La gran depresión se extendió a muchos países excepto a

Tema 5: La crisis de 1929 y la depresión de los años treinta. 


-La gran depresión:

 
La crisis de principios de la década de 1930 ha sido la más grave de la historia del capitalismo. Entre 1929 y 1932-1933 tuvieron lugar caídas brutales de la producción, y se elevo drásticamente el desempleo. Los precios se desplomaron con una intensidad desconocida. Se vieron afectados la inmensa mayoría de países, tanto los industrializados como los menos desarrollados. 
La magnitud de la crisis: 
Entre 1929 y 1932 la producción industrial mundial disminuyó en más de un tercio (la de América del Norte cerca de la mitad).El único sector productivo básico que no sufríó un retroceso de los niveles de actividadarrow-10x10.Png, en términos físicos, fue la agricultura. Pero eso no la libró en absoluto de la crisis. Los precios se derrumbaron; los de los alimentos se redujeron a la mitad en tres años. La deflación afectó de forma menos brutal a los productos manufacturados:
su precioarrow-10x10.Png disminuyó en algo más de un tercio. 
La crisis no golpeó con igual intensidad a todas las economías. Los datosarrow-10x10.Png también desvelan que la gravedad de la crisis no dependíó del nivel de desarrollo económico alcanzado. Los países que más sufrieron la crisis fueron EEUU, Alemania, Polonia y Checoslovaquia. Entre los países que pasaron por una crisis leve o de corta duración tenemos a Gran Bretaña y Suecia. Finalmente, hubo un reducido númeroarrow-10x10.Png de países afortunados que no sufrieron la crisis y mantuvieron en todo momento tasas positivas de crecimiento de su PIB; Bulgaria, Rumanía y la URSS.

– Los orígenes inmediatos de la crisis:
El detonador de la crisis fue el crash de la bolsa de Nueva York en Octubre 1929. Pero hay causas más profundas y desequilibrios fundamentales en la economía internacional generados por la guerra y por las políticas de posguerra. Estos problemas estructurales eran lo bastante graves para acabasen ocasionando serias perturbaciones a la economía internacional. Lo que pasó es que se mantuvieron ocultos, hasta que estallaron a raíz de la crisis bursátil. La burbuja especulativa de los años veinte en los mercados de valores de EEUU llegó muy lejos (el índice general de acciones aumentó un 320%). Esta alza encerraba un enorme potencial desestabilizador al estar alimentada por el créditoarrow-10x10.Png en cadena aportado por bancos y por intermediarios financieros con escasos fondos propios. Un primer descenso brusco de las cotizaciones causado por la retirada de inversores avisados sembró el pánico, sobreviniendo el desastre. Todos aquellos que hasta unos días se enriquecían, se vieron obligados a deshacerse de los títulos a cualquier precio para intentar devolver los créditosarrow-10x10.Png que no les renovaban. Todos vendían pero nadie compraba. El mercado se colapsó, desplomándose los precios. Disminuyeron casi sin interrupción hasta mediados de 1932, cuando llegaron a un nivel que era tan solo el 15% del de tres años antes. 
El hundimiento del mercado de valores provocó en el último trimestre de 1929 una caída muy brusca del consumo privado en EEUU. Los consumidores dejaban de consumir los bienes costrosos y tecnológicamente más complejos (automóviles  y electrodomésticos), los cuales habían hecho creces a la industria norteamericana. El derrumbe de la demanda por parte de las familias fue debido, al efecto riqueza negativo originado por el desplome de las cotizaciones bursátiles, y, por otro, a la preferencia de liquidez. La contracción del consumo condujo a su vez a una disminución de la formación de capital al cancelar las empresas los planes de inversión y paralizarse el mercado inmobiliarioarrow-10x10.Png.
Por esta vía la economía norteamericana entró en recesión.


+ La desestabilización del sistema bancario:
El impacto más devastador por la crisis fue en la cadena de quiebras bancarias. En EEUU se sucedieron tres oleadas con carácter muy masivo. Su sistema era débil y encima la Reserva Federal actuó de forma errónea. La legislación bancaria norteamericana había dado lugar a una estructura tan peculiar, al impedir el establecimiento de los bancos fuera del Estado donde tenían su razón social. No existían bancos con una red nacional de sucursales (eran locales todo). Una dispersión tan grande hacía que el riesgo sistémico (riesgo común para todo el mercado) fuese elevado. La quiebra de una cierta “masa critica” de bancos insolventes podía arrastrar a la bancarrota a bancos sanos, a causa de un movimiento contagioso de pánico de la gente. La bomba que hizo estallar la crisis sistémica fue la preferencia por la liquidez del público. Cuando se produce un hundimiento de los mercados y los activos financieros, la reacción inmediata de los agentes económicos es buscar una posición de liquidez. Si se perciben o creen percibir un riesgo de restricciones para obtener dinero, la gente retira los depósitos bancarios (Pánico bancario). En un momento crítico como éste, el banco central es la única institución que tiene capacidad de detener la quiebra en cadena y evitar la desestabilización del sistema bancario. Pero la Reserva Federal no hizo nada, porque no se percató de la gravedad del riesgo sistémico ni comprendíó las catastróficas consecuencias que podrían derivarse. Los gestores del banco central interpretaron equivocadamente, lo que les llevó a aplicar una estrategia opuesta a la que era necesario aplicar. Se negaron a ampliar la oferta crediticia, subieron repetidamente los tipos de interés y cancelaron las operaciones de compra de títulos. Las suspensiones de pagos y cierres de establecimientos bancarios cobraron proporciones insospechadas. La destrucción masiva de depósitos bancarios provocó una fuerte caída de la cantidad de dinero. En 1929 y 1933 la base monetaria se contrajo en un tercio.  Los precios cayeron en picado al derrumbarse la oferta monetaria y crediticia (deflación). La gente preferiría  tener su riqueza en forma líquida antes de adquirir bienes tangibles ya que los precios continuaránarrow-10x10.Png disminuyendo.

 – La difusión de la crisis: 
La depresión originada en EEUU se difundíó al conjunto de la economía mundial a través de dos canales: el comercio y las finanzas internacionales.
+El hundimiento del comercio internacional:
El comercio mundial sufríó un autentico colapso.

Entre

1929 y 1932 el comercio mundial se redujo en una proporción próxima a 2/3. Esto propagó la depresión económica: cualquier país que tuviera una cierto grado de apertura comercial exterior se enfrentó a una seria recesión como consecuencia de la caída de la demanda externa. Fue prolongada, todavía en el año 1938 el comercio mundial se situaba por debajo de la mitad del nivel de 1929. Los precios de las mercancías disminuyeron mucho más que las cantidades comerciadas.
EEUU exportó la crisis a los demás países al tener un peso considerable en el comercio y la economía mundiales (era la economía de mayor tamaño). La disminución de la demanda de importaciones por parte de EEUU provocó en muchos países una fuerte de caída de sus exportaciones, la cual, condujo a que estos disminuyesen la demanda de importaciones.
Desde el inicio de la Gran Depresión y hasta la segunda Guerra Mundial la mayoría de países siguieron políticas comerciales y cambiarías para salvarse a si mismos a costa de “empobrecer al vecino”. Lo que caracterizaba esas políticas es que eran opuestas a cualquier forma de cooperación. Con ellas cada país persigue salir de la crisis, recuperar y mejorar la renta y el empleoarrow-10x10.Png a expensas de los demás. En el terreno monetario, consistíó en las devaluaciones competitivas. En el terreno comercial, consistíó en elevar los aranceles, imponer cupos, y en algunos casos establecer el control de cambios (con intención de restringir importaciones). 
EEUU fue el primero en aplicar de una política comercial muy proteccionista. En Junio de 1930, el senado aprobó la Ley arancelaria Smoot-Hawley, un muro para los productos extranjeros, que, supuestamente, habría de frenar la caída de los precios, los ingresos y el empleoarrow-10x10.Png nacionales. Con esta medida EEUU renunció a asumir el liderazgo de la economía mundial. La política proteccionista de EEUU provoco una reacción generalizada de medidas proteccionistas por parte de otros países, que no cesó hasta la segunda Guerra Mundial. Numerosos Estados tomaron medidas aún más contundentes para rebajar las importaciones: la contingencia y los controles de cambio. Las políticas mencionadas tuvieron efectos nefastos para el comercio internacional y para los propios países que las adoptaron. A ellas se debíó el colapso definitivo de los intercambios y el estancamiento en que éstos quedaron sumidos durante el resto del decenio. Lo que hizo particularmente desafortunada esta política es que sus devastadores efectos destructivos sobre el comercio internacional repercutieron negativamente en la situación macroeconómica de la totalidad de países. Al fin, todos los países perdieron rente y empleo buscando salvarse individualmente y renunciando a seguir estrategias de cooperación económica. 

+ Las repatriaciones de capital: 
El segundo canal de transmisión de la Gran Depresión fue el monetario-financiero. El crash de la bolsa de Nueva York provocó el cese total de las exportaciones de capital de EEUU. 
Entre 1931 y 1937, las naciones acreedores importaron una suma de capital aproximadamente equivalente a la que habían exportado durante le década de 1920 (unos 11.000 millones de dólares). De hecho, acabó siendo mayor, ya que en 1938 y durante la primera mitad de 1939 se redobló en reflujo (por fuga de capitales de residentes en países deudores). Estados Unidos pasó de ser el principal acreedor del mundo a tener una posición levemente deudora. La retirada de capital tuvo efectos desastrosos para las economías más endeudadas. La dependencia que todos estos países tenían de los flujos de ahorro exterior era tal que enseguida se enfrentaron a gravísimos problemas monetarios y financieros; máxime al producirse el repliegue de la inversión extranjera justo cuando se desplomaron las exportaciones. Estalló entonces una crisis de la deuda, que en muchas de esas economías se combinó con una crisis bancaria. Estas crisis financieras y de balanza de pagos se sucedieron en un movimiento en cadena, golpeando finalmente al propio corazón del sistema económico internacional. El régimen monetario se vino abajo.

+ El derrumbamiento del patrón cambios oro en la periferia:
El desequilibrio comercial resultó  completamente desestabilizador al conjuntarse con déficit en la cuenta de transferencias y de capital. Recayó entonces una presión insoportable sobre la balanza de pagos. Mientras que con las exportaciones se obténían cada vez menos ingresos, las obligaciones financieras, fijadas en oro a tipos de interés invariables, subían en términos de las exportaciones. Sin posibilidad de tomar nuevos prestamos, los países deudores agotaron enseguida las reservas y tuvieron que recurrir a políticas de austeridad extrema. Estas políticas se revelaron también muy pronto ineficaces para atajar el desequilibrio exterior. Dado que los países acreedores se desentendieron del problema, a lo países deudores no les quedó otro remedio que abandonar el patrón oro, devaluar, y , finalmente , recortar las importaciones y no pagar la deuda exterior. A mediados de 1931 productores de bienes primarios tan importantes como Argentina, Australia y Nueva Zelanda, entre otros, ya habían salido del patrón oro y depreciado sus monedas. Por entonces, numerosos países centroeuropeos, como Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Yugoslavia habían optado directamente por los controles de cambios y la suspensión del pago de la deuda exterior. Todos ellos y muchos más restringieron drásticamente las importaciones y emprendieron una estrategia de industrialización sustitutiva de importaciones. Argentina redujo 65%. En 1935 más de ¾ de la deuda exterior latinoamericana estaba en suspenso. 

-La recuperación en un contexto de desintegración de la economía internacional
Desde una perspectiva general, en el año 1932 se llegó al fondo de la depresión. A partir de allí, la economía mundial fue rehaciéndose hasta el inicio de la segunda Guerra Mundial. Pera la recuperación resultó mediocre y parcial. La producción se desenvolvíó mejor, pero no los precios. La producción de alimentos, que no había experimentado descenso alguno en términos físicos, registró crecimiento del 1%. Por el contrario, la deflación no solo persistíó, sino que se intensificó.  En fin, las elevadas tasas de desempleo indican que la mayoría de economías mantuvo ociosa una proporción considerable de su capacidad productiva. Claro está que esa misma información desvela la existencia de grandes diferencias entre países.

– Los contrastes nacionales
Algunos países se enfrentaron a grandes dificultades para salir de la depresión, mientas que otros rencontraron con relativa rapidez la senda del crecimiento, apoyándose sobre unas bases muy distintas a las que gobernaron su expansión económica en los años veinte.

+El “Bloque del oro”: 
Aquellas que se aferraron a las reglas del patrón oro y mantuvieron más tiempo en el tuvieron mayores dificultades para recuperarse y crecieron con más lentitud que las economías que se liberaron del patrón oro. El bloque de oro es una grupo de países que se mantuvo fiel al viejo sistema y se convirtió en defensor a la ultranza de la vigencia de sus principios. (El viejo continente, Francia, Holanda y Bélgica). Los integrantes del bloque se empeñaron en seguir aplicando políticas monetarias y fiscales restrictivas para corregir sus desequilibrios macroeconómicos y frenar el drenaje de sus reservas de oro. Esta estrategia dio malos resultados económicos e incluso tuvo trágicas consecuencias. Francia, como sus pequeños vecinos, fue aplastado por la maquina de guerra alemana en 1939. Aparte de ello, las economías que se mantuvieron mas tiempo en el patrón oro se enfrentaron al grave problema de que el resto del mundo se inclínó por la estrategia de las devaluaciones competitivas. Y si el bloque del oro no sacó ningún beneficio de haber intentado preservar el patrón oro, en cambio pagó los costes de haberlo defendido.

+ El área de la libra esterlina:
El contraste del “bloque del oro” con los países que devaluaron enseguida, es llamativo. Entre aquellos están Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Uruguay y etc. Gran Bretaña marcó la pauta, que consistíó, en primer lugar, en una fuerte depreciación de la moneda. A continuación, introdujo un cambio radical en la orientación de la política monetaria. De la noche a la mañana, el Banco de Inglaterra liquidó la política deflacionista estricta que había venido practicando desde el final de la guerra; en su lugar aplicó una política de tono agresivamente expansivo,  una política de dinero barato, que mantuvo inalterable durante años. La nueva estrategia cambiaría y monetaria contribuyó poderosamente a la recuperación de los precios y la actividad económica.

+ El éxito de las estrategias intervencionistas, en un marco de antiglobalización: 
Hubo otras economías en Europa y en América Latina que lograron igualmente llevar a cabo con éxito la recuperación económica mediante estrategias económicas orientadas hacia la autarquía. En la relaciones exteriores aplicaron instrumentos de regulación como el control de cambios, sistemas de tipo de cambio múltiples y acuerdos bilaterales de comercio. En el plano interior, optaron por desarrollar esquemas de intervención económica masiva para reactivas el sistema productivo y estimular el crecimiento industrial.  Ej. De país que aplico: Alemania.

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