La Guerra Civil Española (1936-1939): causas, desarrollo y consecuencias

La Guerra Civil Española (1936-1939)

I. La sublevación militar y el estallido de la guerra

1. La conspiración

La conspiración contra la Segunda República por parte de la derecha fue plural y desorganizada. En ella participaron militares como Mola, Goded, la extrema derecha monárquica y los políticos de la CEDA. En principio, no se pensaba en una guerra civil.

2. El alzamiento y la propagación

El 17 de julio se inicia la sublevación en la guarnición de Melilla. Esa noche, Franco vuela a África para ponerse al mando del ejército. El 18 de julio, el alzamiento se extiende a la Península, principalmente en regiones conservadoras y católicas. Sin embargo, el alzamiento fracasó en Madrid y Barcelona.

3. Consecuencias inmediatas

El resultado inmediato fue una España dividida en dos bandos: uno sublevado y otro leal a la República. Los sublevados fueron consolidando su poder político a medida que la situación se volvía más confusa. En cada región controlada por los sublevados, se establecieron juntas que actuaban como cantones, repartiendo el poder y administrando sin tener en cuenta al resto del país. Las milicias populares, por su parte, pretendieron sustituir a las unidades militares regulares, que resultaron ineficaces e indisciplinadas. En este contexto, se produjo la colectivización de la propiedad, especialmente en el campo andaluz.

II. El desarrollo de la guerra

1. Etapas de la guerra

Julio – Noviembre de 1936: Durante estos primeros meses, no existió un frente estable y los sublevados contaban con una clara superioridad militar.

Finales de 1936: La situación cambia con la llegada de ayuda extranjera al bando republicano y la militarización de la población. En Madrid, se crean las milicias populares bajo el mando de los generales Miaja y Rojo, que se encargarán de la defensa de la ciudad.

La lucha en torno a Madrid: Se producen tres ofensivas principales: en la carretera de la Coruña, el Jarama y Guadalajara. Las tropas republicanas logran detener el avance de los sublevados.

Marzo – Octubre de 1937: En 1937, los franquistas toman Vizcaya, Asturias y Santander. El ejército republicano lanza tres ofensivas, contra Segovia y la Granja, contra Brunete y contra Belchite, pero todas fracasan.

Diciembre de 1937 – Junio de 1938: Los republicanos lanzan una ofensiva en Teruel para aliviar la presión sobre Madrid, logrando conquistar la ciudad. Sin embargo, el ejército franquista la recupera poco después, lo que marca el inicio del derrumbe republicano.

Julio de 1938 – Febrero de 1939: El ejército republicano cruza el río Ebro en un último intento por cambiar el curso de la guerra. La batalla del Ebro se convierte en una carnicería, con una gran concentración de fuego artillero. Tras tres meses y medio de lucha, los republicanos se ven obligados a retroceder. Los franquistas ocupan Cataluña en 1939, lo que supone para muchos el final de la guerra. Manuel Azaña, presidente de la República, presenta su dimisión. Más de medio millón de personas cruzan la frontera hacia el exilio.

El final de la guerra: A finales de 1939, el Frente Popular entra en crisis tras el reconocimiento de Franco por parte de Francia y Gran Bretaña. Los principales mandos republicanos intentan negociar la rendición con Juan Negrín. En marzo, el coronel Casado y Julián Besteiro negocian con Franco el final de la guerra. Franco exige la rendición incondicional y el 1 de abril anuncia la victoria de sus tropas.

2. Causas de la victoria nacionalista

Entre las causas de la victoria del bando nacional destacan el desequilibrio militar y el apoyo exterior (Alemania, Italia y Portugal), frente a un enemigo con graves problemas de organización y disciplina. Las tropas de la República, a pesar de su valentía, no podían competir con la superioridad material del enemigo.

III. La evolución política de las dos zonas

1. Formación de dos ejércitos

A partir de 1936, la organización militar del bando republicano adoptó la forma de»brigada mixt», una especie de ejército en miniatura más flexible que la antigua división en regimientos y batallones. En el bando nacional, la formación del ejército fue más sencilla gracias a la participación de voluntarios de la Falange y los Partidos Carlistas.

2. La doble represión

En ambos bandos se desató una brutal represión contra el enemigo, característica de las guerras civiles. Los sublevados utilizaron el terror para imponerse, mientras que en la zona republicana se produjeron casos de descontrol de masas y violencia incontrolada.

3. Evolución del Frente Popular

Largo Caballero formó un gobierno de concentración con todas las fuerzas del Frente Popular, con el apoyo del PCE y la CNT. En mayo de 1937, se produjo un conflicto en Barcelona entre la Generalitat y los anarquistas, que provocó la caída de Largo Caballero. Su sucesor, Juan Negrín, fue acusado de estar controlado por los comunistas.

4. La unión de los sublevados en torno a Franco

El ejército franquista logró la unión en torno a Franco gracias al sentimiento católico y antirrevolucionario. Franco se convierte en Jefe de Estado por la Junta Militar, formada tras el alzamiento. En 1937, se promulga el Decreto de Unificación, que establece un partido único.

IV. La dimensión internacional del conflicto

El apoyo exterior fue fundamental para la victoria franquista. Alemania e Italia proporcionaron ayuda militar y económica, mientras que la colaboración de Portugal facilitó la llegada de estos suministros. La URSS, por su parte, ayudó a la República a cambio de un alto precio. En los gobiernos occidentales, el anticomunismo y el miedo a la revolución llevaron a una política de no intervención, aunque se permitió a compañías como TEXACO suministrar combustible al bando franquista.

V. Consecuencias de la guerra

La Guerra Civil Española tuvo consecuencias devastadoras para el país: grandes pérdidas humanas (causadas por la violencia, el hambre y las enfermedades), descenso de la natalidad, aumento de la mortalidad entre la población joven y activa, destrucción de infraestructuras, retroceso económico (caída de la renta per cápita y la renta nacional), etc. La guerra supuso un trauma profundo para la sociedad española y un retraso considerable en su desarrollo.

Diccionario de la España Franquista

Autarquía: Régimen económico de un Estado que se propone ser autosuficiente, bastándose de sus propios recursos y evitando las importaciones. Característico de regímenes ultranacionalistas.

Autocracia: Sistema político en el que todo el poder recae en una sola persona. Propio de regímenes dictatoriales unipersonales.

Brigadas Internacionales: Cuerpo de voluntarios extranjeros que participaron en la Guerra Civil Española del lado republicano.

Caudillo: Dirigente político y militar. Apelativo que Franco tuvo durante todo su mandato. Su origen es sudamericano.

Comisiones Obreras (CCOO): Sindicato de inspiración comunista, aunque abierto a todos los sectores e ideologías. Se crea en los años 60. En principio fue perseguido e ilegalizado en 1967.

Democracia orgánica: Nombre que se dio en el régimen franquista a la participación política de los ciudadanos a través de los llamados tercios orgánicos. La prohibición de los partidos políticos y el escaso poder de las Cortes hicieron que esta participación apenas fuera representativa.

Desarrollismo: Política económica que busca el rápido crecimiento económico sin apenas prestar atención a sus posibles efectos secundarios. Se puso en práctica en España en los años sesenta del siglo XX, durante la dictadura franquista.

Devaluación: Reducción del valor de la moneda de un país respecto a las de los demás.

División Azul: Cuerpo de voluntarios españoles que lucharon en la Segunda Guerra Mundial al lado de los alemanes contra los soviéticos.

FAI: Federación Anarquista Ibérica, fundada en Valencia en 1927.

Francisco Franco (1892-1975): General español que lideró la sublevación militar contra la Segunda República en 1936, desencadenando la Guerra Civil. Tras la victoria del bando nacional, estableció una dictadura que se prolongó hasta su muerte en 1975.

Fuero de los Españoles: Conjunto de derechos y deberes de los españoles promulgado por el régimen franquista en 1945. Presentado como una carta otorgada, no reconocía derechos fundamentales y limitaba las libertades individuales.

Guerra Fría: Enfrentamiento político, ideológico y económico entre el bloque occidental, liderado por Estados Unidos, y el bloque del este de Europa, dominado por la URSS. Se inicia tras la Segunda Guerra Mundial y se prolonga hasta la caída del muro de Berlín en 1989.

Inflación: Proceso de subida persistente y generalizada de los precios, iniciado por algún desequilibrio entre la producción de bienes y servicios y el crecimiento de la demanda, cuando el crecimiento de la última es superior a la primera.

Nacionalcatolicismo: Doctrina y política vigente durante el régimen franquista que suponía la unión entre el poder religioso y el Estado. Implicaba el sometimiento de la Iglesia al poder político y la hegemonía del catolicismo en la moral social.

Plan de Estabilización de 1959: Decreto ley de nueva organización económica que significó la apertura del mercado español a la inversión del capital extranjero. Auspiciado por el FMI, dio lugar, tras un breve retroceso, a un notable crecimiento económico y a la modernización de España.

Plan Marshall: Programa de ayuda económica de los Estados Unidos a Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Llegó a España en los años 50.

Tecnócratas: Políticos de perfil técnico, sobre todo juristas, ingenieros o economistas, que diseñaron la política de expansión económica en España entre 1957 y 1973, vinculados la mayor parte de ellos al Opus Dei.

Tribunal de Orden Público (TOP): Institución judicial franquista creada para reprimir cualquier tipo de manifestación en defensa de la libertad, los derechos, etc.

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