La Dictadura de Primo de Rivera: Del Directorio Militar a la Crisis y Caída

La Dictadura de Primo de Rivera marca el fin del Sistema Canovista y el último período de la Restauración, que estaba en crisis desde 1898. Ya no lograba mantener la estabilidad política como se pretendía originalmente. El movimiento regeneracionista sugería soluciones para los problemas de España, incluyendo la idea de un «Cirujano de Hierro» que pudiera restablecer el orden en el país.

Años Previos al Pronunciamiento

Los años previos al pronunciamiento se caracterizan por la inestabilidad gubernamental, el surgimiento de movimientos nacionalistas, la agitación social evidente en la Huelga General de 1917 y el malestar en el ámbito militar que se remonta al Desastre del 98. La Derrota de Annual en 1921 y las implicaciones del Informe Picasso marcarán el punto crítico de esta crisis sistémica, culpando tanto al ejército como al propio rey por el desastre. Para evitar la divulgación de este informe, en septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera lleva a cabo un pronunciamiento en Barcelona, declarando el Estado de Guerra y suspendiendo la Constitución de 1876. Ante la falta de apoyo al gobierno de García Prieto para resistir el pronunciamiento, este dimite de su cargo. Alfonso XIII encomienda entonces a Primo de Rivera la formación de un nuevo gobierno, lo que da cierta legitimidad al golpe. («Primo de Rivera actuó solo, pero triunfó porque el gobierno estaba más solo todavía»)

Apoyo Inicial y Crecimiento de la Oposición

Al principio, la dictadura no enfrentó una gran oposición, ya que había cierta expectativa sobre si podría mejorar el sistema existente. Por eso, no fue necesario imponerla por la fuerza ni hubo represiones significativas. Sin embargo, con el tiempo, la oposición creció entre intelectuales como Ortega y Gasset, Unamuno o Blasco Ibáñez, así como entre los nacionalismos periféricos, los comunistas y la CNT. A pesar de ello, el PSOE y la UGT colaboraron con el régimen hasta 1928.

Objetivos y Etapas de la Dictadura

El objetivo inicial de Primo de Rivera era resolver los problemas de España en un plazo específico para luego restaurar la normalidad constitucional anterior. Inicialmente, se esperaba que lograra esto en tres meses, luego en un año, y después en dos años más, y así sucesivamente. Por lo tanto, al principio, el objetivo era reformar el sistema canovista, ya que se creía que el problema radicaba en la corrupción política y no en el sistema en sí mismo.

Podemos establecer 2 etapas:

  1. El Directorio Militar (1923-1925)
  2. El Directorio Civil (1925-1930)

El Directorio Militar (1923-1925)

Medidas y Características

Tras el golpe de estado, Primo de Rivera disuelve el Congreso y el Senado, y establece un Directorio Militar conformado únicamente por generales. Se suspenden todas las garantías constitucionales, y la administración pasa a estar controlada por el ejército. En 1924, se establece un único partido nacional, siguiendo el modelo italiano de Mussolini, llamado la Unión Patriótica.

Objetivos y Conflictos

Los objetivos principales son mantener el orden interno y llevar a cabo una administración transparente para acabar con el caciquismo. Para abordar el problema social, se ilegaliza la CNT y se prohíben las huelgas, pero se busca colaboración con los sindicatos de la UGT. Aunque inicialmente se buscó el apoyo de los regionalismos, las medidas centralizadoras generaron enfrentamientos, especialmente tras la supresión de la Mancomunidad de Cataluña. Se extendió el somatén, un modelo de milicia catalana, al resto de España, como una fuerza paramilitar encargada de mantener el orden público y moral.

Conflictividad Social y Éxito en Marruecos

Durante este periodo, la conflictividad social disminuyó coincidiendo con un periodo de prosperidad económica. De todos los problemas, el que fue realmente resuelto fue el conflicto en Marruecos. Con la presencia de Sanjurjo, Millán Astray y Franco en la región, y la ocupación de territorios franceses por parte de Abd-el-Krim, se buscó la colaboración de Francia. Se entrenó a la tropa y se la equipó con tanques y aviones, especialmente fortaleciendo La Legión o Tercio de Extranjeros. Siguiendo el consejo de Franco, se decidió realizar un ataque por mar. El desembarco de Alhucemas en 1925 resultó exitoso, y la guerra finalizó definitivamente en 1927.

El Directorio Civil (1925-1930)

Formación del Gobierno y Asamblea Nacional

En 1925 comienza el Directorio Civil. Primo de Rivera contaba en este momento con una gran popularidad. Formó un gobierno con civiles: Calvo Sotelo en Hacienda, Aunós en Trabajo y Largo Caballero como Consejero de Estado. Crea una Asamblea Nacional de carácter consultivo que provenía de la Unión Patriótica. Esta asamblea empezó a trabajar en una nueva constitución que nunca finalizó.

Política Laboral, Obras Públicas y Economía

El Directorio Civil estableció Corporaciones laborales con comités paritarios, siguiendo el modelo italiano, donde trabajadores y patronos discutían condiciones laborales con el Estado como árbitro. Se implementó una política de Obras Públicas con una gran inversión en infraestructuras como carreteras, red ferroviaria y embalses, lo que redujo significativamente el desempleo, aunque aumentó la deuda pública. Se crearon confederaciones hidrográficas para regular cuencas, riego y electrificación. Además, una nueva política educativa incrementó el número de escuelas primarias y de formación industrial.

Durante el régimen corporativo, el Estado buscó dirigir la economía y la sociedad mediante políticas de proteccionismo industrial y la creación de monopolios en servicios clave como telecomunicaciones y petróleo. Se promovió el turismo con la inauguración de exposiciones internacionales, lo que impulsó la industria hotelera con la creación de la red de Paradores Nacionales.

Este período coincidió con los «Felices Años 20» y un crecimiento económico significativo, especialmente en la industria siderúrgica y el sector eléctrico. Esto provocó un trasvase poblacional del campo a la ciudad y un cambio hacia sectores secundarios y terciarios, aunque la agricultura seguía siendo predominante.

Creciente Oposición y Crisis del Régimen

Descontento y Tensiones

En los últimos años de la dictadura, surge una creciente oposición al régimen, incluyendo a intelectuales, republicanos, estudiantes, obreros, nacionalistas y socialistas. Además, el régimen enfrenta tensiones con el estamento militar debido a la disolución del cuerpo de artillería y refuerza la censura ante las críticas de la prensa. El cierre de universidades debido a protestas estudiantiles también contribuye a la agitación social.

Debilitamiento del Apoyo y Conspiración

La Unión Patriótica, una agrupación respaldada por el régimen, intenta mantener el apoyo popular destacando la defensa de los intereses nacionales. Sin embargo, eventos como la Conspiración de la Sanjuanada en 1926, un intento de golpe de estado fracasado, evidencian la creciente desestabilización del régimen.

Crisis de 1929 y Agravamiento de la Situación

La situación se agrava con la Crisis de 1929 y la Gran Depresión, que afecta a la economía española con la devaluación de la peseta, déficit comercial y retirada de inversiones extranjeras. El aumento del desempleo y las manifestaciones se suman a la agitación social.

Dimisión de Primo de Rivera y Transición

Fin de la Dictadura y la»Dictabland»

Ante la pérdida de popularidad y apoyo, Primo de Rivera dimite en enero de 1930, dando paso a un periodo conocido como la «Dictablanda». El rey encarga formar gobierno al general Dámaso Berenguer con el objetivo de volver a la normalidad constitucional anterior. Sin embargo, los partidos políticos se niegan a colaborar y, en agosto de 1930, varios partidos, liderados por Alcalá Zamora, se unen en el Pacto de San Sebastián a favor de la República.

Elecciones Municipales y Proclamación de la República

Tras la dimisión de Berenguer, el almirante Aznar asume el gobierno y decide convocar elecciones municipales como una transición hacia la constitucionalidad. Estas elecciones se convierten en un plebiscito sobre la monarquía, donde aunque los monárquicos obtienen más votos numéricamente, el voto republicano arrasa en las ciudades, indicando que la España real se inclina hacia la república, especialmente en áreas urbanas donde el caciquismo era menos influyente. Aznar declara que «España se acostó monárquica y se levantó republicana».

Fin de la Monarquía y Legado de la Dictadura

Alfonso XIII se exilia y el 14 de abril de 1931 se proclama la Segunda República. La caída de la Dictadura también marca el fin de la Monarquía. Alfonso XIII, asociado con la dictadura como «Segundo de Rivera», vinculó su destino al éxito o fracaso de la misma al sancionarla. Sin embargo, la dictadura no logró regenerar el sistema canovista, que ya estaba en declive, ni implementar las reformas necesarias, especialmente en el ámbito fiscal, para establecer un nuevo régimen.

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