La España del Siglo XVIII: Cambios y Reformas Borbónicas

La España del siglo XVIII: La Guerra de Sucesión y el Sistema de Utrecht

Carlos II, que había muerto sin descendencia, nombró sucesor a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia y bisnieto de Felipe IV, quien fue coronado con el título de Felipe V. Acababa así la dinastía de los Habsburgo y llegaba al trono español la dinastía de los Borbones. Se formaron así dos bandos dentro y fuera de España que no aceptaban al nuevo rey y apoyaban al pretendiente, el Archiduque Carlos de Habsburgo. La guerra civil y europea estalló. El conflicto tenía un lado: el ascenso al trono español de Felipe V representaba la hegemonía francesa y la temida unión de España y Francia bajo un mismo monarca. Este peligro llevó a Inglaterra y Holanda a apoyar al candidato austriaco.

A continuación, los ejércitos de Felipe V obtuvieron las victorias militares de Almansa, Briguega y Villaviciosa, y el archiduque fue declarado nuevo emperador. Ante el posible desequilibrio del conflicto internacional, se firmaron los acuerdos de Utrecht y Rastadt, estipulando: Felipe V era reconocido por las potencias europeas como Rey de España, pero renunciaba a cualquier posible derecho a la corona francesa. Los Países Bajos españoles y los territorios italianos (Nápoles y Cerdeña) pasaron a Austria. Inglaterra obtuvo Gibraltar, Menorca y el navío de permiso (derecho limitado a comerciar con las Indias españolas) y el asiento de negros (permiso para comerciar con esclavos en las Indias).

La España del siglo XVIII: Cambio Dinástico, los Primeros Borbones

Felipe V era una persona inestable, el cual estaba rodeado por administradores franceses que apartaron de las decisiones de gobierno a la aristocracia, la cual controlaba los Consejos. En 1714, Isabel de Farnesio (segunda mujer por muerte de Mª Luisa de Saboya), rodeada de consejeros italianos (cardenal Alberoni), lleva a cabo un cambio radical en la corte e impone su programa político, subordinando los intereses españoles a una política exterior agresiva encaminada a recuperar los dominios de Italia y conseguir reinos para sus hijos. En 1724 abdica en Luis I, pero este muere repentinamente y vuelve Felipe V. Su secretario Patiño lleva a cabo un ambicioso programa de rearme y se conquista Nápoles y Sicilia, que fueron entregados a Carlos (Carlos III). Se firmó el Primer Pacto de Familia con Francia.

Tras la muerte de Felipe V llegó Fernando VI. Protagonismo del Marqués de la Ensenada que introdujo nuevas medidas reformistas como:

  • Política exterior de pacificación (con Inglaterra).
  • Reforzamiento de la Armada, así como la construcción de astilleros y fábricas de armas.
  • Política encaminada a reforzar el estado absoluto y el crecimiento económico para modernizar el país.
  • Reforma fiscal: catastro (impuesto único sobre las propiedades y las rentas que incluiría a los privilegiados).
  • Se suprimieron los impuestos que gravaban el tráfico interior del grano y se liberalizó el comercio colonial.

La España del siglo XVIII: Reformas en la Organización del Estado. La Monarquía Centralista

La dinastía de los Borbones, con Felipe V como primer rey de la misma, llevó a cabo una serie de reformas entre las cuales estuvieron el apoyo al centralismo y absolutismo (modelo francés) que suponían la abolición de los fueros de Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca, y conservaban los fueros del País Vasco y Navarra. Además, hubo una unificación política con el objetivo de regenerar el país con una administración más eficaz. Esta nueva administración se componía de instituciones, las cuales eran: la monarquía absoluta, la secretaría de despacho, los consejos (los cuales van perdiendo importancia) y las cortes de Castilla, que solo sirven para la jura de herederos. También se realizó una división de provincias que estaban controladas mediante un capitán general, las audiencias, el intendente y los corregidores. También se reorganizó la hacienda saneando la misma mediante la implantación de un impuesto único en el que cada uno pagaba en función de su riqueza. Por último, se reformó el ejército, haciendo que la participación en el mismo fuera obligatoria, creando la academia de artillería en Segovia y de la marina de guerra, etc.

La Práctica del Despotismo Ilustrado: Carlos III

El reinado de Carlos III supuso la instauración del Despotismo Ilustrado. Carlos participó de forma continua en las reformas internas:

  • Carlos III participa activamente en las reformas internas impulsadas desde arriba. Con ayuda de ministros ilustrados extranjeros (Grimaldi, Esquilache) y Campomanes, Floridablanca.
  • Oposición de los grupos privilegiados a su programa de reformas: el motín de Esquilache 1766. Revuelta compleja (¿golpe de estado?) en la que se unieron el malestar popular por la crisis de subsistencia (malas cosechas, alza de precios del trigo, carestía de alimentos), supresión de la liberalización del comercio del trigo (especulación), y la resistencia de los privilegiados a las reformas. Todo confluye en una revuelta popular en Madrid contra las medidas de reformas sociales, saneamiento y orden público (prohíbe los chambergos y capas largas; juegos de azar, armas de fuego) tomadas por el ministro Esquilache (fue destituido). El motín se extendió a otras localidades (Zaragoza, Guipúzcoa) por la crisis de subsistencia.
  • Afirmación de las regalias del estado: defensa de la autoridad y prerrogativas del rey, frente a la Iglesia (promover una religión ilustrada). Derecho a nombrar los cargos eclesiásticos, controlar la Inquisición (poner al clero al servicio del estado).
  • Expulsión de los Jesuitas (Campomanes, 1767): Por su enorme influencia en el Estado y la sociedad (enseñanza), por su obediencia directa al papado y por la instigación del motín de Esquilache. Efectos negativos en las reducciones coloniales y en la enseñanza.
  • Reformas económicas:
    • Aranda emprende el primer reparto de comunales (fracasa).
    • Campomanes disminuye los privilegios de la Mesta.
    • Olavide empezó la colonización de Sierra Morena.
    • Floridablanca impulsa la construcción de canales (Imperial de Aragón), pantanos.
    • Jovellanos publica un Informe sobre la Ley Agraria (plantea una desamortización).
    • Impulso de las fábricas reales de tipo mixto (capital privado y estatal): tapices (Santa Bárbara), porcelanas (Retiro), cristales (La Granja), altos hornos (Liérganes y La Cavada).
    • Decreto de libre comercio colonial (1778): La Casa de la Contratación pierde el monopolio y se traslada a Cádiz.
    • Creación del Banco Nacional de San Carlos: Controlaba los vales reales (deuda pública), se hizo cargo de los pagos a Hacienda.

La España del siglo XVIII: Evolución de la Política Exterior en Europa

Los tratados de Utrecht y Rastatt supusieron la pérdida tanto de sus posesiones en Europa como de la influencia de España en las relaciones internacionales. Se trató de recuperar Gibraltar y Menorca, de formar alianzas con Francia, de asegurar el dominio del imperio americano y de luchar por la hegemonía mediterránea. En cuanto a la evolución, Felipe V llevó la política mediterránea, los pactos de familia (se recuperó Nápoles y Sicilia) y la guerra colonial contra Gran Bretaña. Felipe VI mantuvo una neutralidad exterior e intentó un acercamiento con Inglaterra. Por último, Carlos III realizó el tercer pacto de familia para parar el imperialismo inglés, la guerra de la independencia americana y la política africana en la que se penetró en el comercio marroquí.

La España del siglo XVIII: La Política Borbónica en América

En la política borbónica de América se creó un virreinato de Nueva Granada y del Río de la Plata y hubo una expansión hacia el norte de México. La política colonial se llevó a cabo con dos objetivos principales: tratar de defender el imperio ante cualquier agresión y hacer que el monopolio comercial español fuera respetado. Además, se desarrolló la producción de productos como el tabaco o el azúcar para reorganizar la economía y la administración. Esta nueva política coincidió con un notable aumento de la población criolla y los líderes de la misma se negaron a colaborar con la Hacienda y criticaban el monopolio Sevilla-Cádiz. La corona, además, fundó compañías comerciales otorgándolas ciertos privilegios y concedió una libertad comercial con la que se beneficiaban los comerciantes peninsulares. También se trató de abolir las encomiendas y las reducciones jesuíticas.

La Ilustración en España

El desarrollo de la ilustración en España fue lento y complejo debido a la ausencia de burguesía y la vanidad de la nobleza, entre otras causas. Hacia mitad de siglo, sin embargo, aparecieron una serie de pensadores que reflejaron las preocupaciones ilustradas y criticaron el modelo social, autores como Feijoo, Cadalso, Jovellanos. Corrientes e intelectuales mostraron interés por la ciencia, la educación, el espíritu crítico y la idea de progreso. Ante el notable analfabetismo, apostaron por una educación para lograr el progreso. Las enseñanzas secundarias incorporaron la Nueva Ciencia (física, química) y Campomanes impulsó reformas y la modernización de las universidades. Se fundaron centros de estudios científicos y experimentación (Gabinete de Historia Natural, Jardín Botánico). Se creó Las Sociedades Económicas de Amigos del País (reuniones de pequeños grupos de ilustrados que buscaban el progreso técnico y la reflexión económica), la cual se interesó por las ciencias aplicadas (náutica, mineralogía) y por las mejoras técnicas que se podían aplicar a la agricultura, a la industria, al comercio, a la vida cotidiana. Literatura: Moratín, Cadalso, Feijoo, Meléndez Valdés.

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