LA GUERRA COLONIAL Y LA CRISIS DE 1898
I- INTRODUCCIÓN
La crisis del 98 es considerada por los historiadores como un momento esencial de la historia de España. En el interior, el fracaso de la revolución industrial en el país, con el consiguiente subdesarrollo económico y conflictividad social, se unía a un sistema político, el de la Restauración, muy poco democrático, con las consecuencias de una fuerte conflictividad política interna y un alto grado de corrupción. Además, se producen dos guerras (CubaGuerra de los Diez Años y Marruecos), que hicieron radicalizar aún más el ambiente político y social.
A finales de siglo XIX, España se encontraba aislada internacionalmente, no contando en ninguna de las alianzas entre las potencias europeas de la Europa de la Paz Armada. Todo ello explica que cuando se enfrente a EEUU, una potencia económica y militar emergente, por la posesión de Cuba, España sufra una humillante derrota que la hará consciente de su debilidad.
La política exterior de la Restauración va a traer bastantes consecuencias negativas. En el contexto internacional supone el paso de España, a potencia de segundo orden, ya que se pierden las últimas colonias americanas, además de Filipinas y se embarca en la aventura africana que iba a ser fuentes de innumerables problemas.
Frente a los intentos de continuar con el sistema político imperante por parte de las clases dirigentes encuadradas en los partidos dinásticos, surgen las tesis regeneracionistas que intentan una reforma y modernización profunda de la estructura política, económica y social del país. Su fracaso supondrá el reforzamiento de las fuerzas políticas situadas al margen del sistema.
La pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas provocó en España una crisis tal, que se le denominó el desastre del 98 o la crisis del 98 que significó una depresión moral y anímica colectiva, el fin de una época y el principio de otra. Es el inicio de la crisis de la Restauración.
II- CAÍDA DEL IMPERIO COLONIAL (GUERRA DE CUBA Y FILIPINAS)
La pérdida de nuestras posesiones antillanas y del Pacífico está directamente relacionada con la remodelación del mapa colonial impuesto por las grandes potencias industriales de finales del s. XIX y en concreto por la expansión imperialista de EEUU. España en este contexto de reajuste colonial iba a dirigir sus deseos imperialistas a Marruecos.
– ANTECEDENTES
En Cuba existía un movimiento liberal de cierta importancia, compuesto por pequeños y medianos propietarios de tierras y clase media en general. En principio solo aspiraban a una mayor autonomía de la isla que les permitiera adoptar decisiones acordes con sus intereses, pero la insensibilidad española ante sus peticiones empujó a este sector del reformismo a la revolución independentista.
En Cuba se inició la «Guerra de los Diez Años» (1868-78) contra España, con el «Grito de Yara», ante la falta de respuesta de las autoridades españolas a las demandas de autonomía de los criollos, otras causas fueron el deseo de un menor control de su economía, pues Cuba era gran productora de caña de azúcar y tabaco y tenía cercano el mercado de los Estados Unidos y por último el deseo de abolir de la esclavitud de una manera gradual.
El conflicto se alargó por la desidia de la metrópoli, solo una vez restaurados los Borbones, se puso mayor interés en la guerra y fue en 1878 cuando Martínez Campos consiguió firmar la paz con los cubanos (Paz de Zanjón), con la promesa española de conceder más autonomía a la isla y abolir la esclavitud.
El incumplimiento de estas promesas de autonomía degeneró enseguida en un nuevo conflicto, la guerra Chiquita (1879-80) y los cubanos seguían pidiendo mayor autonomía e independencia.
Otros acontecimientos fueron:
- En 1886 la abolición de la esclavitud causó indignación a las clases altas cubanas.
- Además en 1891 la Ley del Arancel de Cánovas obstaculizó el comercio con los Estados Unidos, que suponía un 88% del total del comercio exterior cubano.
- En abril de 1892 José Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo fundaron en el exilio el Partido Revolucionario Cubano que exigía la independencia.
- En 1893 el ministro de Ultramar Antonio Maura propuso una reforma del estatuto colonial de Cuba, pero fue rechazado por el gobierno de Cánovas.
- El independentismo aumentó su base social y el presidente estadounidense, William McKinley, protestó ante la política arancelaria española.
- En 1895 estalla la insurrección en Cuba.
A la muerte de Cánovas, 1897, Sagasta concede una amplia autonomía, pero es demasiado tarde: la lucha era ya por la independencia.
Las causas de la guerra hay que buscarlas en los intereses económicos (Ley del Arancel) y políticos (prestigio) de la clase dominante española, los intereses de la oligarquía cubana por la independencia política y económica, y los intereses políticos y estratégicos de Estados Unidos y económicos Estados Unidos apoyaría económica y militarmente a los independentistas cubanos desde 1895
– EL DESARROLLO DEL CONFLICTO (1895-98)
– INICIO: GUERRA DE GUERRILLAS
- La guerra estalla en 1895, con el «Grito de Baire» ¡Viva Cuba libre! José Martí fue el líder, junto con Maceo, Gómez y Calixto García. Consiguieron sublevar la parte oriental de la isla, la más antiespañola. Cánovas envía a Martínez Campos para que combine la negociación con la guerra. Al no conseguirlo, la retira y envía en 1896 al general Weyler, que impuso su línea dura y represiva
Su táctica consistió en dividir en tres el territorio de la isla por medio de trochas, o líneas fortificadas que impidieran el paso de los insurrectos, con lo que se facilitaba su eliminación llegando a confinar a los campesinos, que eran el principal apoyo del movimiento independentista, en campos de concentración. Esto dio pie a una protesta de los Estados Unidos, cuya opinión pública iba decantándose por la intervención militar en Cuba.
Con la muerte de Maceo la guerra estaba prácticamente ganada por España, pero entonces se produjo la intervención americana.
Esta dureza y crueldad que utiliza Weyler provocó una protesta internacional, lo que aprovecharía EEUU para intervenir
– LA INTERVENCIÓN DE EEUU
El presidente americano McKinley protesta al gobierno de España por la dureza de Weyler y exigía la pacificación de Cuba, siguiendo la doctrina Monroe se mostraba partidario de intervenir en el conflicto e intentó comprar la isla, a lo que el gobierno se negó, Cuba y Puerto Rico eran sentidas desde la Península de manera similar a como lo eran las Baleares o las Canarias.
En un intento por evitar el conflicto, el Gobierno de Sagasta sustituyó a Weyler por el general Blanco y anunció la concesión de autonomía a la isla, pero esta propuesta llegaba demasiado tarde.
Mientras tanto en el resto de las colonias españolas crecía también el sentimiento independentista, coincidiendo con la insurrección cubana, se produjo también la de Filipinas. En este archipiélago, la presencia española era más débil que en las Antillas y se limitaba en buena medida a las órdenes religiosas, la explotación de algunos recursos naturales y su utilización como punto comercial con China.
El levantamiento filipino fue duramente reprimido y su principal dirigente, José Rizal, acabó siendo ejecutado mientras los insurrectos, que habían fundado un movimiento independentista llamado Katipunan, terminaron negociando con el gobierno de Sagasta una pacificación que fue momentánea hasta la definitiva sublevación de 1898.
En Puerto Rico, el movimiento autonomista criollo se desarrolló a partir del descontento generado por la miseria, el analfabetismo y la estructura agraria patriarcal de los cultivadores de azúcar y café, acrecentando la insurrección cubana el sentimiento independentista puertorriqueño. No obstante, las manifestaciones de fidelidad a España fueron constantes y, en 1897, se concedió a la isla la autonomía administrativa. Fue la decisión norteamericana de apoderarse de este territorio como botín de guerra la que decidió el futuro de esta isla.
Retomando la situación en Cuba, los americanos aprovecharon el incidente del Maine: que fue la explosión de un buque de guerra americano fonde
ado en el puerto de La Habana, cuya causa entonces se desconocía EEUU culpó a España e inició una campaña de prensa en su contra En España también se publicaron EEUU manda un ultimátum a España exigiéndole que renunciase a la soberanía sobre Cuba. El rechazo de España, donde buena parte de la clase política y de la prensa se aferró a irresponsables posiciones patriotas publicando cosas como que los americanos «huirían despavoridos ante los primeros disparos de los españoles», dio lugar a la declaración de guerra por los Estados Unidos. Las fuerzas eran desiguales. La guerra hispano-americana se desarrolló en dos frentes: En el Pacifico: el 1 de mayo de 1898 la anticuada flota española fondeada en la Bahía de Cavite fue hundida por el almirante Dewey, de los Estados Unidos. La insurrección rebrotó y el 12 de junio Emilio Aguinaldo proclamó la independencia de Filipinas apenas un mes después de la entrada de 16.000 soldados estadounidenses. El general Jaúdenes entregó Manila a los americanos.En el Caribe: el 2 y 3 de julio en Santiago de Cuba, donde la flota, bloqueada en la bahía y dirigida por el almirante Cervera, prefirió ser destruida a rendirse, a causa de la presión del gobierno y de la opinión pública española, fue fácilmente aniquilada por la escuadra del almirante Sampson. A partir de entonces la resistencia española resultó inútil y unos días después capituló La Habana. Después ocuparon Puerto Rico sin oposición. Fue una victoria fácil, murieron 300 españoles y un solo enemigo, barcos españoles de madera se enfrentaron a buques de acero.
–CONSECUENCIAS: EL TRATADO DE PARIS Tras la rendición se firma el Tratado de Paris (diciembre 1898), con los siguientes acuerdos territoriales: Cuba logró una independencia teórica, ya que quedó bajo «protección de EEUU” hasta mitad del siglo XX. España cede a EEUU Puerto Rico , Filipinas y la isla de Guam en el Pacifico ,España firmó sin rechistar. -Políticas: España perdió casi los últimos restos del imperio colonial y quedó fuera del reparto internacional, pasando definitivamente a ser una potencia de segundo orden. Posteriormente se intentaría compensar este fracaso con la explotación de Marruecos. -Económicas: afecto a las exportaciones textiles catalanas y a las importaciones de materias primas baratas, agudizando el déficit de la balanza de pagos e incrementando el proteccionismo comercial, aunque la repatriación de capitales compensa en algo los efectos negativos. -Morales e ideológicas: la gran consecuencia fue moral y anímica. Una especie de depresión colectiva y de catastrofismo se adueño de los españoles. Se dieron cuenta de que España era una nación insignificante a nivel internacional, daba la sensación que “la gloriosa historia de España como Imperio colonial” finalizaba. España quedaba pobre y atrasada económicamente, y políticamente dominada por el caciquismo. Esos eran los verdaderos males de España y había que regenerarla: Surge el Regeneracionismo y la Generación del 98.III- LA CRISIS DEL 98 Y EL REGENERACIONISMO La crisis o desastre del 98 se produjo tras la fácil derrota española, la superioridad norteamericana y la rapidez con la que se cedieron las colonias al enemigo causaron una gran impresión en España en todos los sectores sociales, a las preocupaciones de los industriales y exportadores vinculados con Cuba y Filipinas, se unen el pesimismo y malestar del ejército. En muchos grupos populares surge la sensación de haber sido traicionados y engañados. Algunos sectores de la clase media se plantean por que ha ocurrido la desgracia. Los nacionalismos comienzan a expandirse, el movimiento obrero y el republicanismo se radicalizan. Surge un renacimiento del militarismo, Las críticas al sistema canovista se generalizan. De la derrota surge una nueva idea y un nuevo impulso: La modernización de España, ya que para todos, la causa fundamental del desastre estaba en nuestro retraso con respecto a los países del entorno.
-EL REGENERACIONISMO INTELECTUAL Fue liderado por una serie de intelectuales entre los que destaca Lucas Mallada, Macías Picavea, la Generación del 98, y, sobre todo, Joaquín Costa (pág.241). Este defendió la necesidad de modernizar España y olvidar las glorias del pasado: «escuela y despensa y cien llaves al sepulcro del Cid». Sus ideas se publicaron en «Oligarquía y caciquismo como la forma actual del gobierno de España». Pretendía sustituir la política del régimen de la Restauración, que favorecía a la oligarquía, por otra que apoyara a las clases medias. Para los regeneracionistas, el origen del problema estaba en el aislamiento del cuerpo electoral del país, la corrupción de los partidos del turno y el atraso económico y social que España respecto a los países europeos más avanzados. Criticaban el entramado político de la Restauración y lo definían como un “organismo enfermo” y “degenerado”. Para cambiar la situación propusieron programas basados en la reorganización política, la dignificación de la vida parlamentaria (fin del caciquismo), la reforma educativa, acompañada de la construcción de escuelas que sacara a las masas de su tradicional ignorancia, la mejora de la explotación del campo (“escuela y despensa”), la acción orientada hacia la ayuda social, las obras públicas, y, en definitiva, una política encaminada al bien común y no en beneficio de los intereses de la oligarquía. A este regeneracionismo intelectual le iba a suceder otro regeneracionismo más práctico; el de los políticos, pero con muchas variantes ideológicas. De ahí que el regeneracionismo fuera practicado desde diversos ángulos políticos, hasta producir la sensación de encontramos ante varios regeneracionismos.-DISTINTOS TIPOS DE REGENERACIONISMO POLÍTICO La crítica al sistema de la Restauración y al caciquismo era común, pero la forma de conseguir esa modernización variaba tanto como las distintas opciones políticas existentes. Podemos establecer dos grupos: uno surgido dentro del propio régimen que va a ser partidario de la revolución desde arriba y otro partidario de la revolución desde abajo, defendido por los republicanos y los socialistas •Partidos dinásticos.- Silvela, Maura y Canalejas, son prototipos de políticos regeneracionistas, que intentan hacer «la revolución desde arriba»(para evitar que se la hagan «desde abajo») luchando contra el caciquismo
•Los nacionalismos.- Achacaban al estado centralista la culpa de los males de España. Catalanes y vascos van a considerar la autonomía como parte de la regeneración necesaria. Los nacionalistas catalanes forman parte de los gobiernos centrales para desde ahí hacer la regeneración según sus ideas, como hizo Cambó. -Los republicanos.-Culpan de todos los males a la monarquía y sus estructuras. Ganan espacio político. Proponen un modelo republicano para la modernización del país. •El movimiento obrero.-Alcanza gran desarrollo. Culpaban a la monarquía y los partidos dinásticos de las pésimas condiciones de vida de los trabajadores. Reclamaban un gobierno más afín a los intereses de la clase trabajadora. •Los militares.- El ejército, en su conjunto, se derechizó, inclinándose hacia posiciones conservadoras autoritarias y abandonando las tendencias populistas y republicanas que había tenido en el siglo XIX. Culpaban a los políticos del desastre y al sistema parlamentario de todos los males de la nación. Veían a las clases populares como una amenaza para el orden social. Todos estos regeneracionismos, salvo el de los partidos dinásticos, confluyeron en la crisis de 1917. -LA GENERACIÓN DEL 98 Desde el punto de vista literario, se va a formar un grupo influenciados por el desastre del 98, el regeneracionismo y Joaquín Costa. Es la Generación del 98: Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu, Ganivet, Machado y Valle Inclán tienen en común su procedencia periférica y su interés por Castilla, pero sobre todo les une su «común dolor» por España y su decadencia. Su preocupación giró en torno al «problema de España», su definición como nación, la búsqueda de sus señas de identidad nacional, el alejamiento entre la España real y la oficial, y las causas de su atraso con relación a Europa, tal vez la verdadera causa del desastre. A partir de entonces, el problema de España se iba a convertir en el gran tema de debate político nacional, aún de actualidad. CONCLUSIÓN En definitiva, el desastre de 1898 significó para España el comienzo de un nuevo período en el que se planteó la necesidad de afrontar la reforma política, social y económica del Estado. Vino a ser, en cierto modo, una crisis de fin de siglo, en un ambiente de desconcierto político en el que las tensiones sociales comenzaban a agudizarse cada vez más, y que años después desencadenaría la crisis del régimen de la Restauración.