La Desamortización en España
Importancia de la Agricultura
La actividad económica más importante en la España del Antiguo Régimen era la agricultura y, por tanto, la única que podía contribuir a la industrialización y a la introducción del sistema económico liberal. Para ello era imprescindible la reforma del régimen de la propiedad y fomentar innovaciones técnicas, de cultivo y gestión. La herramienta más revolucionaria y fundamental por parte del estado liberal fue la desamortización.
Herencia del Antiguo Régimen
La agricultura española en 1800 presentaba una serie de características:
- La propiedad de las tierras útiles del Antiguo Régimen estaban en manos de la nobleza y de la Iglesia.
- La nobleza, gracias a la institución del mayorazgo, había acumulado un patrimonio de bienes rústicos y urbanos fuera del libre comercio: no podían enajenar sus propiedades ni tampoco dividirlas, sino que había que transmitirlas al primogénito.
- La Iglesia era propietaria de grandes extensiones de tierra donadas desde hacía siglos.
- También los municipios eran propietarios de tierras debido a concesiones reales durante la Reconquista, cuya utilización adoptó dos formas: tierras de aprovechamiento común por parte de la comunidad y tierras de propios, que eran arrendadas a particulares.
Las Manos Muertas
Todas estas propiedades eran llamadas de «manos muertas» porque pertenecían a personas o corporaciones que las tenían vinculadas desde la Edad Media, y no podían ni comprarse ni venderse, solo donarse o heredarse. Eran el 80% de las tierras. Como resultado de este largo proceso amortizador, la cantidad de tierra a la que se podía acceder como propietario privado era muy escasa y se había encarecido.
Problemas de la Agricultura
La agricultura empleaba técnicas de baja rentabilidad: se trabajaba la tierra con el arado y se cultivaba con el sistema de año y vez. La vida del labrador era muy dura por el exceso de trabajo y la escasa remuneración. La agricultura se había convertido en un problema económico y social que necesitaba reformas.
El Proceso Desamortizador
Inicios del Debate
El debate sobre la necesidad de poner a la venta las tierras de manos muertas se inició a finales del siglo XVII, pero las primeras medidas se llevaron a cabo a finales del siglo XVIII. Se procedió de dos maneras:
- La desvinculación de los bienes de la nobleza, es decir: la abolición de los señoríos y la supresión de mayorazgos que permitía vender las tierras.
- La desamortización se aplicó a las propiedades del clero y los ayuntamientos, y suponía incautar estas propiedades y ponerlas a la venta en subasta pública.
Pasos del Proceso
El proceso desamortizador siguió unos pasos:
- La desvinculación o incautación, por medio de leyes; las tierras pasaban a manos del estado y son tasadas por peritos.
- El estado las vende en subasta pública, pudiéndose pagar en metálico o mediante bonos de deuda pública. Estas pujas fueron acaparadas por los inversores burgueses.
Reinado de Carlos III
Las propuestas ilustradas de iniciar una reforma agraria promovida por Jovellanos y castigar a la orden de los jesuitas, hicieron que se desamortizaran bienes de los municipios y de obras pías, y también bienes de los jesuitas.
Reinado de Carlos IV
Las deudas heredadas de Carlos III y la guerra contra los británicos pusieron la corona al borde de la bancarrota. Godoy, obligado a buscar financiación, expropió bienes de la Iglesia y los vendió.
Medidas de las Cortes de Cádiz
En 1811 las Cortes elaboran una ley que suprime los derechos jurisdiccionales de los afrancesados, a las órdenes militares disueltas y a los conventos y monasterios destruidos en la guerra. En 1813, la desamortización de la mitad de las tierras municipales. Estos bienes, considerados nacionales, se venderían en subasta pública.
Trienio Liberal (1820-1823)
Se retoman las medidas propuestas en las Cortes de Cádiz:
- La supresión de los señoríos jurisdiccionales.
- La desvinculación de los mayorazgos.
- La desamortización de los bienes de órdenes religiosas disueltas.
Se pretendía liquidar el feudalismo en el campo e introducir las relaciones capitalistas.
Desamortización de Mendizábal (1836)
La desamortización fue retomada en el periodo progresista de la regencia de María Cristina. La más importante fue promovida por Juan Álvarez de Mendizábal, sobre los bienes de las comunidades religiosas. El apoyo del clero a la causa carlista y la necesidad de recursos financieros para sufragar la misma fueron los principales incentivos. También se suprimieron señoríos y mayorazgos. Pretendía privar a los antiguos estamentos de fuerza económica y propiciar una explotación mejor del campo. No pudo aplicarse totalmente ya que en 1837 toma el poder el partido moderado y publica una ley para devolver los bienes. Espartero retoma la ley de Mendizábal sobre el clero secular. Tuvo la oposición de la Iglesia y el papado. En la década moderada de Isabel II se frenaron las medidas desamortizadoras y se creó un concordato con la Santa Sede en el que se compensaba de la pérdida de bienes a la Iglesia reservándole parte del presupuesto del estado.
Desamortización de Madoz (1855)
Durante este periodo se produce la venta forzosa de tierras de la Iglesia, el estado y los municipios. El objetivo de la desamortización fue la financiación de obras públicas y la creación de una clase media.