La Expansión de la Industrialización en Europa Continental

La Difusión de la Industrialización

1. La Industrialización de la Europa Continental (Introducción)

A comienzos del siglo XIX, Europa estaba formada por muchas economías llenas de contrastes y transcurría por un proceso de desarrollo y cambios fundamentales, similares a los que precedieron y tuvieron lugar durante la Revolución Industrial en Gran Bretaña.

La Revolución Industrial saltó de una región industrial a otra, siendo cada desarrollo diferente respecto a la velocidad, profundidad y momento en que ocurría la industrialización.

Este proceso de extensión de la industrialización fue muy amplio y, dada la diferenciación en la industrialización de cada región, tuvo que pasar mucho tiempo hasta que las condiciones del mercado o la tecnología fueran similares para todas las regiones y poder llegar, entonces, al desarrollo económico de la Europa moderna.

La Tradición Preindustrial: Población y Sistemas Agrarios

Antes de la Revolución Industrial, las regiones europeas tenían una renta per cápita pequeña, los trabajadores poseían poca productividad y, por tanto, se consumía poco. Cabía destacar una elevada mortalidad, sobre todo la infantil, la cual hacía que no se superasen los 30 años de esperanza de vida. Todo ello era causado por la malnutrición y la falta de salubridad, aparte de las hambrunas y epidemias frecuentes que causaban grandes mortandades.

La natalidad de las sociedades preindustriales también era elevada, pero la alta mortalidad anulaba gran parte del crecimiento vegetativo.

Por otro lado, el 75% de la población activa se dedicaba al campo, dada la baja productividad existente que requería mucha mano de obra; entre el 20% y el 25% lo representaban la industria y los servicios.

Respecto a la agricultura, la cual era arcaica, destacamos la explotación familiar pequeña o mediana como la unidad productiva más numerosa, aunque todas se caracterizaban por una baja productividad, dada la poca tierra que podían cultivar y los pequeños rendimientos que obtenían. Esta producción era reducida también por la ley de los rendimientos decrecientes de la tierra, enunciada por David Ricardo, que no podía evitar grandes hambrunas. Estas teorías se denominan malthusianas (por Robert Malthus), quien predijo que la producción de alimentos no podía crecer al mismo ritmo que la población.

El privilegio que tenían los poseedores de tierras en este periodo (nobleza, Iglesia y municipios), llamado vinculación, impedía que la tierra se pudiera dividir, vender ni comprar, además de permitir a los vecinos más pobres disponer de tierras comunales donde sobrevivir (reminiscencias del feudalismo). Por otro lado, este privilegio obstaculizaba la generalización de nuevos métodos de cultivo.

La Industria Tradicional y los Factores del Cambio

La producción industrial antes del siglo XIX era modesta dada la escasa demanda: la gran mayoría de la población era campesina y lo poco que tenían lo usaban para alimentarse y pagar la renta feudal. Además de la escasa demanda, en estos momentos era imposible producir bienes industriales en grandes cantidades a causa de la baja productividad de los artesanos, los cuales tampoco eran numerosos.

La unidad de producción industrial más numerosa era el pequeño taller urbano, donde apenas había división del trabajo. En la etapa previa, la industria se organizaba en gremios, los cuales inicialmente absorbieron numerosas funciones que favorecían el progreso. Sin embargo, con el tiempo, los gremios empezaron a imponer una creciente rigidez en la economía hasta llegar a ser un estorbo para el progreso. Estos intentaron establecer prohibiciones que impidieran la venta de nuevas mercancías que competían con sus productos.

Hacia finales del siglo XVIII, los gremios se veían amenazados por el Estado absolutista, que trataba de limitar su independencia con autoridad directa y poder, aumentando la presión fiscal sobre ellos, y por el desarrollo de la industria que trabajaba para el mercado fuera del control gremial.

Esta última amenaza contribuyó a que los gremios desaparecieran antes de la aparición de las fábricas en lugares como Gran Bretaña, Bélgica y buena parte de Francia y Alemania.

Otro de los pilares de la industria tradicional era la manufactura rural, organizada generalmente mediante el sistema de trabajo a domicilio de campesinos y artesanos, conocido como Verlagssystem o Putting-out system, el cual, según la teoría de la protoindustrialización, facilitó en muchas regiones la transición hacia la Revolución Industrial, aunque no de forma necesaria. Además de este sistema, también comenzaron a surgir industrias más concentradas.

Por otro lado, en este periodo el comercio era insuficiente y se carecía de un sistema de comunicaciones y un sistema financiero desarrollados.

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