Sublevación Militar y Estallido de la Guerra Civil – Desarrollo y Consecuencias
El 17 de julio de 1936, las guarniciones de África iniciaron el Alzamiento Nacional, que dividió a España en dos: 21 provincias adictas al Gobierno y 29 afectas al Alzamiento. Este contaba con buena parte del Ejército -incluida la Legión y los Regulares de África-, parte de la Guardia Civil y las milicias voluntarias del Requeté, Falange y Renovación Española. El Gobierno republicano disponía de parte de la Guardia Civil y de Asalto, parte del Ejército y las milicias voluntarias de los partidos socialista, comunista, anarquista y demás grupos afectos a la causa republicana.
Fuerzas y Apoyos de Ambos Bandos
Permanecieron fieles a la República las capitales como Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, y las zonas industriales. El Alzamiento tuvo la adhesión de la España agrícola: gran parte de Andalucía, Castilla la Vieja y Navarra. En la España republicana, formó un nuevo Gobierno José Giral Pereira el 19 de julio de 1936, al dimitir Casares Quiroga. En la España nacional, tras la muerte en un accidente de aviación de José Sanjurjo, se constituyó en Burgos la Junta de Defensa Nacional, presidida por Miguel Cabanelles Ferrer, que nombró al general Franco jefe de operaciones en Marruecos y en el Sur de España. Gonzalo Queipo de Llano y Sierra, desde Sevilla, dirigía la lucha por la liberación de Andalucía.
Emilio Mola, que sostenía el frente del Alto Aragón, lanzó sus tropas sobre Guadarrama y Somosierra e inició la ofensiva sobre las provincias vascas. Dentro de la Zona Roja se defendían heroicamente el coronel Antonio Aranda en Oviedo, el coronel José Moscardó en el Alcázar de Toledo y el capitán de la Guardia Civil Santiago Cortés González en el santuario andaluz de Santa María de la Cabeza. El 5 de agosto salió de Melilla el primer convoy de fuerzas de África, dirigido por Franco, y el 10, con la conquista de Mérida, trabaron contacto las fuerzas del Norte con las del Sur, contacto que se afirmó con la toma al asalto de Badajoz el día 13, por el coronel Juan Yagüe Blanco.
Avances del Bando Nacional y Consolidación del Poder
El 5 de septiembre, con la toma de Irún, el frente norte republicano comenzó a desmoronarse. El 13 de septiembre caía San Sebastián. La conquista de Toledo por el general José Enrique Varela liberó el Alcázar. El 17 de octubre, las columnas gallegas del coronel Pablo Martín Alonso enlazaron con el defensor de Oviedo, el coronel Antonio Aranda. El 1 de octubre, Franco recibió, de manos de la Junta de Defensa Nacional, plenos poderes como Jefe de Estado, al mismo tiempo que se creaba una Junta Técnica del Estado, presidida por Fidel Dávila Arrondo, en la que se hicieron cargo de los ministerios. El Gobierno de Burgos fue reconocido por Italia y Alemania, que enviaron material y fuerzas, como la Legión Cóndor alemana.
Intervención Extranjera y Radicalización del Conflicto
Al aproximarse a Madrid el Ejército Nacional, Azaña ofreció el Gobierno al socialista Largo Caballero que, arrojado en brazos del comunismo, anunció para el día de la victoria la dictadura del proletariado y el establecimiento de un régimen soviético. Ello le valió la ayuda material y moral de la URSS y del comunismo internacional y determinó el reclutamiento en diversos países de las llamadas Brigadas Internacionales, que tomaron luego parte muy activa en la lucha.
El 22 de diciembre cayó Teruel en manos de los republicanos. En la España Nacional, Franco dispuso el 19 de abril de 1937 la Unificación total de milicias y partidos en la organización que se llamó Falange Española Tradicionalista y de las JONS. En la España Roja, Juan Negrín López sucedía a Largo Caballero en la presidencia del Gobierno, que el 2 de noviembre de 1937 se trasladó de Valencia a Barcelona. Mientras el Cuerpo de Ejército de Navarra reconquistaba el Alto Aragón y penetraba en Cataluña, el general Aranda, con el Ejército de Galicia, llegaba al Mediterráneo con la conquista de Vinaroz, partiendo en dos la España roja.
Ofensiva Final y Fin de la Guerra
El 25 de julio de 1938, el general republicano Vicente Rojo cruzó el Ebro y rompió las primeras líneas nacionales. Franco aprovechó esta coyuntura para machacar literalmente al ejército enemigo, que ya en el futuro sería incapaz de presentar una resistencia seria. Fue la batalla más encarnizada, cruenta y sangrienta de toda la guerra. En diciembre de 1938, comenzó la ofensiva final sobre Cataluña. El 14 y 26 de enero de 1939, cayeron sucesivamente Tarragona y Barcelona. El 9 de febrero, los nacionales llegaron a la frontera de Le Perthus. El presidente de la República, Manuel Azaña Díaz, anunció su dimisión el 3 de marzo de 1939 en la embajada de París, donde había buscado refugio. Antes, el 27 de febrero de 1939, Francia e Inglaterra habían reconocido al Gobierno de Burgos, como lo haría Estados Unidos.