La Guerra Fría: Conflictos y Tensiones entre Superpotencias

1. La primera fase de la Guerra Fría (1947-1953)

Los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial se conocen con el nombre de época de la Guerra Fría. Los Estados Unidos y la Unión Soviética, encabezaban dos bloques antagónicos con una rivalidad ideológica y económica muy grande. Pero era tan grande su poder que un enfrentamiento directo entre ellos, con el potencial armamentístico que tenían, hubiera sido desastroso. Por eso no lo hicieron, pero estuvieron detrás de cada uno de los conflictos internacionales apoyando a un bando u otro, respectivamente, e intentando atraerse al país a su bloque. Esta guerra sin enfrentamientos directos se llamó fría. Cada conflicto, sin embargo, ponía a los dos bloques en tensión y al borde de la guerra. Como ocurrió en estas tres primeras situaciones (hubo otras muchas después).

Grecia

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, los partisanos comunistas griegos, apoyados por los de la vecina Yugoslavia, pretendieron imponer su régimen a la monarquía a la que favorecía Gran Bretaña. Esta, agobiada por los problemas coloniales en la India y por su mala situación económica, pidió ayuda al presidente norteamericano Truman que envió allí a la VI flota para evitar que el comunismo triunfara.

Irán

Al acabar la Guerra la URSS apoyó al partido comunista de Irán, alimentó el separatismo de las regiones del norte y quiso participar en la explotación del crudo. En 1947 se proclamó la República, de ideas socialistas. Una vez más Gran Bretaña se vio incapaz de imponerse en la región y tuvo que pedir ayuda a Estados Unidos que obligó a los soviéticos a retirar sus fuerzas.

La primera crisis de Berlín

En 1945, según lo acordado en las conferencias de Yalta y Potsdam, Alemania y Austria quedaron separadas y fueron divididas en cuatro zonas tuteladas por Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y la URSS, que se encargarían de desmantelar el nazismo, controlar el pago de las reparaciones y organizar un nuevo Estado alemán democrático. La ciudad de Berlín, que había quedado en la parte soviética, fue también dividida en otras cuatro zonas de ocupación. En 1947 Gran Bretaña y EE.UU. acordaron, sin contar con Stalin, y con la oposición francesa, integrar económicamente sus zonas de influencia para acelerar su recuperación, para que Alemania comenzara a pagar las reparaciones de guerra y para que sirviera de barrera al expansionismo estalinista. Al año siguiente, en la Conferencia de Londres se decidió la creación de la República Federal Alemana con las zonas francesa, inglesa y americana; también pensaban incluir las tres partes de la ciudad de Berlín que administraban. Stalin respondió bloqueando durante casi once meses la ciudad de Berlín y cerrando los accesos por ferrocarril y carretera que unían el sector oeste de la ciudad (el aliado) con la otra parte de la Alemania en manos soviéticas. La tensión internacional fue tal que algunos pensaron que estallaría la guerra entre los dos bloques. Sin embargo Estados Unidos organizó un impresionante puente aéreo para abastecer a Berlín occidental e impedir que, falto de mercancías, cayera en manos de los soviéticos. En mayo de 1949 integrar a Alemania del Oeste en la comunidad occidental e impulsó la aprobación de la nueva Constitución de la República Federal Alemana. Alemania quedó dividida de manera antinatural en dos estados diferentes hasta 1991, como símbolo de la división del Mundo en dos bloques antagónicos.

2. La reconstrucción de Europa y el Plan Marshall (1948-1952)

2.1. El Plan Marshall y las primeras integraciones Económicas

Así quedó confirmada la idea de que los Estados Unidos abandonarían su aislamiento prebélico con Europa y que la doctrina de su presidente Truman, además de la dimensión político-ideológica, tendría otra económica, que se materializó en los 24.000 millones de dólares del Programa de Recuperación Europea (Plan Marshall). Stalin rechazó la ayuda para la URSS y obligó a que Polonia y Checoslovaquia le imitaran. No lo hizo Yugoslavia, país que rompió la disciplina estalinista y pudo recibir esa ayuda. Por eso, en 1948, Gran Bretaña, Francia, Italia, la República Federal Alemana, Irlanda, Islandia, Holanda, Grecia, Austria, Bélgica, Luxemburgo, Dinamarca, Noruega, Suecia, Suiza y Turquía crearon la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE) para distribuir el dinero concedido y velar para que se empleara en la compra de maquinaria, alimentos, productos siderúrgicos y petrolíferos que serían adquiridos a Estados Unidos. Truman vetó la participación de España, a causa de las ideas pro nazis de Francisco Franco. De esta forma nació la CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero) en el Tratado de París, un ensayo de integración franco-alemana del importante sector de su siderurgia al que se sumaron Bélgica, Holanda, Luxemburgo e Italia. Se daba así el primer paso para la unidad europea.

2.2. El modelo económico keynesiano en Europa

La llegada masiva de dinero americano ayudó a los estados europeos a implantar el Capitalismo Reformado de Estado ideado por John M. Keynes, justo cuando él acababa de morir. Con este nuevo sistema el Estado intervino en la economía en diferentes frentes:

  • Aumento la regulación de la economía (sistemas impositivos, inspecciones sanitarias, control de precios…).
  • Creció su presupuesto con una mayor presión fiscal sobre los ciudadanos.
  • Con este dinero impulsó la inversión en sectores industriales básicos, que no eran atractivos para la inversión privada (los transportes, la industria siderúrgica y la producción energética) y creó holdings financieros para potenciar el desarrollo de las nuevas industrias del automóvil, naval y eléctrica desde el sector público.
  • Multiplicó los servicios al ciudadano, que pudo pagar con el aumento de la presión fiscal, con lo que se pudo aplicar el Estado de Bienestar.
  • El Estado desarrolló, por tanto, una economía mixta de mercado en la que coexistieron los sectores empresariales público y privado. Las modificaciones que en este caso sufrió el liberalismo económico clásico con la intervención del Estado no interfirieron en el desarrollo de la democracia.

7. La segunda fase de la Guerra Fría: La coexistencia pacífica (1953-1977)

EE.UU. y la URSS se lanzaron a una carrera nuclear que les permitió acumular armas: De manera que, a la muerte de Stalin y de Truman, ambas potencias hegemónicas estaban igualadas en potencial militar y nuclear. Pero ante el miedo a una guerra nuclear, sus sucesores Kruschev y Eisenhower decidieron iniciar una nueva etapa de coexistencia pacífica y de no agresión, basada en el respeto mutuo. En 1969 los americanos pisaban la Luna por vez primera.

Las crisis de la etapa de coexistencia pacífica

A pesar de los deseos recíprocos de coexistencia pacífica aparecieron nuevos focos de tensión relacionados con el nacimiento de nuevos estados, fruto de la descolonización.

La crisis del Canal de Suez (1956)

La monarquía árabe egipcia fue derrocada en 1952 por el coronel Gamal Abdel Nasser, dictador militar de ideas socialistas, que se convirtió en presidente de la nueva república de Egipto. Inmediatamente entró en el recién fundado Movimiento de No Alineación y se propuso elevar el nivel de vida de los egipcios impulsando la agricultura, para lo cual necesitaba construir una gran presa en Asuán que embalsara las aguas de las crecidas anuales del río Nilo. Nasser adoptó una medida de fuerza y nacionalizó el Canal de Suez para financiar con su explotación la construcción de la presa. La medida significaba el fin definitivo del control de Gran Bretaña y Francia sobre Oriente Medio. Por eso las dos potencias decidieron intervenir militarmente en la zona de acuerdo con Israel. Israel ocupó la península egipcia de Sinaí mientras que Francia y Gran Bretaña desembarcaron tropas en Port Said. Estados Unidos y la URSS amenazaron a los dos países con tomar represalias atómicas y exigieron la mediación de la ONU y de los Cascos Azules, quienes se encargaron de obligar a Israel a retirarse, vigilaron la frontera del Sinaí, y apoyaron la decisión de dar carácter internacional al paso del canal.

La segunda crisis de Berlín (1961)

La Guerra Fría alcanzó otro momento crítico cuando Occidente rechazó la petición de Kruschev de que Berlín se convirtiera en ciudad neutral. La República Democrática de Alemania decidió frenar el éxodo y construyó un muro de hormigón y vallas electrificadas que aislaba el Berlín oeste, con lo que el imaginario Telón de Acero del que había hablado Winston Churchill al terminar la Guerra se hizo realidad física en el año 1961.

La crisis de los misiles de Cuba (1962)

Los guerrilleros cubanos de Fidel Castro acabaron con el régimen del dictador Fulgencio Batista, sostenido por los Estados Unidos, e implantaron otro de ideas socializantes. Con Batista salió de la Isla un nutrido grupo de ricos cubanos que lograron el apoyo del presidente Kennedy y de la CIA para preparar un desembarco en Bahía Cochinos. El desembarco terminó en fracaso pero Fidel Castro, sintiéndose aislado, inició relaciones con la URSS. En octubre de 1962 aviones de reconocimiento estadounidenses descubrieron que los soviéticos habían instalado secretamente misiles SS-4 de alcance medio en la vecina Cuba. En un momento de gran tensión, Kennedy no quiso arriesgarse a otro desembarco fallido y entabló conversaciones directas con Kruschev que aceptó desmantelarlos a cambio de que Estados Unidos retirara los que tenía instalados en Turquía. Cuba fue sancionada con un embargo económico por los Estados Unidos y, desde entonces y hasta la desaparición de la URSS, dependió de este país para su abastecimiento.

10. Hacia la distensión y el desarme: La Conferencia de Helsinki (1973-1975)

Breznev vio que la URSS no podría crecer industrialmente mientras destinara tantos recursos al programa nuclear y aeroespacial. Por eso inició una nueva etapa de distensión entre los dos bloques y, en 1968, firmó con el presidente estadounidense L. B. Johnson el Tratado de no proliferación de armas nucleares por el que ambos estados, en teoría los únicos poseedores de esas armas, junto a Francia, se comprometían a:

  • No traspasar a nadie armas nucleares ni otros dispositivos nucleares.
  • No ayudar, alentar o inducir en forma alguna a ningún Estado no poseedor de armas nucleares a fabricar o adquirir de otra manera armas nucleares u otros dispositivos nucleares explosivos.

Como resultado de esta política conciliadora, en el verano de 1975 se firmó el Acta de Helsinki que dio origen al nacimiento de la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea. Se pretendía crear un foro permanente para armonizar la convivencia entre los dos bloques respetando fronteras e idiosincrasias, y fomentar la cooperación en los terrenos económico, científico y cultural. Con la firma del Acta parecía que la Guerra Fría tocaba a su fin. Pero no fue así.

11. El rebrote de la Guerra Fría (1977-1989)

Ronald Reagan quien dio nuevo impulso a la Guerra Fría a partir de 1981 al considerar a la URSS el imperio del mal. La URSS actuó en Etiopía apoyó la caída del régimen pro-occidental de Irán, y a las guerrillas sandinistas de Nicaragua frente al régimen comunista (Nicaragua y Cuba) en sus fronteras meridionales. Los guerrilleros talibanes recibieron apoyo de EE.UU. y financiación de dictaduras islámicas como Arabia Saudita. En 1989 en nuevo presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, agobiado por los problemas que le causaban sus reformas, decretó la retirada. Se repetía el mismo resultado que el que Estados Unidos había tenido en Vietnam en 1974.

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