Política exterior
La alianza con las potencias fascistas (1939-1945)
El 7 de abril, recién acabada la Guerra Civil, Franco hizo pública su adhesión al Pacto Antikomintern, el acuerdo anticomunista que asociaba a la Alemania nazi, la Italia fascista y Japón. Tras la negativa de Hitler ante las pretensiones españolas sobre el Marruecos francés, España no entró en la Segunda Guerra Mundial, pero envió a la División Azul a luchar junto a las tropas nazis.
El aislamiento internacional (1945-1950)
En 1946, las Naciones Unidas votaron contra el ingreso de España. España no recibió ninguna ayuda del Plan Marshall ni fue admitida en la OTAN. Mientras tanto, la dictadura trató de lavar su imagen internacional. El apoyo de la Santa Sede era esencial para salir del aislamiento.
El fin del aislamiento: el acuerdo con los EE.UU. (1950-1953)
Franco sirvió de ayuda a EE.UU. en el inicio de la Guerra Fría. En 1950, la ONU terminó con el aislamiento diplomático de España, y en 1953 se firmaron los acuerdos bilaterales con EE.UU., que permitieron la instalación de bases militares norteamericanas en España. A cambio, España recibió ayuda económica.
Las leyes orgánicas
- Fuero del Trabajo (1938): Controlado por la Falange.
- Ley Constitutiva de las Cortes (1942): Cortes elegidas por sufragio indirecto basado en diversas corporaciones: elecciones totalmente amañadas.
- Fuero de los Españoles (1945): Teórica declaración de derechos y deberes.
- Ley de Referéndum Nacional (1945): Esta ley permitía al Jefe del Estado convocar plebiscitos para que el pueblo refrendara una ley.
- Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1946): España fue declarada «reino» y Franco se reservó el poder de proponer su futuro sucesor.
Evolución política
El inmovilismo político de los sesenta
La ausencia de cambios importantes caracterizó la política del período. Se produjeron la renovación de la Iglesia Católica en el Concilio Vaticano II, el resurgimiento de las tensiones nacionalistas y la aparición de ETA, y el aumento de los conflictos laborales desde 1961. La respuesta del régimen siguió siendo represiva.
El régimen aplicó pequeños cambios legislativos: la Ley de Prensa de 1966 y la Ley Orgánica del Estado de 1966. En 1969, Juan Carlos de Borbón fue designado sucesor de Franco con el título de rey.
Una creciente oposición
Creció la oposición en las fábricas, donde había renacido un sindicalismo clandestino, y en las universidades. Se produjeron los primeros atentados de ETA. La represión fue la respuesta, tanto es así que se creó el Tribunal de Orden Público para esa función exclusivamente. Aparecieron dos tendencias aperturistas, sin cuestionar la figura de Franco, para aplicar pequeñas reformas en un sentido democrático. Por otro lado, el búnker, más extremista y violento, se oponía a cualquier cambio. En 1973, Carrero Blanco, favorable al búnker y asesinado poco después por ETA, fue nombrado presidente del gobierno. Carlos Arias Navarro fue nombrado ministro de Gobernación.
Los últimos momentos de la vida de Franco
El final de la vida del dictador estuvo marcado por:
- El enfrentamiento con la Iglesia, con el exilio de Añoveros por defender la identidad cultural y lingüística del País Vasco.
- En septiembre de 1975, cinco militantes del FRAP y de ETA fueron condenados a muerte y ejecutados.
- El rey marroquí Hassan II organizó la Marcha Verde, reclamando el Sáhara Occidental español. El gobierno cedió y España abandonó su antigua colonia.
- Franco murió el 20 de noviembre de 1975.
Evolución social
Plan de Estabilización y Desarrollo Económico en los 60
Diseñado por integrantes del Opus Dei, el objetivo era liberalizar la economía. Se recortó el gasto público y disminuyó el intervencionismo del Estado. La economía se abrió al exterior, devaluando la peseta y liberalizando las inversiones extranjeras. Al reducirse el déficit del Estado y recibir las inversiones americanas, España inició un acelerado crecimiento económico; se modernizó la agricultura y se desarrollaron el comercio y el turismo. Para tratar de encauzar el crecimiento económico, el gobierno aprobó varios Planes de Desarrollo, pero no funcionaron.
Los grandes cambios sociales de los años sesenta
Los años sesenta presenciaron un acelerado cambio social. Sus principales rasgos fueron:
- Masiva emigración rural a las ciudades y a Europa occidental, que tuvo como consecuencia la reducción del paro.
- Fuerte incremento de la población.
El gobierno no aumentó el gasto público, lo que llevó a que los servicios públicos fueran insuficientes: se crearon hospitales y, desde 1963, aumentaron las prestaciones sanitarias, aunque aún muy alejadas de lo que requería una sociedad moderna. El crecimiento demográfico provocó un enorme déficit de vivienda.