La dictadura de Primo de Rivera
El 13 de septiembre de 1923 el capitán general Primo de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, Marqués de Estrella, lanzaba un manifiesto al país proclamando el estado de guerra y advirtiendo de una dictadura militar, hasta que el país ofreciera hombres rectos, sabios, laboriosos y probos. En su mandato se pueden distinguir dos etapas:
Directorio militar (septiembre de 1923 a diciembre de 1925)
Directorio civil (diciembre de 1925 a enero de 1930)
El golpe de estado y el Directorio Militar
Hacia el año 1923 la situación política parecía haber llegado a un callejón sin salida: crisis política, económica, social, regional, colonial, militar. El rey Alfonso XIII, cada vez más desencantado con el parlamentarismo, acogió con agrado el golpe de Primo de Rivera. La mayor parte de la empresa lo recibió de manera favorable, también la iglesia y la burguesía. Tan solo algunos políticos del viejo régimen como Romanones o Sánchez Guerra manifestaron su oposición. Aunque llegó al poder un año después que Mussolini en Italia, Primo no era fascista. Muchos pensaban que había llegado la hora del cirujano de hierro del que hablara Costa.
Primo de Rivera formó un Directorio Militar integrado por ocho generales de brigada y un contralmirante. Entre las medidas adoptadas destacan:
- El Congreso y el Senado fueron cerrados y la Constitución de 1876 declarada en suspenso.
- Los gobernadores civiles fueron sustituidos por militares, los ayuntamientos fueron disueltos.
- Se persiguió la corrupción de la etapa anterior. Políticos, como el liberal Santiago Alba, tuvieron que exiliarse ante la amenaza de ser detenidos.
- Se detuvo el proceso de búsqueda de responsabilidades en Marruecos abierto con el expediente Picasso.
- Se restableció la paz social y el orden público.
- Se suprimió la Mancomunidad Catalana.
Reforma de administración local y provincial
En 1924 se aprobó el Estatuto Municipal de obra de José Calvo Sotelo que dotaba a los ayuntamientos de gran autonomía económica. También se aprobó un Estatuto Provincial en 1925 cuyo objetivo era potenciar la provincia en detrimento de las veleidades regionalistas.
Lo más importante fue la pacificación de Marruecos. Primo de Rivera, en un principio, se había manifestado partidario de abandonar el protectorado, pero los africanistas lograron disuadirle. Por primera vez en décadas, el ejército organizó operaciones conforme a las doctrinas militares. También se buscó la cooperación de Francia con Abd el-Krim después de Annual. El resultado fue el desembarco de Alhucemas. Ante el ataque conjunto hispano-francés, la resistencia rifeña se vino abajo. Las operaciones de pacificación se alargaron hasta 1927.
El éxito del desembarco de Alhucemas fue determinante en la decisión de Primo de Rivera de disolver el Directorio Militar y establecer un Directorio Civil.
El Directorio Civil
Primo de Rivera formó un gabinete civil en el que dominaban los tecnócratas y había presencia de algunos militares. El paso del primer Directorio puso la cuestión de la institucionalización del nuevo régimen. Sus bases habrían de ser un nuevo partido político, una nueva asamblea y una nueva constitución.
- La Unión Patriótica fue el nuevo partido surgido al calor de la dictadura. Dando el prestigio, Primo prefería llamarlo como una conducta organizada. Carecía de un programa ideológico nítido, aunque sus principios eran la defensa de la unidad de España, etc. Llegó a reunir hasta 2 millones de afiliados procedentes de distintos grupos.
- Asamblea Nacional Constitutiva creada en 1926 que era recogida de firmas a favor del dictador. Su misión era la de redactar una nueva constitución. La mitad de sus miembros eran elegidos por los municipios, las provincias y la Unión Patriótica. La otra mitad eran elegidos por la corona en representación de la cultura, la producción, el trabajo, el comercio y las demás actividades de la vida nacional. En 1929, el propio Primo reconoció su inutilidad y ordenó su disolución.
- Proyecto constitucional presentado por la Asamblea en 1929. Establecía un régimen autoritario en el que el poder de legislar radicaría en el parlamento con el rey, el 50% elegidos por sufragio universal directo y el otro restante por el monarca.
Política económica y social
La dictadura coincidió en el tiempo con una coyuntura económica internacional muy favorable. Entre 1924 y 1929 asistimos a los felices años 20. La población española creció abundantemente. En materia económica, el régimen se había declarado intervencionista y proteccionista y apostó por las obras públicas como motor de la economía. La Exposición Universal de Barcelona y la Iberoamericana de Sevilla fueron el escaparate de los logros del régimen en esta materia.
Política Agraria
Se puso en marcha la redistribución de la propiedad de la tierra, un programa de repoblación forestal, se creó el Servicio Nacional del Crédito Agrícola en apoyo al mediano y al pequeño labrador. Quiza lo más destacado fue la puesta en marcha por parte del Conde Guadalhorce, de una moderna y eficaz política hidráulica.
Política Industrial
Orientada a la protección del sector: se fomentó la industria del automóvil y se hizo obligatorio el uso del carbón español en barcos y ferrocarriles. Se creó la CAMPSA con capital público y privado, para gestionar el monopolio del petróleo.
Política de Transportes y Comunicaciones
Las carreteras mejoraron su asfaltado y aumentaron su kilometraje. El número de automóviles incrementó de manera descomunal de unos 13,000 a 37,000. El gobierno incrementó su control sobre los ferrocarriles. En materia telefónica se creó la Compañía Telefónica Nacional.
Política Hacendística
Jose Calvo Sotelo, como ministro de Hacienda desde 1925, fue uno de los grandes éxitos del régimen. Se elaboró una reforma tributaria que elevó la recaudación en más de un 50%. Se liquidó la deuda y se luchó contra el fraude. Por primera vez desde hacía décadas, la hacienda española presentaba unas cuentas saneadas.
Política Social
- El ministro de Trabajo, administrador del fascismo italiano, para resolver las tensiones mediante la conciliación, se creaban comités paritarios de obreros. La UGT decidió participar en este sistema.
- Se aprobó el Código de Trabajo que agrupaba toda la legislación y la ampliación en materia de accidentes, contratos, descanso, jornada, etc.
- Estatuto de Enseñanza Profesional para mejorar la formación de los trabajadores.
- Disminuyó el analfabetismo y aumentó el número de estudiantes universitarios, se construyeron 5,000 escuelas.
La caída de Primo de Rivera y el camino hacia la República
Los representantes de la vieja política deseaban un regreso a la legalidad constitucional. Los republicanos poseían escaso apoyo popular. Alianza Republicana, una coalición que integraba a viejos republicanos como Alejandro Lerroux y nuevos como Manuel Azaña además de una veintena de intelectuales como Antonio Machado o Vicente Blasco Ibáñez. Algunos monárquicos desencantados como Alfonso XIII se pasaron a las filas republicanas como Niceto Alcalá Zamora o Miguel Maura de la derecha liberal republicana.
En el catalanismo, la Liga quedó superada por los acontecimientos. En el movimiento obrero, mientras los socialistas gozaban de cierta tolerancia, los anarquistas y los comunistas fueron duramente reprimidos. En la universidad se produjo una notable agitación de la Federación Universitaria Española a causa de la aprobación de una ley que facultaba a los centros religiosos a expedir títulos universitarios. En el ejército, la política de ascensos de Primo de Rivera le granjeó algunas enemistades.
La Dictablanda del general Berenguer
Alfonso XIII entregó el gobierno al general Dámaso Berenguer con la misión de preparar el retorno con normalidad constitucional. Una serie de factores hicieron posible esta Dictablanda: la falta de habilidad política de Berenguer, la división entre los monárquicos y la creciente coordinación entre los republicanos que firmaron el Pacto de San Sebastián.