CAUSAS:
La crisis del Antiguo Régimen se inicia en España en 1808 con la Guerra de la Independencia y finaliza tras la muerte de Fernando VII en 1833 con la implantación del liberalismo. Es una etapa de avances y retrocesos en la instauración de un nuevo modelo político: el régimen liberal (monarquía constitucional, abolición del régimen señorial, desaparición de privilegios y aparición de una división de clases sociales en función del dinero que tenían). Esta crisis también afecta a otros países europeos como consecuencia de la Revolución Industrial y la Revolución Francesa.
El entonces Secretario de Estado, Floridablanca, intenta refrenar el contagio revolucionario pero no lo consigue. Los textos revolucionarios, como la Declaración de los Derechos del Hombre y trozos de la Constitución española, seguían atravesando fronteras. La crisis se aceleró con la invasión francesa en virtud del Tratado de Fontainebleau y las Abdicaciones de Bayona que dejaron el trono a José Bonaparte. Mediante este tratado, Napoleón tenía consentimiento para atravesar España y atacar Portugal. Con las tropas dentro del territorio español en marzo de 1808, estalla el Motín de Aranjuez, dirigido por la nobleza y el clero, que perseguía la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII. Los amotinados consiguieron sus objetivos, lo que dejó ver la debilidad de la monarquía.
Napoleón llamó a Carlos IV y Fernando VII a Bayona, donde sin resistencia abdicaron tras unas negociaciones el trono español en José I. Convocó Cortes en Bayona para legitimar el nuevo régimen y aprobaron acabar con el Antiguo Régimen. El secuestro de los reyes provocará el levantamiento popular y el inicio de la lucha contra los franceses, la Guerra de la Independencia (el pueblo español toma conciencia de nación por primera vez). Se crearon las Juntas que hicieron posible las Cortes de Cádiz, en las que se aprobó la Constitución de 1812.
COMIENZO:
Se inició en España el levantamiento popular del 2 de mayo en Madrid, en el cual el pueblo se alzó contra los franceses. El ejemplo se esparció por todo el país y el pueblo se levantó contra el invasor. Las instituciones del Antiguo Régimen no estuvieron a la altura de las circunstancias, por lo que surgió un vacío de poder que fue ocupado por las Juntas, primero locales y después provinciales, que dieron lugar a la Junta General Central, que asumió la soberanía y organizó la resistencia contra el invasor. Esta Junta organizó un ejército, reforzado por los ingleses y los portugueses que prestaron su ayuda.
DESARROLLO:
Al principio los franceses trataron de sofocar los levantamientos de las ciudades, que desgastaban al ejército francés y daban tiempo a la organización de la resistencia en el resto del país. En 1808 las tropas francesas sufrieron una derrota en la batalla de Bailén. Los franceses abandonaron Madrid, levantan el sitio en Zaragoza y el Duque de Wellington vence a las tropas francesas en Lisboa. Esto obligó a Napoleón a venir en persona con su Grande Armée y ocupar Madrid y dominar teóricamente el territorio.
Cuando Napoleón abandonó el país, la victoria parecía segura, pero días después Zaragoza cayó bajo su asedio. La organización de la resistencia se hizo desde la guerrilla (pueblo armado). Sus objetivos eran hostigar al ejército en las líneas de comunicación y la retaguardia. El efecto sobre el ejército francés era doble: minaba la moral de los soldados y obligaba a mantener un gran número de escoltas, lo que disminuía el número de soldados en batalla. Esto provocó una dura represión francesa al pueblo español.
A partir de 1810, parte del ejército francés se desplazó a la campaña de Rusia y la guerra empezó a cambiar de rumbo: los franceses abandonan Portugal y los ingleses avanzan por el sur y conquistan Badajoz. En 1812, Napoleón invade Rusia y retira sus mejores tropas de España. Llevó al ejército anglo-español a las victorias de Los Arapiles, Vitoria y San Marcial, que significaron la derrota francesa, que obligó a Napoleón a firmar el Tratado de Valençay, que suponía la vuelta de Fernando VII.
BANDOS:
- Pequeña parte de los españoles, los afrancesados, apoyaron la monarquía napoleónica.
- La mayoría de la población española tomó el frente patriótico que deseaba la vuelta de Fernando VII y el absolutismo.
CONSECUENCIAS:
- Pérdidas demográficas.
- Pérdidas económicas y destrucción, arruinó a la Hacienda española.
- El expolio y la destrucción del patrimonio histórico-artístico.
- Repercusión internacional, demostró que el ejército napoleónico no era invencible, lo que marcó la derrota total de Napoleón.
- Consecuencias morales y psicológicas, surge un nuevo tipo de soldado y guerrillero.
- Políticas, produjo una auténtica revolución: las Cortes de Cádiz, la Constitución de 1812, la descomposición del Antiguo Régimen y el enfrentamiento entre liberales y absolutistas.