La Ilustración y sus Implicaciones en la Historia

La Ilustración

Definición y Precedentes

La Ilustración fue un movimiento intelectual del siglo XVIII que cuestionó los principios del Antiguo Régimen. Sus precursores fueron John Locke e Isaac Newton.

Principios de la Ilustración

Los ilustrados defendían la razón como único medio para comprender el mundo. Creían en la humanidad y su capacidad para alcanzar el conocimiento, base de la felicidad. Abogaron por la tolerancia y criticaron la intolerancia religiosa.

Los Filósofos de las Luces

Las ideas de la Ilustración fueron difundidas por pensadores como Montesquieu, Voltaire, Diderot y Rousseau. Defendieron la libertad e igualdad de todos los seres humanos, se opusieron a la sociedad estamental y apoyaron la movilidad social.

El Pensamiento Político

La Ilustración se opuso al absolutismo y propuso el liberalismo. Montesquieu defendió la división de poderes, Rousseau el contrato social y Voltaire la necesidad de un parlamento. Diderot y D’Alembert crearon la Enciclopedia, una obra que reunía los conocimientos de la época.

Revoluciones Inglesas

Desde la Edad Media, Inglaterra estaba gobernada por las Cámaras de los Lores y de los Comunes. En el siglo XVII, los Estuardo intentaron gobernar sin el control del Parlamento, lo que provocó una guerra civil. En 1649, el rey Carlos I fue ejecutado y se proclamó la República. Oliver Cromwell transformó la República en una dictadura militar. Tras su muerte, el Parlamento restableció la monarquía en 1660. En 1689, una segunda revolución acabó con la monarquía absoluta de los Estuardo. El Parlamento ofreció la corona a Guillermo de Orange, quien juró la Declaración de Derechos, limitando los poderes del monarca.

El Despotismo Ilustrado

Algunos monarcas europeos intentaron compatibilizar el absolutismo con la Ilustración. Los déspotas ilustrados actuaron con cierto reformismo, pero reservándose la capacidad de decisión. Su política se caracterizó por la racionalización de la administración, la reforma de la enseñanza y la modernización de la agricultura. Sin embargo, las posibilidades de esta experiencia reformista eran limitadas, ya que no era posible reformar la economía y mantener intacta la sociedad estamental y el poder absoluto.

Estados Unidos de América

Las trece colonias inglesas en América del Norte protagonizaron la primera insurrección colonial contra una metrópoli. Inspirados por las ideas de la Ilustración, se enfrentaron a Gran Bretaña por sus intereses y derechos. El 4 de julio de 1776, declararon su independencia, expresando los principios de libertad, felicidad y respeto a los derechos inalienables del pueblo.

La Constitución de Estados Unidos

La guerra contra Gran Bretaña fue larga y contó con el apoyo de voluntarios europeos. En 1783, Gran Bretaña reconoció la independencia de Estados Unidos. En 1786, se redactó la primera constitución escrita de la historia, asegurando la separación y equilibrio de poderes, una forma de gobierno republicana y una estructura federal. La Constitución se completó con una Declaración de Derechos que garantizaba la libertad de religión, prensa, expresión, reunión y el derecho a ser juzgado por un jurado.

Guerra de Sucesión Española

Tras la muerte de Carlos II, último rey de la Casa de Austria, Felipe de Borbón fue proclamado rey, iniciando la dinastía borbónica en España. Gran Bretaña, Holanda, Portugal y Austria se opusieron a este nombramiento, declarando la guerra a Francia y España. El candidato propuesto por los aliados fue el archiduque Carlos de Austria. La guerra fue favorable a Felipe V, quien obtuvo la victoria en la batalla de Almansa. En 1713, el Tratado de Utrecht puso fin al conflicto, reconociendo a Felipe V como rey de España y otorgando Gibraltar y Menorca a Gran Bretaña.

El Absolutismo Borbónico

Los primeros Borbones españoles implantaron el modelo de absolutismo centralista francés. Todos los poderes residían en el monarca y las Cortes quedaron anuladas. El rey se apoyaba en asesores nombrados por él, reunidos en el Gabinete. Las Cortes desaparecieron, excepto las castellanas, y la labor legislativa dependía de instituciones controladas por el monarca.

El Uniformismo Territorial

Los Borbones impusieron leyes y administración uniformes en todo el territorio. Como castigo por el apoyo de Aragón al candidato austriaco, Felipe V anuló sus fueros e instituciones, imponiendo el sistema administrativo castellano mediante el Decreto de Nueva Planta. El territorio se dividió en provincias gobernadas por capitanes generales con poder militar y administrativo.

La Ilustración en España

En el siglo XVIII, surgió en España un grupo de pensadores ilustrados que coincidieron en el interés por la educación, la ciencia, el espíritu crítico y la idea de progreso. Preocupados por la decadencia de España, se fijaron como objetivos el crecimiento económico, la reforma de la sociedad, la mejora de la enseñanza y la modernización de la cultura. Sin embargo, la ausencia de una amplia burguesía, el conservadurismo y el peso de la Iglesia Católica dificultaron la expansión de las ideas de la Ilustración.

El Motín de Esquilache

El Motín de Esquilache, organizado en Madrid en 1766, fue motivado por un decreto que prohibía lucir la capa larga y el sombrero de ala ancha, considerados elementos que facilitaban los actos delictivos.

El Crecimiento del Siglo XVIII

A principios del siglo XVIII, España era una sociedad rural y estamental con una agricultura atrasada. La expansión demográfica y económica europea, junto con las medidas reformistas de Carlos III, permitieron mejorar la situación económica. La población creció de 7,5 a 11 millones de habitantes. Las mejoras agrícolas, como la introducción de nuevos cultivos y la expansión del regadío, incrementaron la producción agrícola. El comercio y la industria también se modernizaron, gracias a la liberación del comercio y la expansión de las compañías comerciales.

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