La Guerra de la Independencia Española (1808-1814)
1. Crisis del Antiguo Régimen
Desde 1788 hasta la muerte de Fernando VII, España experimentó la llamada crisis del Antiguo Régimen y el nacimiento de la España contemporánea. La grave crisis ocurrida durante el reinado de Carlos IV dio lugar a la Guerra de la Independencia. Este conflicto se considera el inicio de la Edad Contemporánea en España. En este marco, nace el proyecto liberal plasmado en la Constitución de 1812, que constituyó durante décadas la referencia del liberalismo español, con avances y retrocesos durante el reinado de Fernando VII. La confluencia con Francia a finales de la década de 1780, junto con factores como la grave situación de la hacienda real y el rechazo de los grupos privilegiados a pagar impuestos, dieron lugar en 1789 a la Revolución Francesa, cuyas consecuencias fueron el desmantelamiento de las bases políticas, sociales y económicas del Antiguo Régimen.
2. El Reinado de Carlos IV
Los acontecimientos en Francia llevaron al ministro de Carlos IV a plantear un cierre de fronteras, el llamado cordón sanitario, establecido por Floridablanca para evitar la circulación de nuevas ideas. La España de Carlos IV se mantuvo expectante, pero cuando en 1793 Luis XVI fue guillotinado, Madrid le declaró la guerra al gobierno francés. La Guerra del Rosellón (1793-1795) comenzó con la invasión del Rosellón por las tropas españolas dirigidas por el general Ricardos. Posteriormente, con la amenaza francesa a Cataluña y el País Vasco, se firmó la Paz de Basilea (1795), que convirtió a España en aliada de Francia. Otro motivo de descontento fue la derrota de Trafalgar contra Inglaterra (1805), que supuso la destrucción de gran parte de la armada española. España se convirtió en una marioneta de Francia, sobre todo a partir de la llegada de Napoleón Bonaparte. Por la ambición de Godoy, este firmó con Napoleón el Tratado de Fontainebleau en 1807, que permitía la entrada de tropas francesas para ocupar Portugal y su posterior división entre Francia y España. Sin embargo, el verdadero objetivo de Napoleón era apoderarse también de España. La política de Godoy creó la oposición del llamado «partido fernandino», un grupo partidario del príncipe Fernando contra el rey y Godoy. El Motín de Aranjuez provocó la caída de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII. Entretanto, las tropas francesas ya estaban en España. La caída de Godoy y Carlos IV agravó la crisis monárquica, y Napoleón, aprovechándose de la situación, llamó a Francia a Carlos IV y Fernando VII y los obligó a sus sucesivas abdicaciones, las llamadas «abdicaciones de Bayona», que pusieron la corona de España en manos de Napoleón, quien se la daría a su hermano José, ahora José I. La creciente tensión contra las tropas francesas, percibidas como fuerzas de ocupación, desembocó en la sublevación del pueblo de Madrid el 2 de mayo de 1808. El detonante fue la salida de la familia real hacia Francia.
3. Los Españoles en la Guerra
La presencia francesa fue el origen de un conflicto denominado Guerra de la Independencia. Dicha guerra tuvo varias dimensiones:
- Fue una guerra de liberación nacional.
- Fue un conflicto civil interno entre afrancesados y patriotas.
- Fue un conflicto internacional, pues Gran Bretaña se convirtió en aliada de España, convirtiéndose así España en un escenario de lucha entre Francia e Inglaterra.
Estos acontecimientos llevaron a un vacío de poder que dio lugar a la organización de las Juntas Provinciales, que se consideraban soberanas e imponían su autoridad en nombre del rey ausente. La guerra, bajo esta situación, se extendió por el medio rural, convirtiéndose en una «guerra de guerrillas», una táctica basada en el conocimiento del terreno por parte de los guerrilleros.
4. Fases de la Guerra
1ª Fase (1808-1809): La sublevación se convierte en guerra abierta y la resistencia toma forma de sitio (Gerona y Zaragoza). El ejército francés tuvo que rendirse en Bailén, lo que provocó la entrada en España del propio Napoleón al frente de un gran ejército.
2ª Fase (1809-1812): Napoleón entra en Madrid. La victoria de Ocaña le permitió avanzar sobre Andalucía, salvo Cádiz, apoyada por los británicos.
3ª Fase (1812-1813): Esta etapa se caracteriza por la pérdida de tropas francesas en Rusia, obligando a Napoleón a retirar tropas de España. Las victorias de Arapiles, Vitoria y San Marcial llevaron a Napoleón a firmar el Tratado de Valençay, que ponía fin a la guerra y reconocía a Fernando VII como rey.
5. Consecuencias
Grandes pérdidas humanas y materiales, agudizó la quiebra económica y financiera. Subida de precios y crisis de subsistencia. La industria se paralizó. La guerra creó el marco adecuado para que tuviera lugar la revolución política, la revolución liberal que acabó con el Antiguo Régimen.
6. Cortes de Cádiz
La Junta Suprema convocó las Cortes en Cádiz, el único territorio no ocupado por los franceses. La representación se realizaría en cámara única y con voto individual. Las Cortes estaban compuestas por absolutistas, jovellanistas y liberales. Predominaba la clase media con formación intelectual: escolásticos, abogados, funcionarios y militares, así como miembros de la burguesía industrial y comercial. Las Cortes demostraron ser diferentes a las antiguas, realizando importantes labores y representando la soberanía nacional.
7. Labor Legislativa de las Cortes
a) Medidas:
- Libertad de imprenta.
- Abolición de los señoríos jurisdiccionales.
- Derogación de los gremios.
- Abolición de la Inquisición.
- Medidas desamortizadoras.
b) Creación de la Constitución de 1812 («La Pepa»): Constaba de 384 artículos y recogía las ideas del liberalismo. Sus características más importantes son:
- Soberanía nacional.
- Limitación del poder de la monarquía.
- Reconocimiento de la igualdad jurídica.
- División de poderes.
- Sufragio universal masculino.
- Confesionalidad del Estado.
- Reconocimiento de derechos y libertades individuales.
- Estado centralizado y unitario.
La obra de las Cortes suponía el paso del Antiguo Régimen a uno nuevo. Todos estos proyectos quedaron frustrados con el regreso de Fernando VII, que anuló la Constitución y volvió al absolutismo.