La dictadura de Franco: etapas, características y fin

La dictadura de Franco

La primera etapa de la dictadura se caracterizó por un predominio de la Falange y de su ideología fascista. Esto es debido al papel de la Alemania nazi en la escena internacional del momento. El hombre fuerte de esa etapa fue Serrano Suñer. Ante la ausencia de una verdadera constitución comenzaron a promulgarse las Leyes Fundamentales que fueron articulando el nuevo Estado.

Las Leyes Fundamentales

Con la Ley de Responsabilidades Políticas se buscó la represión y aniquilación de los enemigos del régimen. Con el Fuero del Trabajo, se quiso acabar con la conflictividad social a través de un sindicato vertical controlado por la Falange y la prohibición de la huelga.

La Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias

Durante la Segunda Guerra Mundial, España se declaró neutral, pero en 1940, ante los éxitos de Hitler, Franco abandonó la neutralidad y declaró la no beligerancia. A partir de 1942, con la entrada de EE.UU. en la Guerra, la derrota de las potencias del Eje parecía ya inminente. Franco empezó a cambiar de postura ante el peligro que suponía su apoyo a Hitler. De esta manera en 1942 se promulgó una nueva ley: la Ley Constitutiva de las Cortes, que creó unas cortes controladas completamente por el dictador con las que Franco pretendía simular una cierta apertura y legitimarse internacionalmente.

La derrota de las potencias del Eje supuso una verdadera amenaza para la supervivencia de la dictadura en España. Franco realizó un lavado de cara al régimen acentuando su aspecto monárquico y su carácter católico para marcar distancias con el fascismo. Para ello, Falange perdió peso y en el nuevo gobierno de 1945 Franco dio un mayor protagonismo a los católicos. Esto no pudo evitar el aislamiento internacional y la condena de la ONU que el 12 de diciembre de 1946 votó una resolución en la que prohibía la entrada de España en los organismos de la Organización y la retirada de embajadores.

El fin del aislamiento y el desarrollo económico

Los esfuerzos de Franco para romper el aislamiento dieron sus frutos en los años cincuenta. En 1951 regresan los embajadores y en 1955 España entra en la ONU.

En 1953 firma dos acuerdos fundamentales como son el concordato con la Santa Sede y el acuerdo hispano-norteamericano con EEUU. En este último, a cambio de permitir la apertura de bases militares estadounidenses en territorio español, el régimen lograba ayuda económica y el tan ansiado reconocimiento internacional.

El Fuero de los Españoles y la Ley de Referéndum Nacional

Fuero de los Españoles, en el que se establecen los derechos y deberes de los españoles pero sin verdaderas garantías. A la vez, la Ley de Referéndum Nacional (1945) pretendía mostrar que en España estaba reconocido el sufragio universal. Permitía al jefe del Estado convocar plebiscitos para que el pueblo refrendara una ley. Sin embargo, las pocas veces que se llegaron a realizar elecciones, estas estuvieron manipuladas.

La Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado

Precisamente fue la siguiente ley, la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947), la primera que fue votada en referéndum y, por supuesto, aprobada por amplia mayoría. Con ella Franco se reservaba el derecho a elegir a su sucesor y trataba de acallar las críticas de don Juan de Borbón, el hijo de Alfonso XIII, que reclamaba el trono de España. Las dificultades económicas por las que pasaba el país acabó con la primera gran crisis de la dictadura.

Los tecnócratas y el desarrollo económico

Los tecnócratas son perfiles técnicos, no políticos, a los que se les encarga una labor de gobierno. Franco escogió a perfiles económicos vinculados al Opus Dei. Ellos serán los artífices del prodigioso desarrollo económico de los años sesenta.

La Ley de Principios Fundamentales del Movimiento

En 1958 se aprobó la sexta ley fundamental de la dictadura: la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento. Se trata de una recopilación de leyes y normativas que definía al régimen como “democracia orgánica” que permitía la participación a través de los órganos fundamentales del Estado: la familia, el municipio y el sindicato vertical.

La Ley Orgánica del Estado

Poco más tarde llegaría la Ley Orgánica del Estado (1967) con la que se pretendía terminar de institucionalizar el Estado franquista y garantizar su pervivencia tras la muerte del dictador. .

La sucesión de Franco

Poco más tarde, en 1969, finalmente Franco acepta aclarar su sucesión y nombra como su heredero al príncipe don Juan Carlos de Borbón, hijo de don Juan de Borbón. De esta manera se salta así la línea dinástica. El joven príncipe juró guardar y hacer guardar las Leyes Fundamentales del Reino y los principios del Movimiento Nacional.

El escándalo Matesa y el gobierno de Carrero Blanco

En el mismo año estalla el escándalo Matesa, un caso de corrupción que afectaba directamente al gobierno. Como reacción, Franco formó un nuevo gobierno. Tras el escándalo Matesa. asumió el poder Carrero Blanco, un militar que representaba la facción más dura del franquismo. Primero tuvo el cargo de vicepresidente del Gobierno, pero a partir de 1973 fue presidente del Gobierno (Franco ocupaba el cargo de jefe del Estado). Muy poco después, antes de que empezara a desarrollar sus políticas conservadoras, Carrero Blanco fue asesinado en Madrid víctima de un espectacular atentado de la banda terrorista ETA.

La crisis del franquismo y la muerte de Franco

En 1974 fue elegido como presidente Carlos Arias Navarro. Este realizó un tímido intento de apertura política que fue contestado por los sectores más inmovilistas del Gobierno. A la falta de dirección política y el deterioro de la salud del dictador se sumó un nuevo problema. La crisis económica de 1973 provocada por el aumento del precio del petróleo provocó una subida de los precios, más paro y el descenso del turismo. La revolución del 25 de abril de 1974 en Portugal, la llamada “revolución de los Claveles”, acababa con la dictadura de Salazar. Poco después, el 20 de noviembre de 1975, después de una larga agonía, murió Francisco Franco. El 22 del mismo mes Juan Carlos fue proclamado rey de España.

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