1. Causas de la Dictadura Militar de Primo de Rivera
Algunos de los acontecimientos que explican el establecimiento de la Dictadura son:
- El fin del sistema de alternancia de partidos y la descomposición del sistema canovista. Los enfrentamientos entre liberales y conservadores, así como las rivalidades internas, terminaron con el turnismo de los gobiernos de la Restauración. Entre 1914 y 1923, los gobiernos sucesivos no lograron estabilizar el país, lo que condujo a una mayor aceptación de una intervención militar.
- La crisis de 1917, que se manifestó en tres aspectos:
- La rebelión de las Juntas Militares de Defensa en junio de 1917, creadas por oficiales de baja y media graduación que reclamaron mejoras salariales y rechazaron los rápidos ascensos de los africanistas. En junio publicaron un manifiesto vagamente regeneracionista, se negaron a disolverse, y el gobierno del conservador Eduardo Dato tuvo que reconocer a las Juntas como portavoces del ejército.
- La Asamblea de Parlamentarios en julio de 1917, asistida por republicanos socialistas y la Liga Regionalista, en la que, ante la negativa gubernamental de reabrir las Cortes cerradas por el gabinete liberal de Romanones, se demandó un cambio de gobierno y la convocatoria de Cortes Constituyentes, pero fue disuelta por la Guardia Civil.
- La huelga general revolucionaria de agosto de 1917, convocada por la UGT y respaldada por la CNT, en protesta por la represión de una huelga previa de ferroviarios en Valencia. Sólo tuvo éxito en Barcelona, Madrid, Bilbao y las cuencas mineras asturianas, donde fue reprimida por el ejército con un balance de 70 muertos y 2000 detenidos. Esta huelga exacerbó la crisis política y contribuyó al declive definitivo del sistema de la Restauración.
- La crispación social, traducida en huelgas frecuentes, conflictos en el campo y tensiones en Barcelona entre obreros anarquistas y empresarios, influenciados por la revolución bolchevique y la III Internacional, en cuyo marco fue fundado en 1921 el Partido Comunista de España. A partir de 1919, el enfrentamiento entre trabajadores y obreros alcanzó una violencia extrema. Se creó el Sindicato Libre en Barcelona para actuar contra los líderes del movimiento obrero mediante el pistolerismo y la Ley de Fugas. La situación de miseria del campesinado andaluz dio paso al trienio bolchevique (1918-1921), durante el cual el agravamiento de la situación de los trabajadores propició un auge de las revueltas, manifestaciones y huelgas.
- La radicalización de los nacionalismos catalán y vasco, declarados abiertamente independentistas, con el partido Estat Catalá de Francesc Maciá y el PNV.
- Dos acontecimientos adversos aumentarán la tensión en la sociedad:
- El asesinato del líder anarquista Salvador Seguí en marzo de 1923, en respuesta al del presidente de gobierno Eduardo Dato en marzo de 1921 a manos de los anarquistas, buscando una revolución mediante la violencia.
- La derrota de Annual en la guerra de Marruecos en julio de 1921, que causó más de 13.000 bajas en el ejército español y originó una investigación sobre las responsabilidades, con el Informe Picasso, y generó críticas contra el ejército.
2. El Golpe de Estado
El 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, pronunció un golpe militar contra la legalidad constitucional, declarando el estado de guerra y exigiendo que el poder pasara a los militares. Tras consultar a otros capitanes generales, emitió el manifiesto “Al país y al ejército”, en el que decidió establecer un Directorio Militar para “la salvación de la Patria y liberarla de los profesionales de la política”. Primo presentó la dictadura como transitoria, con la intención de erradicar los males del país. Ante la vacilación inicial, Alfonso XIII le encargó formar un nuevo gobierno, respaldando así la dictadura durante sus siete años de duración, lo que le costaría caro.
El golpe apenas encontró resistencia, y el rey lo legitimó al designar a Primo como jefe de gobierno, instaurando un Directorio Militar que abolió el régimen parlamentario, los partidos políticos y disolvió las Cortes. Esta acción contó con el apoyo del ejército, la Iglesia, las élites políticas, económicas y sociales, así como las clases medias, preocupadas por la creciente conflictividad social en España. La dictadura se aceptó ampliamente como una solución temporal para combatir el caciquismo y la indisciplina social, incluso por una parte del PSOE, que negoció mejoras sociales a cambio de su aceptación. El mandato de Primo se divide en:
3. El Directorio Militar (1923 – 1925)
Inmediatamente después del golpe, se estableció el Directorio Militar, la primera etapa de la Dictadura. Primo de Rivera suspendió la Constitución de 1876, disolvió las Cortes y asumió todos los poderes, eliminando el parlamentarismo y las elecciones generales. Se declaró el estado de guerra, se reemplazaron los gobernadores civiles provinciales por militares y se extendió el Somatén por todo el país. Se iniciaron reformas administrativas, disolviendo diputaciones y ayuntamientos para acabar con el caciquismo y creando juntas municipales. Se otorgó autonomía a los municipios y se estableció la elección popular de concejales y alcaldes, dando predominio inicial al Ejército en el sistema político.
3.1. El Orden Público
Primo de Rivera reprimió grupos extremistas con el beneplácito de buena parte de la sociedad, acabó con los pistoleros y atentados y logró un periodo de estabilidad desconocida hasta entonces, con duras medidas contra la CNT y el PCE. La colaboración del PSOE con el régimen muestra su amplio consenso. También reprimió cualquier manifestación de nacionalismo periférico, lo que radicalizó el nacionalismo catalán hacia posturas separatistas.
3.2. El Problema de Marruecos
La solución del problema marroquí fue un gran éxito del Directorio Militar. Tras el Desastre de Annual, Primo de Rivera inicialmente quería el abandono de la zona, pero cambió de enfoque en 1924. Tras el fallido intento de acuerdo con el líder de los rifeños, cuya estrategia lo enfrentó a Francia, se alcanzó un acuerdo con dicho país y una alianza franco-española, lo que posibilitó la operación militar del desembarco de Alhucemas en 1925, que dividió la zona rifeña en dos partes y derrotó a Abd-el-Krim, quien se entregó a Francia en 1926, logrando el entendimiento con los militares africanistas y la ampliación de unidades voluntarias para proteger la zona, eliminando la llamada a reservistas. En julio de 1927 se daban por terminadas las campañas de Marruecos.
3.3. La Oposición de los Intelectuales
Sin embargo, la oposición de intelectuales, universitarios, viejos políticos liberales y algunos sectores militares marcó el declive del Directorio. El Dictador respondió con una fuerte censura y represión, encarcelando o exiliando a críticos como Unamuno, deportado a Fuerteventura, o Jiménez de Asúa y Fernando de los Ríos. La creciente oposición socavó la estabilidad del régimen, especialmente cuando políticos liberales de peso y militares relevantes se unieron al descontento de los intelectuales.
4. El Directorio Civil (1925 – 1930)
4.1. Las Nuevas Orientaciones de la Dictadura y sus Problemas
Primo, más fuerte que nunca, con la aparente paz social y el éxito en Marruecos, buscó consolidar su dictadura, creando la Unión Patriótica, totalmente adicta a su persona, y dando paso al Directorio Civil a fines de 1925 y nombrando un nuevo gobierno sustituyendo civil, incluyendo miembros de la Unión Patriótica, con el objetivo de consolidar su dictadura: sacarla de la ilusión transitoria.
La creación de la Unión Patriótica buscaba institucionalizar la dictadura, pero enfrentó la oposición de sectores contrarios al régimen que, de ahora en adelante, van a pasar a acciones más decisivas:
- La Sanjuanada. Ciertos políticos descontentos junto a militares e intelectuales prepararon una conspiración similar a los pronunciamientos que tendría lugar el día de San Juan de 1926, pero fue descubierta y castigada con multas gubernativas.
- El nuevo conflicto de los artilleros. Al ser suprimida en la Artillería la posibilidad de ascender por méritos y el clásico sistema de antigüedad, sus oficiales se rebelaron contra el Dictador, pero ello lo resolvió suprimiendo el Arma de Artillería, distanciando al general y ciertos sectores del Ejército.
4.2. Las Realizaciones del Directorio Civil
A pesar de los desafíos, Primo continuó institucionalizando su régimen, apoyado por la gran aceptación de la sociedad, que veían con buenos ojos los éxitos innegables, y también de aquellos que sabían jugar con la ola de prosperidad de los “felices años 20”. Se realizaron inversiones en obras públicas y mejoras agrícolas, mejorando caminos y ferrocarriles, y destacando la creación de las Confederaciones Hidrográficas en 1929, cuya función era gestionar el aprovechamiento agrícola e hidroeléctrico de las cuencas fluviales y de regadío.
José Calvo Sotelo, ministro de Hacienda, implementó reformas fiscales exitosas, eliminando déficits estatales, y creó el monopolio de petróleo público con CAMPSA, que importaba, refinaba y distribuía este producto. También se crearon los monopolios de Telefónica e Iberia, de transporte aéreo.
4.3. La Institucionalización en lo Político y en lo Social
Los éxitos económicos respaldaron los intentos de Primo de institucionalizar su régimen política y socialmente. Anunció la creación de una Asamblea Nacional Consultiva, “en la que estén representadas todas las clases e intereses”, en 1926, y comenzó la actividad de esta al año siguiente, aunque no tenía atribuciones concretas, pues era un organismo meramente consultivo compuesto por una amalgama de políticos que iban desde el derechista Maeztu al socialista Largo Caballero. Esta Asamblea fue comisionada por Primo para elaborar un proyecto constitucional, que no pasó del anteproyecto.
Primo buscaba centrar la política en su liderazgo, siguiendo el modelo fascista italiano, del que era admirador. La legislación obrera se orientó hacia el corporativismo, fundamentada en el Decreto de Organización Corporativa Nacional inspirado en el fascismo italiano y las encíclicas papales, buscando que patronos y obreros de una misma rama se encontrasen representados en una misma organización o corporación. Nacieron así los Comités Paritarios, creados para negociar condiciones laborales y salarios.
4.4. La Crisis de la Dictadura
Mientras que el pueblo, despreocupado de la política y contento con la prosperidad, no aplaudió ni criticó a la obra del Dictador, la oposición al régimen creció entre intelectuales, universitarios, políticos liberales, sindicatos obreros y sectores del ejército. En el ámbito intelectual y universitario, surgieron acciones anti-dictadura, que el gobierno intentó acallar con cierres de Universidades, suspensión de actos, etc. La Federación Anarquista Ibérica (FAI) nació en 1927 como resultado de la oposición de asociaciones obreras al corporativismo.
Algunos militares conspiraban, la Iglesia mostraba en algún sector una conciencia anti-régimen, y los regionalistas catalanes vieron al general abolir la Mancomunidad Catalana. Sin embargo, parte de la alta burguesía y la nobleza apoyaban a Primo, enriquecidas por los grandes negocios y amparadas en el orden social reinante. También apoyó al Dictador jerezano una gran masa conservadora ultracatólica de la clase media.
La llegada de la gran crisis económica del 29 hizo al régimen verdaderamente tambalear, con la pérdida de fortaleza de la peseta en el mercado internacional, que llevó a la disminución de negocios y el éxodo de capitales. La Internacional de Barcelona e Iberoamericana de Sevilla supusieron considerables pérdidas, y con la renuncia del ministro de Hacienda, Calvo Sotelo, y con él, otros ministros, la crisis tocaba ya al timbre.
La Universidad “ardía”, políticos conspiraban fuera y dentro del país, obreros creaban cada vez más conflictos; en diciembre de 1929, la caída de Miguel Primo de Rivera era inminente, y tras pedir un voto de confianza a los capitanes generales de distintas regiones cuya respuesta fue negativa, en enero de 1930 dimitió, buscándose una salida pacífica para el país. Marchó a Francia, donde moriría un mes más tarde. El rey Alfonso XIII intentó restaurar el régimen parlamentario nombrando a Berenguer como jefe de gobierno, con la tarea de reponer la Constitución de 1876, pero este mantuvo una dictadura suavizada, conocida como la»dictabland».
En agosto de 1930, el Pacto de San Sebastián unió a todos los opositores republicanos, socialistas, radicales y catalanistas de izquierda, con la CNT adhiriéndose. Este pacto buscaba poner fin a la monarquía, respaldado por la creación de la Agrupación al Servicio de la República, dirigida por Ortega y Gasset.
En enero de 1931, Alfonso XIII nombró almirante a Aznar, quien convocó elecciones municipales para abril. Los candidatos del Pacto de San Sebastián triunfaron en las principales ciudades y Alfonso XIII se exilió. El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República, ante el entusiasmo popular.
l entusiasmo popular.