La Ilustración: La Razón como Guía
A lo largo del siglo XVIII, surgió el movimiento de la Ilustración, una crítica al Antiguo Régimen que buscaba modernizar las estructuras políticas, sociales, económicas y jurídicas. Su objetivo era construir pacíficamente una nueva sociedad basada en la razón y la educación. Los ilustrados, seguidores de este movimiento nacido en Francia, extendieron sus ideas por Europa y América, influyendo en sistemas políticos contemporáneos. Para ellos, la razón humana era el único camino hacia el conocimiento y la verdad, lo que contrastaba con las creencias religiosas y supersticiones del Antiguo Régimen. El progreso, a través de la ciencia y la técnica, se oponía al inmovilismo tradicional. La naturaleza, fuente de verdad y bondad, y la felicidad como meta del ser humano, guiaban la política hacia el bienestar de los pueblos.
La Enciclopedia: Difusión del Conocimiento
Los ilustrados difundieron sus ideas a través de tertulias, asociaciones y, principalmente, publicaciones. La Enciclopedia, obra colectiva francesa dirigida por Diderot, recopiló el saber de la época, a pesar de la persecución de la Iglesia y las críticas del Antiguo Régimen. En ella colaboraron pensadores como Rousseau (defensor de la soberanía popular), Voltaire (defensor de la libertad de pensamiento, especialmente el religioso), Montesquieu (defensor de la división de poderes) y Adam Smith (propulsor del liberalismo económico, que abogaba por la no intervención del Estado en la economía).
La Revolución Americana: El Despertar de la Libertad
La colonización de Norteamérica, iniciada en el siglo XVII, permitió a los colonos gozar de gran libertad política, representada en asambleas, durante la primera mitad del siglo XVIII. Este periodo de prosperidad económica, basado en el comercio, se vio afectado por el despotismo ilustrado del rey Jorge III de Inglaterra, especialmente tras la Guerra de los Siete Años (1756-1763). El rey buscó limitar la libertad colonial para explotar mejor la riqueza, imponiendo leyes como la prohibición de producir azúcar, impuestos a productos importados (vidrio, papel, plomo, té) y la obligación de alojar soldados ingleses.
El Camino hacia la Independencia
La burguesía colonial, dedicada al comercio exterior, se opuso al proteccionismo de la monarquía inglesa y sus impuestos. Los colonos defendían que las leyes debían ser aprobadas por su propio parlamento. El Motín del Té, protesta contra los impuestos, desencadenó la guerra entre la metrópoli y las colonias. En 1774, el Congreso de Filadelfia, formado por delegados de las trece colonias, suspendió el comercio con Inglaterra y, en 1776, publicó la Declaración de Independencia, redactada por Thomas Jefferson. La guerra duró siete años, con George Washington como figura destacada, y contó con el apoyo de España y Francia. Finalmente, en 1783, el Tratado de Versalles reconoció la independencia de las colonias.
El Nacimiento de una Nación
Las trece colonias se convirtieron en estados soberanos y, en 1787, formaron los Estados Unidos, estableciendo una constitución basada en las ideas ilustradas de Rousseau y Montesquieu: igualdad, libertad, soberanía nacional y división de poderes. Esta constitución se convirtió en modelo para las europeas del siglo XIX.