La Guerra de la Independencia Española (1808-1814)
1. Inicios de la Guerra
Las tensiones entre españoles y franceses desembocan en acontecimientos sangrientos, debidos a escaramuzas, que se dan a partir de abril de 1808 y que culminan en los acontecimientos del 1 y 2 de mayo de 1808 en Madrid.
- La tarde del 2 de mayo de 1808 se producen incidentes graves al saberse que el último miembro de la familia real que queda en España, el infante Francisco de Paula, va a ser enviado a Francia. Parte de la población de Madrid se levanta contra esta decisión, enfrentándose a los franceses. A ellos se unen militares como los capitanes Daoíz y Velarde del parque de Artillería de la ciudad, pero en general son duramente reprimidos por las fuerzas francesas.
- Ante la ausencia del monarca y la paralización del Consejo de Castilla, que actúa siguiendo las directrices de Bayona, surgirán en todo el territorio nacional, en primer lugar en Asturias, las llamadas Juntas Provinciales, que se encargarán del control político y militar durante la lucha contra los franceses.
2. Desarrollo de la Guerra
- En primer lugar, hay que tener en cuenta la diferencia de hombres y material entre los franceses y los españoles: en torno a 150.000 hombres frente a 100.000 españoles, de los que 30.000 son milicias provinciales, no fuerzas regulares. Incluso en caballería y artillería los franceses superan a las fuerzas españolas.
A lo largo de la guerra, la entrada del duque de Wellington con 150.000 soldados ingleses desequilibra la balanza a favor de las fuerzas antifrancesas.
Podemos distinguir tres etapas del conflicto:
a) Etapa de ocupación y levantamiento, con éxitos iniciales (1808)
En esta etapa los diferentes ejércitos franceses se disponen de manera que pudieran controlar las zonas estratégicas de la península.
- El III Cuerpo de Ejército francés trata de ocupar Cataluña y Zaragoza, pero es detenido en el Bruch por los sometents catalanes.
- El IV Cuerpo de Ejército se despliega por el noroeste peninsular, controlando Burgos, Vitoria, Pamplona y San Sebastián, así como la cornisa cantábrica y Zaragoza, defendida por el general Palafox.
- El I y II Cuerpo de Ejército ocupan el centro peninsular, al mando de Dupont y Moncey, quien se ve obligado a retirarse de su avance hacia Valencia. Incluso el intento de ocupar Cádiz fracasa ante la victoria del general Castaños en Bailén, lo que trasciende a nivel europeo: es la primera vez que se derrotan a los invencibles ejércitos napoleónicos. Esto obliga al emperador a intervenir personalmente en la dirección del conflicto.
b) Etapa de control o hegemonía francesa. Desarrollo de la guerra de guerrillas (1808-1812)
La entrada en España del emperador al mando de la Grande Armée, un poderoso ejército de veteranos, en el año 1809, supone un cambio decisivo en el devenir del conflicto. Los franceses obtienen importantes victorias en Burgos, Tudela y Uclés, obligando a huir a la Junta Central, con sede en Madrid, a Cádiz. En la capital de España, Napoleón acantona a 43.000 soldados, volviendo a instalar en ella a su hermano José como rey de España, que había huido a Vitoria. A la vez, Napoleón derrota a las tropas inglesas que estaban en suelo español, obligándolas a retirarse hacia Galicia. Un año después de la entrada de Napoleón en España, el territorio peninsular está controlado a excepción de Lisboa, Galicia y Cádiz. Las derrotas ante los franceses obligan a la Junta Central a cambiar de táctica en el conflicto armado, empleando la llamada guerra de guerrillas. Esta consiste en partidas o cuadrillas de hombres armados, que hostigan al enemigo constantemente, forzándole a distraer fuerzas y recursos, debilitándole. La inferioridad militar obliga a evitar los enfrentamientos en campo abierto; el apoyo de la población civil, dándole cobijo y alimentos, será decisivo para la derrota francesa.
El apoyo de la Iglesia, al justificar la lucha contra “los ateos franceses”, y el medio hostil, de difícil acceso, pero mejor conocido por los españoles, facilitando su movilidad son algunas de las claves que explican la derrota francesa. Los franceses se ven obligados a defender los núcleos vitales para ellos, bajo amenaza constante.
c) Ofensiva anglo-hispana (1812-1814). Retirada francesa
El enfrentamiento continental entre Francia y Rusia obliga a Napoleón a reunir un ejército de 650.000 hombres, próximo al millón, para invadir este país. Este nuevo frente abierto permite que cambie la situación en España. Las fuerzas hispano-inglesas cosechan notables éxitos en Arapiles, Vitoria y San Marcial, que obligan a los franceses a marcharse de España. El emperador devuelve el poder a Fernando VII, hijo de Carlos IV, tras firmar un acuerdo comercial favorable a Francia y obtener garantías para los españoles colaboradores de los franceses en la Administración.