No hay ninguna razón para entrar en la I Guerra Mundial (1914-1918)
y por ello se mantuvo la neutralidad durante todo el conflicto. La guerra supuso una modernización económica y social, ya que posibilitó la conversión en una económica de exportación. Para ello, se llevó a cabo una reordenación del sistema y se produjo un aumento del capital español en la industria.
Características del proceso de cambio
- Aumento de los precios.
- Aparición de nuevas empresas en sectores que antes eran importadores.
- Aumento de los beneficios empresariales.
- Inflación sostenida hasta 1919, luego se dispara, con lo que los obreros y las clases populares pierden poder adquisitivo.
- Crisis de posguerra al acabar el conflicto, con lo que se produce una concentración de la clase media y un aumento de la radicalización política.
Toda esta situación acaba derivando en la Crisis general de 1917, que tendrá tres vertientes: la militar, la política y la social.
Crisis general de 1917
La primera en estallar fue la Cuestión militar, cuyas raíces hay que buscarlas en la mala situación interna del ejército, caracterizada por los ascensos más rápidos de los africanistas frente a los militares peninsulares. La crisis se realiza con la Creación de las Juntas Militares de Defensa, que reclamarán la necesidad de reforma para modernizar el ejército, mejor formación de las tropas… Al final las Juntas son un modo de presionar al poder civil y esto supone una oposición al poder civil.
La Cuestión política deriva del pulso continuado al gobierno por parte de los grupos republicanos, reformistas y socialistas, en un clima de inestabilidad y mala situación política. La oposición va a formar la Asamblea de Parlamentarios, que pedirá unas Cortes Constituyentes y la elaboración de una nueva Constitución. La Asamblea estará muy mediatizada por Cambó y la Lliga, que pretende evitar la radicalización hacia la izquierda. Ante esta situación, el gobierno envía el gobernador de BCN a disolver la Asamblea y son encarcelados.
Por último, estalla la Cuestión social; la CNT y UGT deciden emprender acciones conjuntas, declarando una huelga general en agosto de 1917, en la que se pedirán reformas políticas y soluciones al empeoramiento social por la situación de la IGM. Para solucionar el problema, se encarcelará a los líderes sindicales.
Trienio bolchevique (1917-1920)
Tras la crisis, habrá un aumento de la conflictividad en el entorno rural, con las primeras reclamaciones directas sobre la tierra, y también una radicalización de la forma de lucha. La respuesta por parte de la patronal será la creación de Sindicatos, dando lugar a un aumento de la violencia, en lo que se ha denominado la época del pistolerismo, donde se realizan acciones violentas tanto por parte de los obreros como entre los patronos.
La otra gran cuestión que mediatizará el reinado de Alfonso XIII será la Cuestión marroquí. En Marruecos, España cuenta con un protectorado tras la conferencia de Algeciras (1906), en donde se sacan muy pocos recursos económicos, pero que genera muchos gastos. La presencia española se centra en el envío de un ejército, escaso y mal preparado, que tiene que hacer frente a los constantes ataques de los bereberes.
Se introdujeron cambios como la creación de la Legión o los Regulares, o la división de la zona en dos áreas: Alto comisario en la zona occidental y un Comandante en Jefe en la zona de Melilla.
El conflicto con marruecos ocupa todo el reinado al igual que la Semana Trágica (26 julio-1 agosto 1909), que estalla por las protestas de las quintas reunidas por Maura en Barcelona. Se desata una semana de protestas populares, que adquieren un carácter anticlerical y antimilitarista. La represión fue brutal, siendo su actuación más controvertida el fusilamiento como principal culpable de Ferrer i Guardia. Las enormes protestas al fusilamiento acabaran generando un cambio de gobierno.
El último problema con Marruecos fue el Desastre de Annual (1921), ocurrido cuando el Comandante en Jefe Fernandez Silvestre pretende llegar a Alhucemas desde Melilla y someter a la más peligrosa tribu rifeña, pero le condujeron a la derrota de Annual, un auténtico desastre militar que costó más de trece mil muertos, entre ellos el propio general Fernández Silvestre. El desastre de Annual tuvo un efecto semejante al del 98 y precipitó la caída del gobierno. Hubo grandes protestas; republicanos y socialistas responsabilizaron al rey y reclamaron el abandono de Marruecos. La presión de la opinión pública llevó a la formación de una comisión militar que investigara los acontecimientos. Su resultado fue el Expediente Picasso (un informe).
El 13 de septiembre, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de estado estableciendo una dictadura militar.