1. El cambio dinástico y la guerra de sucesión
La sucesión de Carlos II, el último de los Austrias, provocó un importante problema político tanto interno como externo. El testamento de Carlos II había dejado como rey a Felipe de Anjou (Felipe V) de la casa de Borbón cuyos derechos parecían superiores al del archiduque Carlos de la dinastía de los Austrias.
1.1 El conflicto internacional
El acceso de un Borbón al trono español significaba la ruptura del equilibrio político europeo a favor de Francia, desencadenando una guerra. Los acuerdos que acabaron con la guerra fueron el Tratado de Utrecht y Rastadt.
1.2 La guerra de Sucesión en España
Se convirtió en una gran guerra que enfrentó a grupos sociales y a territorios. En España se apoyó más al Borbón solo en algunas ofensivas Austracistas y la rebelión de la Corona de Aragón puso en apuros a Felipe V.
2. Un nuevo modelo político y el absolutismo Borbónico
2.1 Absolutismo, Centralización y Uniformidad
La guerra de sucesión supuso la instauración del absolutismo borbónico en España. Los decretos de nueva planta convirtieron a los reinos en provincias gobernadas por un capitán general.
2.2 El control de la Iglesia. El Regalismo
Los Borbones consideraron que ese derecho ya no dependía del papado sino del rey. Durante el reinado de Carlos III se expulsó a los Jesuitas en 1767 y se confiscaron sus bienes.
2.3 La reforma del ejército y la armada
Los Borbones tenían la necesidad de poseer un ejército y una marina eficientes. La marina se profesionalizó y cambió su administración.
3. La política exterior de los Borbones
3.1 Del revisionismo a los pactos de Familia
En 1733 España firmó su primer Pacto de Familia y gracias al segundo Pacto de Familia obtuvo para el infante Felipe los ducados de Parma y Toscana.
3.2 La política exterior durante la segunda mitad del siglo XVIII
Carlos III participó en la guerra de los 7 años y en la independencia de las 13 colonias norteamericanas.