Gobernaba por aquel entonces el Frente Popular, pero el deterioro del orden público y la radicalización social y económica trajo consigo diversas consecuencias:
- Conspiración militar en abril de 1936.
- Insurrección militar el 17 de julio de 1936 en Melilla, a partir de la cual Franco se hace cargo del mando el 18 de julio de 1936, extendiéndose por toda la península.
- Tras estos acontecimientos, España queda dividida en dos zonas, la zona republicana y la zona insurrecta (nacional), iniciándose así la Guerra Civil Española.
La Guerra Civil constituye el acontecimiento más dramático de nuestra historia reciente. Fue un acontecimiento mundial en torno al cual se polarizó la opinión pública mundial y la actitud de las potencias. En un contexto de consolidación de las dictaduras fascistas de Alemania e Italia y del régimen en la URSS, la Guerra de España se convirtió en un pulso internacional entre los dos grandes modelos políticos que estaban en juego: el democrático y el autoritario.
Apoyo a los bandos
La República: contó con las organizaciones políticas y sindicales de izquierda (PSOE, UGT…) que enviaron a sus militantes a formar milicias, armadas por el gobierno. Poco a poco ganaron en operatividad, aunque siempre actuaron con cierta independencia de la dirección militar. La fuerza naval quedó en manos de la República, pero fue poco efectiva, ya que la mayoría se quedó sin oficiales al mando, solo sirvió para dificultar el paso del estrecho. La aviación se mantuvo en su mayoría fiel a la República, pero fue ampliamente superada por la Legión Cóndor.
Los Sublevados/Nacionales: agrupaban diversas fuerzas sociales y políticas conservadoras: los monárquicos, los tradicionalistas, con su organización paramilitar de requetés (grupo armado de los carlistas), que resultó decisiva para el triunfo en Navarra, y la Falange. Además, contaron con el apoyo económico de amplios sectores de la CEDA. Lo más importante fue la organización, la disciplina y la fuerza armada para estabilizar el gobierno republicano, la Guardia Civil puso de su parte.
Desarrollo de la Guerra
El desarrollo de la guerra puede dividirse en 4 fases:
1ª Fase: Guerra de Columnas (Avance hacia Madrid)
(julio-noviembre 1936) Los sublevados con el apoyo marítimo y aéreo de Alemania e Italia y un ejército de legionarios y regulares (África) avanzando hacia Madrid. Los republicanos se opusieron al ejército profesional con milicias organizadas por los partidos y sindicatos, mal armados y sin preparación, compensada por la heroica resistencia de la ciudad de Madrid.
2ª Fase: La Ocupación del Norte
(diciembre 1936 – octubre 1937) Se inició con cierto equilibrio de fuerzas, que progresivamente se fue inclinando hacia los nacionales. Franco abandona Madrid y se centra en la campaña del norte con la conquista de la cornisa cantábrica que estaba aislada de la zona republicana.
3ª Fase: Avance hacia el Mediterráneo
(noviembre 1937 – junio 1938) En diciembre de 1937 el gobierno republicano tomó la iniciativa con la batalla de Teruel y mantuvo su ocupación hasta febrero. Franco inició la campaña de Aragón llegando hasta Castellón. El territorio republicano quedó dividido en dos zonas, una de las cuales era Cataluña.
4ª Fase: La Batalla del Ebro y el Fin de la Guerra
(julio 1938 – abril 1939) Fue uno de los mayores episodios militares de la guerra. Comenzó con una contraofensiva republicana, pero finalmente, Franco, con la ayuda de italianos y alemanes contraatacó y avanzó cruzando totalmente el río Ebro en la zona de su desembocadura, dejando al ejército republicano gravemente mermado. En diciembre de 1938, los nacionales comenzaron la ofensiva contra Cataluña, consiguiéndolo en un mes, produciéndose entonces una de las mayores oleadas de refugiados en dirección a Francia, entre ellos el gobierno republicano, que estuvo instalado en Barcelona desde octubre de 1937.
El 1 de abril de 1939, terminó la guerra con un parte firmado por Franco que decía: ‘En el día de hoy, caído y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. Españoles, la guerra ha terminado’.
El drama de 300.000 muertos, el recuerdo de ‘los paseos’, las ejecuciones, el hambre, la destrucción y el exilio serán heridas que permanecerán durante muchos años en el cuerpo social de España.