La Dictadura de Primo de Rivera y la Caída de la Monarquía

DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA

Régimen con vago programa regeneracionista, inspirado en el modelo intervencionista de los regímenes autoritarios en auge en la Europa de entreguerras.

EL GOLPE DE ESTADO

13 de septiembre de 1923: Miguel Primo de Rivera (PR) acaudilló un pronunciamiento militar contra el gobierno constitucional. No hubo prácticamente oposición debido al malestar del ejército, la indecisión del gobierno y la falta de confianza de Alfonso XIII en el sistema constitucional de la Restauración, desprestigiado y en crisis.

PR publicó sus intenciones en un manifiesto según el cual la dictadura era un régimen transitorio y que cuando acabaran los males del país se volvería a la constitucionalidad.

Su propósito era resolver los graves problemas de la sociedad española: liberar al país de la «vieja política», destruir el caciquismo, acabar con el desgobierno, la subversión social y con la amenaza del separatismo.

La opinión pública lo acogió favorablemente. Contó con el apoyo de sectores empresariales, los principales bancos nacionales y de la Iglesia.

Los republicanos y las organizaciones socialistas, PSOE y UGT, se mantuvieron a la expectativa.

Solo los anarquistas y comunistas se opusieron e hicieron llamamientos de huelga general, pero sin respuesta popular.

15 de septiembre: el rey Alfonso XIII encargó a PR formar un nuevo gobierno y le concedió el Directorio Militar.

EL DIRECTORIO MILITAR

· Primeras medidas:

El Directorio Militar proclamó el estado de guerra durante dos años, suspendió la Constitución de 1876, disolvió las Cortes, censuró la prensa y prohibió las actividades de los partidos políticos y los sindicatos.

Se impuso el orden público con duras medidas represivas y se reprimió cualquier manifestación nacionalista.

· La reforma de la administración:

– Los gobernadores civiles fueron sustituidos por gobernadores militares, y se creó la nueva figura de los delegados gubernativos, también militares, que controlaban los nuevos ayuntamientos. Los ayuntamientos fueron disueltos y sustituidos por juntas.

– La aprobación del Estatuto Municipal (1924) inició en la formación de una nueva administración adicta y centralizada, y la eliminación del caciquismo se limitó a perseguir a los no adictos (no desapareció, solo cambió de forma). Las diputaciones también fueron disueltas y los nuevos diputados provinciales eran designados por los gobernadores.

· El conflicto de Marruecos:

PR era partidario de una disolución negociada del conflicto. Asumió el Alto Comisario de Marruecos e intentó negociar la paz. La situación había cambiado debido al ataque de 1924 a las tropas españolas, y al avance de Abd-el-Krim en el Marruecos francés.

En 1925 Francia y España acordaron una ofensiva militar conjunta por mar y tierra, que concluyó exitosamente. En 1926 Abd-el-Krim, derrotado, se entregó a los franceses y un año después quedó sometido todo el Protectorado.

EL DIRECTORIO CIVIL

Resuelto el problema del orden público y el conflicto de Marruecos, PR sustituyó el Directorio Militar por un gobierno civil, con clara intención de permanecer en el poder.

· El fracaso de la institucionalización de la Dictadura:

Para consolidar el régimen se formó un gran partido de derechas, la Unión Patriótica. No llegó a ser un partido moderno y potente, solo fue un instrumento de propaganda gubernamental. La mayoría de los afiliados eran funcionarios y pequeños y medianos propietarios rurales.

En 1926 PR anunció la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva encargada de elaborar una nueva constitución.

En 1927 se reunió dicha Asamblea, compuesta por representantes del Estado y de los distintos niveles de la administración. De los 400 miembros, dos tercios eran designados por el gobierno y además sus funciones eran meramente consultivas.

La oposición de los viejos políticos dinásticos, la negativa de los socialistas a seguir colaborando y la actividad reticente del rey, paralizaron el proyecto de Estatuto Fundamental de la Monarquía (nombre de la constitución) y aceleraron la oposición al dictador.

· La política económica y social:

La política económica de la dictadura se benefició de la coyuntura expansiva internacional de los años veinte.

Se caracterizó por el intervencionismo estatal y el nacionalismo económico, cuyos objetivos fueron regular e impulsar la industria nacional, la concesión de ayudas a las grandes empresas y el aumento del gasto público. También creó grandes monopolios estatales como CAMPSA y Telefónica.

El fomento de las obras públicas fue uno de los aspectos más destacados.

Esta política de gasto público no se acompañó de una reforma fiscal que aumentase los ingresos, lo que incrementó el déficit presupuestario y obligó a una emisión constante de deuda pública.

La escasa conflictividad social de este periodo se explica en parte por la represión, pero también por otros dos factores: el desarrollo de una amplia política social, y la influencia del nuevo modelo de relaciones laborales, el sistema corporativo, basado en la intervención del Estado y en la integración de las organizaciones obreras moderadas y reformistas.

La base de la Organización Corporativa Nacional eran los «comités paritarios» de cada uno de los oficios, formado por igual número de vocales obreros y patronos. El objetivo de los comités era resolver pacíficamente los conflictos mediante la negociación.

Su puesta en práctica contó con la decisiva colaboración de los socialistas, que los consideraron ventajosos para mantener y consolidar tanto al partido como al sindicato.

CRECIENTE OPOSICIÓN Y FINAL DE LA DICTADURA

A partir de 1926 la dictadura empezó a perder apoyos.

Uno de los problemas más graves fue el conflicto militar. Tuvo lugar cuando PR intentó hacer algunas reformas militares. Aprobó una norma general que suprimía los ascensos por antigüedad. Ante la oposición de los oficiales de artillería, forzó al rey a disolver el cuerpo de artillería. Desde entonces, una parte del ejército se distanció de la dictadura y del propio rey.

Dirigentes de los partidos del turno y republicanos, con el apoyo de algunos militares, optaron por la conspiración civil y el pronunciamiento militar. En junio de 1926 hubo un primer intento fallido de poner fin a la dictadura. En enero de 1929 el jefe del partido conservador promovió otro intento.

Otro frente opositor fue el de los intelectuales y los periodistas, que se enfrentaron al dictador, a pesar de la rígida censura.

Muchos estudiantes los respaldaron, y fundaron la Federación Universitaria Escolar (FUE) y se manifestaron en contra del régimen.

En 1926 se formó la Alianza Republicana. Incluso antiguos liberales fundaron la Derecha Liberal Republicana de Catalunya. En 1929, en Galicia, formaron la Organización Republicana Gallega Autónoma.

Frente a los sectores más sindicalistas, los partidarios de la insurrección revolucionaria constituyeron la Federación Anarquista Ibérica. La oposición del PSOE llegó más tarde.

PR presentó su dimisión en enero de 1930.

LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA

Alfonso XIII encargó la formación del gobierno al general Dámaso Berenguer con el fin de volver a la normalidad constitucional.

Sin embargo, la sociedad española, ya no estaba dispuesta a dejarse controlar por la maquinaria caciquil.

El republicanismo cobró auge y aumentó el número de sus partidarios. Por lo que resultaba imposible volver a la situación anterior. En agosto de 1930 los partidos republicanos acordaron el Pacto de San Sebastián, cuyo objetivo era proclamar la república.

Un grupo de intelectuales publicó el manifiesto fundacional de una Agrupación al Servicio de la República.

La fecha fijada para la insurreccion era el 15 de diciembre, pero fracasaron algunos levantamientos.

El anuncio de republicanos, socialistas y antiguos politicos dinasticos de no participar en las elecciones legislativas de 1931 provoco la dimision de Berenguer. Lo sustituyo el almirante Aznar, que anuncio la convocatoria de una elecciones municipales para el 12 de abril.

Republicanos y socialistas decidieron concurrir a esas elecciones y plantearlas como un plebisco a favor o en contra de la monarquia. El triunfo de estos se interpreto como un rechazo a la monarqia y dio paso a la proclamacion de la republica el 14 de abril.

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