el enfrentamiento entre las distintas familias políticas se hizo insostenible desde el momento en que falange quiso asegurarse su papel en el régimen proponiendo al caudillo la aprobación de unas leyes que fijasen su ideario. La jerarquía eclesiástica y los monárquicos mostraron su oposición ni en febrero de 1957, franco se vio obligado a insinuar ntre árbitro las rencillas gubernamentales y sustituir a la mayor parte de sus ministros. En el gobierno, quedaba consagaba del sector tecnócrata, ligado al instituto secular opus dei y la definitiva marginación de falange. Después de la derrota de los proyectos de falange, la institucionalización del régimen correría a cargo de Laureano López rodó, numerarios del opus dei, que se había convertido en la mano derecha de carrero blanco. López rodó presente un proyecto de ley del régimen jurídico de administración del estado que omitió cualquier referencia movimiento. La ley d movimiento, finalmente aprobada en 1958, era tan genérica que no recordaba nada a los proyectos de carácter iniciales.los tecnócratas del opus dei reforzar sus posiciones con los cambios de gobierno que franco efectuó en 1962,1965 y 1900 sentirme. Los años 60 suponen la marginación de las tradicionales familias del régimen y el intento de institucionalizar el régimen a través entonces medidas aperturistas quien adaptación a la nueva realidad social. En 1966, se aprobó la ley orgánica del estado, que no era más que una codificación de las seis leyes fundamentales. Con ella el régimen se dotaba de una especie de constitución, en un intento por satisfacer las exigencias de los países democráticos. La ley de prensa presentada por Manuel Fraga, la ley de libertad religiosa, la ley de representación familiar y la ley General de educación completan las reformas de finales de los 60. Las reformas de los años 60 fueron una ocasión perdida para liberalizar el régimen. Por ello, el final de los sesenta se caracterizó por la agitación obrera y estudiantil. Una vez concluida la institucionalización del régimen, carrero blanco y López rodó presionaron a franco para que garantizará la estabilidad política, nombrando un sucesor. El 22 de julio de 1969 las cortes aprobaron la propuesta de franco de que su sucesor a título de rey fuera Juan Carlos. Las tensiones entre falangistas y tecnócratas estallaron a raíz del asunto matesa de 1969, una empresa de maquinaria, como algunos cargos vinculados al opus dei, que había recibido varios millones de pesetas maquillando las cifras de sus exportaciones. Tras el escándalo, franco nombró un nuevo gobierno con predominio de los tecnócratas; de ahí que se hable de gobierno monocolor. La consolidación del régimen en el plano internacional estuvo protagonizada por Fernando castiella, ministro de asuntos exteriores de 1957 a 1969. En 1969, Gregorio López bravo sustituyó a castiella al frente de asuntos exteriores de 1969 a 1973. Los objetivos fueron el acercamiento a la Europa comunitaria, el mantenimiento de una estrecha relación con estados unidos y la recuperación de Gibraltar pero la demanda sobre el fin de la presencia colonial británica de Gibraltar, no dio buenos resultados.
Los miembros de la CEE no se digaron en iniciar conversaciones para una incorporación de España hasta 1967. Pero el principal foco de tensión fueron los desencuentros con Marruecos. En 1961, España retiró su último contingente en el protectorado y las reivindicaciones marroquíes se trasladaron a las restantes posiciones como infi, Sahara occidental o Ceuta y Melilla. Plano económico: aunque la economía había conocido una expansión desde 1950, sufrió un enormes desequilibrios internos y externos. Todos los organismos internos consultados por el gobierno español coincidieron en que sólo la liberalización y el levantamiento de las trabas administrativas en el comercio salvarían España de la suspensión de la importancia de productos esenciales como el petróleo. Cuando en 1957 llegaron al gobierno mariano navarro rubio y Alberto ullastres, España se encontraba prácticamente en bancarrota. Navarro rubio presentó el plan de estabilización interna y externa de la economía, un amplio paquete de medidas para combatir la inflación, favorecer el ahorro, liberalizar la inversión nacional y extranjera de las trabas administrativas y reducir el intervencionismo. El desarrollo económico se convirtió en la pieza clave y franco lo presentó como la culminación de una trayectoria cuando en realidad era fruto de una rectificación de la política autárquica implantada en la posguerra. Los objetivos desarrollistas se intentan alcanzar con ayuda de los 3 planes de desarrollo desde 1964 a 1975 dedicados a la inversión industrial del desarrollo agrícola en zonas deficitarias. El crecimiento industrial fue extraordinario. La productividad se duplicó y la de exportaciones se multiplicaron por diez. Las tasas anuales de crecimiento eran las más altas de Europa. La industrialización de los años 60 y 70 provocó una auténtica transformación social y cultural en España. Nuestra nación dejó de ser un país rural y agrícola. El proceso de urbanizacion se llevó a cabo de forma regionalmente desequilibrada. Los niveles de renta mejoraron, se introdujo el consumo de masas mediante el acceso de la población a bienes de consumo poco antes impensables. Sin embargo, mientras que el nivel de vida mejoró, la distribución d ingresos empeoraría. Demográficamente, la población española crecerá un 30% entre 1940 y 1970. Otro fenómeno destacado será la emigración exterior con destino a Alemania, Francia y suiza. Una de las principales consecuencias de la modernización de España fue el progresivo abandono de las costumbres inspiradas en la moral católica tradiciónal. El bienestar económico, el impacto cultural del turismo y los cambios en el seno de la iglesia, impulsaron nuevos hábitos en la sociedad española