los ámbitos económico, político e ideológico
La derrota en la guerra con Estados Unidos es conocido como el desastre del 98.
No fue solamente una derrota militar y una pérdida territorial y colonial con repercusiones económicas políticas al desprestigiar a los partidos dinásticos y provocar una profunda crisis del sistema creado por Cánovas, además de desencadenar una auténtica crisis de conciencia. La prensa extranjera describíó a España como una “nacíón moribunda.Las principales consecuencias del Desastre del 98 fueron:
un aumento del antimilitarismo popular por el particular sistema de reclutamiento que permitía que solamente hiciesen el servicio militar y fueran a la guerra aquellos que no tenían recursos.
Pérdidas materiales
La economía española (especialmente la industria catalana) perdíó un excelente mercado para sus productos, además de agravar la situación de la Hacienda pública por la pérdida de ingresos. A medio plazo tuvo algún efecto positivo, ya que se produjo una repatriación de capitales.
Crisis política
Los partidos dinásticos sufrieron un enorme desprestigio, especialmente el Liberal de Sagasta al que le tocó asumir la guerra y la derrota.
Desprestigio militar
Surge un sentimiento corporativo de defensa entre los militares, al ser señalados como responsables de la derrota un rechazo de los militares hacia los políticos,Crisis moral:
Hondo pesimismo al poner de manifiesto “el problema de España.Por un lado, la crisis de conciencia tuvo una repercusión literaria importantísima plasmada en la Generación del 98, había llegado el momento de una regeneración moral, social y cultural del país.
Joaquín Costa será su figura más destacada. Para cambiar la situación planteaban programas de reorganización política y económica (fin del caciquismo, mejora del campo, obras públicas) y de reforma educativa (elevación del nivel cultural del país); en definitiva, una política orientada al bien común y no solo a los intereses de una oligarquía.El desastre del 98 significó el fin de una época y el surgimiento de una nueva generación de intelectuales, políticos, activistas sociales, científicos… Puso en jaque al sistema de la Restauración y a los dos partidos políticos del turno. La crisis estimuló también el crecimiento de los nacionalistas, sobre todo en el País Vasco y Cataluña, donde se denunció la incapacidad de los partidos dinásticos. Sin embargo, este empuje regeneracionista inicial se prolongó poco tiempo: Silvela presentó su renuncia antes de finalizar 1900 y el turno dinástico continuó a pesar de la crisis. Posteriormente, el conservador Maura y el liberal Canalejas relanzarían los últimos intentos regeneracionistas desde el sistema de la Restauración, con cambios mínimos y pocas consecuencias prácticas, al iniciarse una etapa de permanente inestabilidad y descomposición política.
Define en qué consistíó el “revisionismo político” inicial del reinado de Alfonso XIII, y las principales medidas adoptadas.
El primer tercio del Siglo XX en España estuvo marcado por la crisis definitiva del sistema de la Restauración, evidenciada ya con el desastre del 98.
Este período se caracterizó por:
Creciente inestabilidad política (constantes cambios de gobierno)
Insuficiente y muy desigual industrialización del país. Incremento y desarrollo de la oposición política y social al sistema
Republicanismo, nacionalismo y movimiento obrero ,Intervencionismo constante de Alfonso XIII en la vida política y las crisis de gobierno.
Reaparición del intervencionismo del ejército en la vida política (Cataluña y guerra de Marruecos)
Posición privilegiada de la Iglesia Católica y extensión del anticlericalismo Los primeros años del reinado de Alfonso XIII estuvieron marcados por los intentos de reforma o regeneración tanto desde dentro como desde fuera del gobierno:
Desde el propio sistema
Tuvo gran importancia hasta 1912 y se basaba en la crítica de los aspectos más visibles y negativos de la vida política: fraude y manipulación electoral.
Desde los partidos marginados
Creen que habían desaprovechado la crisis del 98 y su objetivo era movilizar la opinión pública para desbancar definitivamente a los partidos del turno.
Desde el regeneracionismo intelectual
La Generación del 98 (Unamuno, Ortega y Gasset…) reflexiónó sobre la decadencia de España y la necesidad de una renovación profunda, y el Regeneracionismo (Joaquín Costa) propuso reformas económicas y educativas para modernizar la sociedad.
Reformismo Conservador
El primer intento modernizador de Cánovas en el partido, Silvela (descentralización y reforma fiscal), pero fracasó y dejó paso a un nuevo líder conservador, Antonio Maura (1904), que intentó regenerar el sistema a partir de la formación de una nueva clase política que tuviese el apoyo social de las llamadas masas neutras: configurar un Estado fuerte y eficaz, poner fin al caciquismo e impedir el excesivo protagonismo de las clases populares. Para ello se aprobó una nueva Ley Electoral y la Ley de Administración Local.
También se adoptaron medidas proteccionistas y se mejoró la legislación laboral y se creó el Instituto Nacional de Previsión.
Finalmente, el gobierno impulsó una activa política exterior en la que se aceptaba que España interviniera en Marruecos. La dura represión de la Semana Trágica en 1909 supuso el fin de esta etapa.
Reformismo Liberal (Canalejas):
José Canalejas, representante del sector más izquierdista del partido, gobernó desde 1910 intentando atraerse a ciertos sectores populares a partir de un mayor reformismo social y la limitación del poder de la Iglesia:
Ley del Candado (libertad religiosas y prohibición temporal para nuevas órdenes religiosas), Ley de Mancomunidades (posibilita la uníón de diputaciones provinciales: Cataluña), reforma fiscal (sustitución del impuesto de consumos por un impuesto progresivo sobre rentas urbanas), Ley de Reclutamiento (supresión de la redención en metálico), legislación laboral (normativas de trabajo femenino, contratos y jornada máxima en las minas). Su asesinato a finales de 1912 supone el fin de la etapa regeneracionista promovida desde el sistema e inicia una etapa de crisis permanente en partidos y gobierno.
Explica las repercusiones de la I Guerra Mundial y la Revolución Rusa en España:
A partir de 1918 se agravó la crisis del sistema de la Restauración se sumaron otros nuevos:
las consecuencias de la crisis general de 1917 junto a la profundización de la crisis económica y social (que provoca más radicalización obrera y conflictividad social), el impacto de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa y el desastroso desarrollo de la Guerra de Marruecos.
Contexto de la I Guerra Mundial y la Revolución Rusa
Los años de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) son decisivos para la descomposición del sistema. El gobierno decreta la neutralidad y no intervención de España, tiene unas consecuencias económicas y sociales muy decisivas: la neutralidad provoca una fase económica expansiva espectacular, pero con un reparto muy desigual. La conflictividad social aumenta y el proceso culmina en la grave crisis de 1917.
El final de la Gran Guerra reduce las exportaciones e inicia una profunda recesión económica y una seria agitación social que aceleran la descomposición política y, al mismo tiempo, el triunfo de la Revolución bolchevique de Octubre de 1917 provoca la expansión del movimiento obrero y sindical, y la radicalización ideológica y de sus acciones
Crisis económica y agitación social
Supuso la reducción de las exportaciones y la economía entró en recesión. La crisis tuvo un especial impacto en Cataluña. Tras una huelga de 44 días que se hizo general en toda la ciudad y con gran apoyo popular y de la CNT, se alcanzó un acuerdo con la patronal que incluía la jornada laboral de 8 horas, convirtiéndose en el primer gran éxito del movimiento obrero. Sin embargo, el posterior incumplimiento de readmisión de trabajadores despedidos radicalizó el conflicto y derivó en la guerra social y el pistolerismo (1919-23):En el sur de España –Andalucía sobre todo, Extremadura y La Mancha, que exigían el reparto de tierra para los campesinos siguiendo el ejemplo de la Revolución Rusa, por lo que a este periodo se le conoce como trienio bolchevique (1918-21).
La descomposición política
La crisis de 1917 agravó la situación política y la división y debilidad de la oposición impide construir una alternativa al sistema. Para superarlo, se recurre a los gobiernos de concentración que integraban a los partidos dinásticos, algunos políticos de la Asamblea de Parlamentarios y la Lliga Regionalista, lo que supónía la quiebra del turno de partidos de la Restauración. El más relevante fue el Gobierno Nacional, presidido por Maura, e incluía a los jefes parlamentarios de los partidos monárquicos y al líder de la Lliga Regionalista (solo duró siete meses). Tras el fracaso de estos gobiernos se volvíó al turno de partidos. El régimen estaba colapsando y el desastre de Annual marcará su definitiva caída tras el golpe militar de Primo de Rivera.
Analiza las causas, principales hechos y consecuencias de la intervención de España en Marruecos entre 1904 y 1927
Tras el desastre del 98 muestra de un Imperio derrotado y un país en crisis- y un paréntesis de retraimiento en la política colonial, España inició su penetración en el Norte de África. A partir del reparto colonial de la Conferencia de Algeciras (1906) y el Tratado Hispano-Francés (1912), se establece un protectorado en Marruecos, del que se le corresponde a España una franja en el Rif y en la costa atlántica (Ifni y Río de Oro). La nueva aventura colonial está estimulada por intereses económicos (minas y ferrocarril) y políticos (restaurar el prestigio del país y del ejército perdidos en 1898). La ocupación inicial del Rif fue relativamente pacífica y pactada con las tribus bereberes (cabilas). Sin embargo, pronto fue contestada por ataques de algunas de ellas, lo que obligó a incrementar fuertemente la presencia militar. El envío de tropas de reservistas provoca un importante movimiento de protesta popular en Barcelona y la primera gran crisis (1909) del reinado de Alfonso XIII, conocida como la Semana Trágica.
Otros factores se suman al descontento: antimilitarismo, anticlericalismo, tensión social acumulada y tensión política nacionalista. El 18 de Julio de 1909, se desencadena la protesta para evitar el embarque de tropas para asegurar Melilla y el sindicato anarquista Solidaridad Obrera, con apoyo de la UGT y grupos republicanos, llama a la huelga general para el 26 de Julio. Los acontecimientos coinciden con la derrota española en el Barranco del Lobo, donde se producen 1.200 muertos. La huelga se extiende a ciudades industriales vecinas y la revuelta se prolonga durante una semana con numerosos levantamientos de barricadas en las calles de Barcelona, choques con las fuerzas de orden público y la quema de 80 iglesias y conventos, fuera ya del control del comité de huelga. El gobierno declara el estado de guerra y la represión será durísima:
La Semana Trágica tuvo consecuencias políticas:
La dimisión de Antonio Maura y el fin del turno pacífico -iniciándose el resquebrajamiento y la inestabilidad política del sistema-, el deterioro de la imagen del rey y la reorganización de las fuerzas de oposición -se fortalecíó el republicanismo con la Conjunción Republicano-Socialista y el nuevo Partido Reformista (1912), se refuerzan las organizaciones obreras, especialmente la CNT, a la que se suman muchos obreros desencantados por el papel ambiguo de Lerroux y surge un catalanismo republicano. Tras una pausa forzada por la neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial, la reanudación de la ocupación francesa en su parte del protectorado obliga a España a iniciar una carrera de toma de posiciones del territorio desde Ceuta y Melilla. En 1921, en una operación mal planificada, se produjo la humillante derrota militar española ante los rifeños dirigidos por su líder nacionalista Abd el-Krim, que desemboca en el Desastre de Annual. La catástrofe causó una enorme conmoción pública.
Pero el Golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera (1923) impide conocer sus conclusiones. El fin del conflicto se producirá en la dictadura de Primo de Rivera,con el desembarco de Alhucemas(1925). Hacia 1927, el Rif había sido completamente pacificado y ocupado, lo que supone la cumbre del prestigio de dictador. Sin embargo, el conflicto había terminado por agotar al régimen de la Restauración, que colapsa, provocando el pronunciamiento militar que pone fin a 47 años de vigencia de la Constitución de 1876.
Analiza la crisis general de 1917: sus causas, manifestaciones y consecuencias
La grave crisis del verano de 1917 hizo brotar todas las cuestiones pendientes que distinguían la España real de la España oficial. Las principales causas de la crisis son:
Inestabilidad política por la división y desprestigio de los partidos dinásticos, Gobiernos condicionados por mantener la neutralidad Descontento general del país agravado por la coyuntura económica de la I Guerra Mundial, que supone el empeoramiento del nivel de vida de las clases populares (alza de precios y carencia de productos básicos) mientras crecen escandalosamente los beneficios empresariales (especulación), y el contexto de la Revolución Rusa de Febrero de 1917, que provoca la denuncia política de oposición e intelectuales
La crisis se inició en Diciembre de 1916, cuando triunfa una huelga general obrera para protestar ante el encarecimiento de productos de primera necesidad. Durante el verano de 1917, el gobierno tuvo que hacer frente a una crisis generalizada:
CRISIS MILITAR: JUNTAS DE DEFENSA
Los militares se han convertido desde la Ley de Jurisdicciones en un grupo de presión, las Juntas de Defensa (1916), para defender sus reivindicaciones económicas y profesionales: atraso técnico, falta de medios, bajos salarios y, sobre todo, descontento por la política gubernamental de ascensos. En un manifiesto (Junio de 1917) dan un ultimátum al gobierno, que cede y acepta sus peticiones, convirtiéndose en el pilar del sistema frente al problema social, pero reforzado en su posición al convertirse en imprescindible para mantener el orden.
CRISIS POLÍTICA: ASAMBLEA DE PARLAMENTARIOS
La Lliga Regionalista convoca en Barcelona a diputados y senadores a una Asamblea de Parlamentarios, que acuerda formar un gobierno provisional, convocar Cortes Constituyentes y elaborar una reforma constitucional que incluya la descentralización autonómica. La Asamblea fracasa debido al reducido apoyo político, el rechazo de las Juntas de Defensa , el pavor por la revolución social y su disolución final por el gobierno.
CRISIS SOCIAL: HUELGA GENERAL REVOLUCIONARIA
En Marzo de 1917 se difunde un manifiesto conjunto de CNT y UGT en el que se muestran partidarios de huelga general indefinida si no se abaratan los productos de primera necesidad. Tras meses de creciente agitación en la calle, en Agosto la UGT convoca la huelga general revolucionaria, a pesar de recelos en el PSOE y del desmarque de la CNT por su carácter pactista con la burguésía (apoya solo en algunos lugares). Tras la crisis de 1917 nada será ya igual, el sistema está herido de muerte, y sus consecuencias son: El sistema se mantendrá durante cinco años más pero en un clima de inestabilidad y división permanente que obliga a crear gobiernos de concentración, incorporando a la Lliga y descabezando la Asamblea Demuestra a sindicatos y movimiento obrero que, pese al fracaso, su capacidad de movilización es muy importante, dando lugar a su posterior expansión, radicalización ideológica y euforia revolucionaria Provoca un giro en el movimiento militar, abandonando el reformismo y reiniciando el intervencionismo.