En 1814 España  vive una época de transición, la guerra de independencia ha finalizado y con el tratado de Valençay se aceptaba a Fernando VII, aun en el exilio, como rey.
España tenía una monarquía constitucional moderada en la que compartían el poder Fernando VII y las Cortes de Cádiz, pero Cuando Fernando VII regresó a España, no aceptaba ni el tratado ni las reformas legislativas llevadas a cabo por las cortes, la derrota de Napoleón supuso la restauración de todas las monarquías absolutas europeas, esto favorecía a Fernando que por lo tanto público el Manifiesto de los Persas, firmado por los 69 diputados de las cortes que estaban a favor del absolutismo, en el se pedía la abolición de la constitución y las reformas llevadas a cabo y por tanto la vuelta al absolutismo. Esto junto con el empeoramiento de la crisis, que les perseguía desde el reinado de Carlos IV, por los costes de guerra,  la lucha por la independencia de las colonias americanas, el atraso en la industria y las escasas reformas agrarias, su principal fuente de ingresos, la  sociedad estaba dividida por las diferencias económicas e ideológicas, en absolutistas, que apoyaban la restauración del antiguo régimen y liberales, que querían mantener la constitución pero con algunas reformas.  El 4 de mayo de 1814, mediante el decreto de Valencia Fernando restauraba su poder absoluto y abolía toda legislación de las Cortes de Cádiz, se restauraron la Inquisición, los antiguos consejos, la Mesta, los gremios, el régimen señorial, las instituciones feudales y se estableció la devolución de los bienes desamortizados.Para entender esto debemos remontarnos a los primeros años del siglo XIX en los que la monarquía de Carlos IV se encontraba muy desprestigiada, la población descontenta tanto por el trato que recibían como por las pocas soluciones a la crisis fue en aumento porque la política exterior estaba subordinada a los intereses de Francia. Con la firma del tratado de Fontainebleau las tropas francesas tuvieron permiso de entrada para ocupar el reino de Portugal. Esto hizo que se creara un partido integrado por nobles y clérigos en contra del rey y a favor de su hijo Fernando VII, con quien prepararon una conspiración con la que obligaron en 1808 al rey Carlos IVa abdicar en su hijo. Aprovechando la situación de conflicto entre padre e hijo Napoleón les convoco en Bayona a una reunión en la que les obligo a renunciar el trono y así dárselo a su hermano José I Bonaparte, quien a la fuerza intento instaurar en España un sistema político basado en los principios del liberalismo, fue suprimiendo la inquisición, el régimen señorial y los conventos.

Los ciudadanos españoles convocaron las cortes en las que crearon un modelo de constitución en el que se establecía la soberanía nacional, se reconocían los derechos y libertades individuales y la igualdad ante la ley. Se establecía la igualdad entre los ciudadanos españoles y americanos.  La división de poderes, el poder ejecutivo quedaba en manos del rey y del gobierno por el designado, y el poder judicial era independiente. Se establecía como única religión permitida la católica apostólica romana. Se creó la Milicia Nacional, un cuerpo de civiles armados para la defensa del sistema constitucional. Se abolieron, la inquisición, la tortura, los señoríos jurisdiccionales y los antiguos consejos. Se aprobó la libertad de imprenta, se implantó la desamortización de bienes del clero, una nueva división provincial, se crearon diputaciones provinciales, se hizo una reforma hacendística, se impuso la libertad económica, se suprimieron los gremios y los señoríos, y se dio libertad de industria y contratación. Esta constitución fue publicada en Marzo de 1812 en nombre de Fernando VII. La sociedad vivía en una lucha contra los Franceses, querían de vuelta a su rey, Fernando VII, y gracias a la ayuda que recibieron de las tropas inglesas, y la mala situación internacional de las guerras napoleónicas que supuso la movilización de sus tropas y por tanto su debilitamiento consiguieron derrotar a los franceses primero en las batallas de Ciudad Rodrigo y los Arapiles en julio de 1812, la derrota en Vitoria y en San Marcial en 1813, gracias a las derrotas y el debilitamiento de las tropas Francesas,en 1814 Napoleón firmó con Fernando VII el tratado de Valençay, con el que Fernando era considerado otra vez el rey de España, a su vuelta restauro la monarquía absoluta y abolió tanto la constitución como las reformas aplicadas. Esto resultó en el primer exilio de la España contemporánea, que afecto a Afrancesados, que fueron considerados traidores, y liberales que eran un peligro para la monarquía. España estaba en crisis, había una guerra abierta por la independencia en las colonias americanas que estaba significando un coste muy elevado y la guerra significaba el fin de los beneficios del comercio colonial, por otro la hacienda real estaba en la ruina. Martín de Garay intento remediar la situación proponiendo en 1817 una reforma fiscal basada en un sistema de contribución única y proporcional a los ingresos, pero esta reforma fue rechazada por la nobleza, el clero y las órdenes militares, por lo que en 1818 el proyecto fue cesado. La crisis económica debilitaba los gobiernos de Fernando VIIy para solucionarla debían reformar la Hacienda real, pero los grupos que apoyaban el absolutismo se negaban y una confrontación entre ellos significaría el fin del absolutismo. Ante esta situación se iniciaron una larga serie de pronunciamientos militares; Espoz y Mina (1814), Porlier (1815), Richart (1816), Lacy (1817), Vidal, el Palmar, Plan Beitia (1819), que fracasaron por ser facciones minoritarias del ejercito y por último, el 1 de enero de 1820 se sublevo, en las Cabezas de San Juan, el ejercito dirigido por el teniente coronel Rafael de Riego, parecía que al igual que los anteriores, iba a fracasar pero la revolución se extendió por Andalucía y otras ciudades por lo que el 7 de marzo Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución de 1812.