La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1931)
La quiebra de la monarquía parlamentaria
La huelga de 1917 abre paso a una crisis política que se refleja en la inestabilidad de los gobiernos. Conlleva a un desprestigio político porque ni los conservadores ni los liberales podían conseguir gobiernos que durasen. El asesinato de Dato en 1921, convenció a muchos sectores de que era necesario una mano fuerte (cirujano de hierro) que impulsara gobiernos estables y que solucionase los problemas del país.
La conflictividad social se agudiza en estos años: agitación de los anarquistas en Cataluña («trienio bolchevique») y en Andalucía. Las oleadas de huelgas como la de «La Canadiense» se prolongó mucho tiempo y dejó sin luz a gran parte de la ciudad. La ciudad se convirtió en un campo de batalla entre la patronal y los anarquistas. Barcelona se pasó a llamar la ciudad de las bombas.
La situación en Marruecos fue también un tema importante. El desastre de Annual (1921) produce gran agitación en el país. Las Cortes deciden investigar y se encarga un informe sobre las responsabilidades de este desastre. Este informe se conoció como el «expediente Picasso» y se rumoreaba que incluso el rey y los militares estaban implicados. Tres días antes de que el expediente fuera dado a conocer, el general Primo de Rivera dio un golpe de estado con el apoyo del ejército y la conformidad de la Corona. La dictadura militar duró 6 años (1923-1930).
El argumento del golpe fue que el régimen constitucional estaba bloqueado y desprestigiado y que existía un grave peligro de revolución social. Después de tomar el poder, Primo de Rivera anunciaba que: limpiaría el país de caciques y acabaría con la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional.
La dictadura duró 6 años y tuvo dos formas de gobierno:
- El Directorio militar (1923-1925) que se presentó como un gobierno de carácter interino y que solo duraría lo necesario para resolver los problemas pendientes.
- El Directorio civil (1925-1930) pretendía institucionalizar el régimen y mostrar mayor interés por las cuestiones de índole económica y social.
La política de la dictadura y el contexto internacional
Las primeras medidas tomadas después del golpe de Estado fueron: la disolución de las Cortes (Primo de Rivera gobernará a base de decretos) y la prohibición de los partidos políticos y los sindicatos. Se establece primero el Directorio Militar (los ministros son militares), hay una fuerte censura de prensa y los movimientos anarquistas son reprimidos.
En el aspecto político:
Se elaboró un Estatuto municipal y provincial con el objetivo de erradicar el caciquismo. Disolvía así los ayuntamientos y las diputaciones y se sustituían por Juntas, integradas por los notables de cada ciudad. Esta opción fue una farsa y sólo sirvió para suplantar un cacique por otro.
Se intentó más tarde crear un partido único que fue llamado Unión Patriótica (1924). Se trataba de un partido definido por «reunión de hombres libres de todas las ideas» cuya misión era proporcionar apoyo social a la Dictadura y seguir las directrices del gobierno militar. Los afiliados a este partido procedían de las filas del catolicismo o de administraciones que querían medrar dentro del sistema. Fue un partido que no sobrevivió a la figura del dictador.
A partir de 1925, Primo de Rivera establece el Directorio Civil (ministros civiles). Con el fin de consolidar el régimen, se crea la Asamblea Nacional Consultiva compuesta por funcionarios de la Administración y representantes sociales elegidos desde el poder. El sufragio universal quedaba para el olvido.
El gran éxito de la Dictadura fue la solución del conflicto marroquí. En primer lugar, se concedió el perdón para los responsables del Desastre de Annual. Pero las opiniones sobre si había que continuar las campañas en Marruecos eran diversas. Los militares «africanistas» eran partidarios de seguir la guerra. En 1925, Abd-el-Krim (jefe de las cabilas del Rif) decidió atacar la zona del protectorado en dominio francés. Francia pidió ayuda a España y ambos acorralaron al líder (Abd-el-Krim), se rindió y fue exiliado. En 1927 la lucha había terminado y las tropas españolas pusieron fin a la ocupación del territorio del protectorado.
En el aspecto social:
La Dictadura pretendió acabar con los conflictos mediante el Estado, integrando a los sectores más radicales (anarquistas y comunistas) a los sectores más moderados del movimiento obrero (socialistas). Se creó así la Organización Corporativa Nacional que articulaba las relaciones laborales y creaba Comités Paritarios formados por patronos y obreros cuya misión era reglamentar salarios y las condiciones de trabajo. Estos comités contaron con el apoyo de la UGT mientras que la CNT fue perseguida. Se crearon también escuelas de trabajo y escuelas primarias para satisfacer las necesidades de mano de obra de la industria.
En el aspecto económico:
Se combinaron elementos intervencionistas y proteccionistas con el impulso del desarrollo de las infraestructuras. Se fomentaron las obras públicas (ferrocarriles, carreteras…) y se aprobó un decreto de Protección a la industria nacional de España que concedía ayudas estatales a empresas que no disponían de un capital competente.
Se concedieron grandes monopolios como la Compañía Telefónica Nacional de España y la venta de petróleo de CAMPSA. Esta política llevó a un enorme crecimiento del déficit presupuestario y provocó el endeudamiento del Estado.
La oposición a la Dictadura:
Estuvo integrada por líderes de partidos dinásticos, republicanos y anarquistas. Pero después se añadieron burguesías nacionalistas y el PSOE:
- Los republicanos organizaron la llamada Alianza Republicana que logró unir facciones del republicanismo en la oposición a la figura de un rey que había apoyado a la dictadura.
- La oposición de los intelectuales estuvo protagonizada por figuras como Unamuno y Ortega y Gasset.
- Los anarquistas se dividieron en dos grupos, los que defendían posturas de oposición más moderadas y los de posturas más radicales; estos últimos fundaron la Federación Anarquista Ibérica que era partidaria de la insurrección y el terrorismo.
- Los socialistas que eran partidarios de la república aunque en un principio colaboraron con los Comités Paritarios.
- La burguesía catalana se declaró en contra de las medidas antinacionalistas y centralistas de Primo de Rivera, que en 1924 acabó con la Mancomunidad Catalana, prohibió el uso del catalán y tomó medidas anticatalanistas.
- El ejército también terminó por oponerse al dictador. En 1926 se produjo la Sanjuanada, una conspiración militar que fracasó en su empeño de acabar con la dictadura.
La caída de la dictadura y de la monarquía
En 1929 la dictadura pasaba momentos duros. La oposición iba en aumento, los socialistas se oponen al dictador negándose a participar en la Asamblea Nacional Consultiva, la mala situación económica (derivada de la crisis del 29) hizo necesaria la devaluación de la peseta y además la pérdida de los apoyos en parte del ejército fueron las causas que llevaron a Primo de Rivera a dejar el poder, también su debilidad física por su enfermedad. En enero de 1930 presenta su dimisión al rey. El general se exilia y muere.
El encargado de sustituir a Primo de Rivera fue el general Berenguer que prometió una vuelta a la normalidad constitucional, pero como el rey tenía miedo a convocar elecciones (ya que su figura se asociaba a la dictadura), el gobierno no se atrevía a tomar ninguna medida para poner de nuevo en vigor el texto constitucional y la opinión pública mostró su descontento hacia lo que se llamaba «dictablanda».
La oposición comenzó a organizarse y los republicanos, los catalanistas de izquierda y los socialistas acordaron la firma del Pacto de San Sebastián (1930) en el que se comprometían a:
- Acabar con la monarquía y constituir un comité republicano que debería convertirse en el gobierno provisional de la futura república.
Por este año, se produjo un intento de insurrección militar en Jaca, en contra de la monarquía. Fracasó y los autores de ésta fueron fusilados. Berenguer dimite.
En febrero de 1931 se constituyó el último gobierno monárquico presidido por el almirante Aznar que propuso convocar elecciones. Trató de volver a la normalidad como si la dictadura no hubiera existido. Pero Alfonso XIII prefiere convocar las elecciones municipales primero. Estas elecciones se plantearon como un voto a favor o en contra de la Monarquía.
El resultado de las elecciones fue desigual, aunque el número de concejales monárquicos superó al de republicanos en las grandes ciudades los republicanos superaron a los monárquicos. Tras conocerse el resultado de la votación, en ciudades como Oviedo, Sevilla, Valencia, Barcelona, Éibar, se proclama la República. La población salió a la calle para celebrar el nuevo Régimen. Sin embargo, Alfonso XIII suspendió la potestad real y abandonó el país.
En Madrid, los miembros del Comité Revolucionario Republicano se dirigieron a la Puerta del Sol donde tomaron posesión del gobierno y proclamaron la II República en medio del entusiasmo popular. Entonces se formó un gobierno provisional en el que estaba formado por:
- Republicanos de derechas (Miguel Maura y Niceto Alcalá-Zamora)
- Republicanos de izquierda (Manuel Azaña)
- Republicanos del Partido Radical (Alejandro Lerroux)
- Nacionalistas catalanes (Nicolau d’Olwer)
- Galleguistas (Santiago Casares Quiroga) y
- Socialistas (Indalecio Prieto, Francisco Largo Caballero).