La Guerra Civil Española: Evolución en las Zonas Republicana y Nacional y sus Consecuencias

La Guerra Civil: Evolución en las dos Zonas y sus Consecuencias

El Gobierno Republicano

Muy pronto se vio que el gobierno de José Giral, compuesto sólo por miembros de los partidos republicanos, era impotente ante la revolución proletaria, y que las milicias populares no podían combatir con la eficacia del ejército sublevado, constituido por militares profesionales.

El gobierno de Largo Caballero, formado en septiembre de 1936 y al que dos meses después se incorporó la CNT, intentó recuperar el control. Para conseguirlo se militarizó a las milicias, se impuso un fuerte control sobre el Banco de España y sobre los Ayuntamientos y Diputaciones, obligando a la disolución de los comités revolucionarios. Pero sus diferencias con los comunistas, que pretendían llevar a cabo los planes de una revolución proletaria guiada desde Rusia, hizo que dimitiera.

Su sucesor fue Juan Negrín, con el que aumentó el poder de los partidos y disminuyó el de los sindicatos. Consiguió todo lo que su antecesor había intentado.

La España «Nacional»

Varios factores hicieron posible que el bando franquista lograra la unidad sin grandes dificultades: el sentimiento católico y antirrevolucionario que aglutinó a los distintos partidos, y el papel hegemónico que desempeñó el ejército.

A principios del otoño de 1936, la Junta de Defensa Nacional nombró a Franco Jefe de todos los Ejércitos, con el título de Generalísimo y Jefe del Gobierno, algo que luego derivó en Jefe del Estado, a la vez que se le otorgaban plenos poderes. De inmediato, Franco formó una Junta Técnica hasta que, por la Ley de Administración General del Estado (1938), creó el Gobierno de la Nación. El Jefe del Estado asumía el poder legislativo y era también el presidente del Consejo de Ministros.

También se había llevado a cabo un proceso de concentración de las fuerzas políticas que habían apoyado el golpe militar. Un decreto de abril de 1937, con gran protagonismo de Serrano Súñer, unificó a falangistas y carlistas en un único partido o Movimiento: FET y de las JONS, del que Franco pasó a ser su jefe nacional.

La Iglesia no había participado en los preparativos de la insurrección militar; sin embargo, pronto dio su aprobación al bando insurgente. La Iglesia definió la guerra como una «cruzada». El ejército fue el otro pilar fundamental, a pesar de que en los momentos iniciales del conflicto bélico, el ejército «nacional» presentaba dimensiones relativamente pequeñas, pero su disciplina no se había modificado.

Las Consecuencias de la Guerra

Impacto Humano y Social

  • Los estudios más rigurosos elevan las muertes en el frente y en los bombardeos sobre civiles a unas 145.000. La represión en los dos bandos se cobró al menos a 135.000 víctimas, a las que hubo que sumar entre 35.000 y 50.000 más que fueron ejecutadas desde 1939 a 1945 (consejos de guerra, juicios sumarísimos…). Durante los primeros meses de la guerra se produjeron represiones contra quienes habían estado vinculados (real o supuestamente) con el otro bando. Muchas de ellas se hacían sin procedimiento legal, mediante visitas sorpresa a las cárceles y la salida de «paseo» hasta el lugar de ejecución.
  • Más de medio millón de personas partió para el exilio. Los exiliados se amontonaron en los campos de refugiados de la costa francesa, o pudieron huir a México o Argentina. Muchos de ellos nunca regresaron a su tierra. Se marcharon bastantes de los mejores intelectuales y científicos del país, con lo que el panorama cultural quedó muy empobrecido.
  • Directamente afectados se vieron también los 400.000 españoles heridos en las operaciones militares y los 300.000 prisioneros de guerra habidos en las cárceles franquistas hasta 1945. Otras decenas de millares habrían de permanecer en trabajos forzados, reparando carreteras y ferrocarriles o construyendo el gigantesco mausoleo del caudillo, el Valle de los Caídos.

Impacto Económico

En el terreno económico, la Guerra Civil tuvo también efectos desastrosos y se puede decir que, en conjunto, había supuesto unas pérdidas económicas para España por valor de 35.000 millones de pesetas en 1939:

  • Se perdió más de medio millón de hombres y mujeres laboralmente activos.
  • Se destruyeron total o parcialmente unas quinientas mil viviendas.
  • Quedaron inservibles algo más de un tercio de la marina mercante, en torno al 60% de las locomotoras y vagones de los trenes, y una parte considerable del tendido ferroviario y de la red de carreteras.
  • Dos terceras partes de la ganadería desaparecieron. La agricultura y la industria, que en algunas zonas de la Península sufrieron graves devastaciones, redujeron su producción en aproximadamente el 25%.
  • Gran parte del oro del Banco de España se había utilizado para pagar la ayuda que la URSS había enviado a la República.
  • El gobierno de Franco se había endeudado con Alemania e Italia en casi mil millones de dólares por los suministros que estos países le habían facilitado.

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