La Monarquía Constitucional Española: De la Restauración al Desastre del 98

La Restauración Borbónica y la Constitución de 1876

La restauración de los Borbones en el trono, abrió un largo periodo de medio siglo marcado por un matiz político predominantemente conservador y reglamentado por la Constitución de 1876. El máximo responsable fue Antonio Cánovas del Castillo (intelectual conservador y monárquico). La Carta Magna instituyó un parlamento bicameral en el que la dualidad potestativa rey-cortes – soberanía compartida – marcó todo el periodo. Se iniciaba así la Restauración española, que tuvo su etapa más brillante hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII. En este periodo se consumó y acabó la revolución liberal burguesa del siglo XIX. La Restauración supuso el regreso al poder de la misma burguesía de base agraria latifundista. La restauración de la dinastía borbónica fue aceptada excepto por los republicanos y por los carlistas y por ello Cánovas optó por una constitución nueva que fuese un instrumento de integración política.

La Constitución de 1876

La Constitución de 1876 fue un texto pactado entre las Cortes y la Corona. El principio de la soberanía nacional fue reemplazado por el de la soberanía conjunta de Cortes y Rey. Es una constitución flexible. Pero además se trata de un texto que hacía posible el gobierno de partidos de diversa ideología y con proyectos diferentes. Configuró unas Cortes bicamerales y una Monarquía parlamentaria con unos ministros responsables. Esta constitución, aprobada por las Cortes el 30 de junio de 1876, la de más larga vigencia histórica, permitió la regularización de la vida política española.

Principios generales:

  1. El principio de soberanía compartida hace que la iniciativa legislativa sea compartida por las Cortes y el Rey.
  2. Formación de unas Cortes bicamerales con un Congreso de los Diputados al que accede un diputado por cada 50.000 habitantes; y un Senado compuesto por tres categorías de miembros:
    • a) Senadores por derecho propio entre los que se encontraban los Grandes de España y las altas jerarquías militares y eclesiásticas.
    • b) Senadores vitalicios, nombrados por el Rey.
    • c) Senadores elegidos mediante sufragio restringido.
    El Senado quedaba controlado por los grupos sociales y económicos minoritarios y más poderosos del país. Estas cámaras perdieron su autonomía anterior. Se reunían anualmente, convocadas por el Rey que en cada una de las legislaturas el Rey nombraba al presidente del Senado. El Rey podía vetar, suspender y disolver las Cortes y también disolver el Senado electivo y el Congreso pero estaba obligado a reunirlos en 3 meses.
  3. El poder ejecutivo o gobierno recae en el Consejo de Ministros. Eran nombrados por el Rey a propuesta del presidente del Consejo y sobre ellos recaía el principio de responsabilidad política.
  4. Declaración de derechos individuales, que se pretende salvaguardar a priori del mecanismo constitucional.
  5. Voluntaria indeterminación sobre el modo de elegir los diputados y sobre las provincias de ultramar. Los candidatos debían tener 25 años de edad y su mandato era de 5 años.
  6. Establece la confesionalidad católica del Estado.

Valoración y Desarrollo de la Constitución de 1876

La Constitución de 1876 es bastante más liberal que la de 1845, y con la vinculación esporádica a la de 1869, algunos de cuyos preceptos reproduce literalmente. Destaca por su brevedad de texto. La comisión de notables creada por Cánovas tuvo la preocupación de reducir al mínimo las declaraciones y preceptos, dejando para leyes particulares el desarrollo de puntos controvertidos o secundarios. Estuvo en vigencia durante 47 años; fue suprimida por Primo de Rivera y volvió a estar vigente en 1930, hasta el 14 de abril de 1931, fecha de la proclamación de la II República.

La Regencia de María Cristina

En 1885 el Rey murió prematuramente, y la Reina se hizo cargo de la Regencia. En el Pacto de El Pardo los partidos políticos acuerdan la alternancia en el poder; es la etapa de 1885 a 1902. Sagasta (liberal) se hizo cargo del –Gobierno largo-. Este gobierno supuso una gran estabilidad, así como una importante actividad legislativa. Entre 1890 y 1892, Cánovas ocupó de nuevo la presidencia del gobierno, desde esa fecha hasta 1895 le sucede Sagasta. Cánovas volvió al poder en 1895 y estuvo en él hasta agosto de 1897. Sagasta tomó de nuevo las riendas del poder hasta 1899 y finalmente los conservadores constituyeron el último turno de la Regencia.

Manipulación Electoral, la Alternancia, el Caciquismo y el Sufragio Universal Masculino

La Constitución de 1876 recuperaba la idea del sufragio restringido, que pasaba a ser universal masculino en 1890. Sin embargo las transformaciones en el derecho a voto tuvieron escasa incidencia, porque el sistema electoral estuvo controlado por el gobierno a través de un planteamiento oligárquico y caciquil. El caciquismo fue un sistema electoral corrupto que comenzó a funcionar en España entre 1830 y 1840. Alcanzará su máximo apogeo entre 1890 y 1923, se pueden analizar tres niveles:

  • Los caciques locales.
  • Los oligarcas en el ámbito nacional.
  • Los gobernadores civiles.

El caciquismo fue utilizado por el conservador Cánovas y por el liberal Sagasta para mantenerse en el poder, conservadurismo liberal. Su funcionamiento era el siguiente: una vez obtenido el decreto real de disolución de las Cortes, el presidente del Consejo de Ministros y el ministro de la Gobernación enviaban a cada gobernador provincial los nombres de los candidatos que debían ganar y a veces incluso se determinaba las mayorías que habían de obtener. En las ciudades los funcionarios que dependían del favor del gobernador falseaban los resultados o proporcionaban a aquel papeletas en blanco para que las rellenase según su conveniencia (el pucherazo).

El Movimiento Social y el Nacimiento de las Organizaciones Obreras en España

En el siglo XX se hablará de una España obrera o burguesa, generalizaciones abusivas pero significativas. El proletariado español ha sido históricamente más importante que lo que hacía prever en un país predominantemente agrícola. El Partido Socialista Obrero Español nació entonces en Madrid y fue completado en 1888 por la Unión General de Trabajadores. Tuvo éxito en las regiones de concentración orgánica y entre los obreros cultos como Pablo Iglesias (fundador). Más tarde dicha tradición fue poco a poco olvidándose, bajo la influencia de políticos netos o de juristas universitarios. En 1881, cincuenta militares barceloneses habían fundado también una federación obrera de inspiración anarquista. En 2 años reagrupó 50.000 afiliados. Las divisiones y la represión dificultaron su desarrollo. En 1911 empezó una fase más organizada, fundándose la central anarco-sindicalista en Barcelona; esta Confederación Nacional del Trabajo (CNT) dominó el movimiento obrero español hasta la Guerra Civil. Los comunistas se organizaron como Partido Comunista Español (PCE) en 1921.

Pablo Iglesias y el Nacimiento del PSOE

El Partido Socialista se confirmó a partir de 1910 con la consecución del primer escaño de diputado, ocupado por Pablo Iglesias. En la misma época afrontaba su organización interna, la coalición con los republicanos, consecuencia directa de la Semana Trágica. Fue en vísperas de la Revolución Gloriosa de 1868 cuando el socialismo dio fe de vida en nuestro país como un movimiento obrero organizado. La fuerza que alcanzaba alertó al gobierno y Sagasta ordenó votar a las Cortes, en 1872 una ley que declaraba la proscripción de la I Internacional, y la disolución de todas las asociaciones obreras adheridas a la misma. En 1872 se disgregó en dos corrientes:

  • a) La anarquista de Bakunin, que arrastró a la mayor parte de los afiliados.
  • b) La evolucionista de Marx que dio origen a la II Internacional a la que pertenecería el PSOE. Uno de los núcleos fundamentales la Asociación de Tipógrafos fundada por Pablo Iglesias en 1874.

El partido nació en la clandestinidad pues Cánovas del Castillo entonces se negó a reconocerlo y el programa tuvo que ser repartido por los afiliados en talleres y fábricas de manera individual, hasta que en 1881 Sagasta le otorgó el respaldo gubernativo. Se conformó en el Congreso de Barcelona de 1888 al tiempo que los días 12 y 14 se celebró el congreso constitutivo de la UGT. Pablo Iglesias fue nombrado secretario del PSOE en la primera comisión ejecutiva y desde ese momento se dedicó por entero al partido. Participó en los comicios de 1884 y 1886 con poco éxito. No se rindió y creó un órgano de propaganda -El Socialista-. Lo dirigió el propio Pablo Iglesias hasta 1913. La Guerra de Cuba y el desastre moral de 1898 contribuyeron a engrosar sus filas hasta el punto de que en 1925, fecha de la muerte de su fundador, el partido estaba muy extendido por España.

Represión del Anarquismo Andaluz y Catalán

Andalucía y Cataluña son los principales focos de conflicto convirtiéndose en escenarios de las actuaciones de la institución armada. Fue durante la Restauración cuando apareció la lucha terrorista. Desde la clandestinidad, grupos extremistas manifestaban su oposición al régimen de forma violenta lo que se reflejó en atentados contra líderes políticos o en el ataque a medios de producción.

El Desastre Colonial y la Crisis del 98

Contexto histórico:

La España de la Restauración es un largo periodo de paz en Europa conocido como la Paz Armada. Conseguida su unidad política y un gran desarrollo industrial, la Alemania del canciller Bismarck ejerce un verdadero liderazgo en el continente europeo gracias a un hábil e inteligente sistema de alianzas con el objetivo del aislamiento francés en caso de un hipotético conflicto armado, mientras Francia e Inglaterra abanderan la expansión europea por los continentes africano y asiático buscando mercados donde colocar sus manufacturas y materias primas con las que fabricarlas; en la época del imperialismo. En nuestro país llegó a formar parte de los sistemas bismarckianos – que solo tenían firmado un tratado con Italia y su situación es de aislamiento total lo que facilitará el irresistible empuje del imperialismo norteamericano por el Caribe y la isla del Pacífico. La pérdida de nuestras últimas colonias está íntimamente relacionado con la remodelación del mapa colonial impuesto por las grandes potencias industriales.

Crisis del 98, un problema exterior con repercusiones internas:

Causas:
  • Incumplimiento de España por lo pactado en el Convenio de Zanjón (1878) provocó el malestar de los criollos ante la situación política, financiera, económica y tributaria de la isla quienes se aglutinaron en torno al Partido Liberal Cubano o del Partido Revolucionario Cubano fundado en 1892 por el poeta José Martí y que contaba con el apoyo de EEUU en busca de autonomismo para la isla. Frente a ellos los españoles incondicionales, los dueños de los ingenios azucareros que se oponían a todo tipo de reformas por miedo a perder sus prebendas.
  • La incapacidad económica española para absorber plenamente la producción de azúcar y de otros productos cubanos y proveer a la isla de manufacturas. Esta circunstancia motivaba que los criollos consideraran que el atraso económico de nuestro país estaba bloqueando la expansión económica de las islas. Los sectores más dinámicos de la economía cubana se sintieran atraídos por la órbita de influencia norteamericana cuyas clases dirigentes veían en Cuba un excelente mercado y una potencial zona de expansión.
  • En España los gobiernos de la Restauración no habían gestionado bien el problema. Un proyecto de autonomía propuesto en 1893 por Antonio Maura, ministro de Ultramar fue rechazado porque atentaba contra la unidad nacional y en 1895 se concedió una ley autonómica, pero era demasiado tarde: los cubanos no aceptaron, luego estalló la sublevación.
  • El ostensible aumento del sentimiento patriótico en ambas islas apoyado por los intereses de los Estados Unidos.
Desarrollo del conflicto:

El levantamiento cubano dirigido por José Martí y la colaboración de Máximo Gómez, A. Maceo y Calixto García apoyado en la fuerza campesina sublevó en febrero de 1895 la parte oriental de la isla bajo el denominado Grito del Baire. Cánovas aplicó una política de reconciliación enviando al general Martínez Campos para negociar e impedir el avance de los sublevados, no lo consiguió y fue sustituido por el enérgico general Valeriano Weyler en 1896.

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