4. La España del S.XVI: El modelo político de los Austrias:
Durante el siglo XVI aparece en Europa la monarquía autoritaria que consiste en crear una estructura de gobierno que permitiera imponer la autoridad del rey.
En España este tipo de gobierno ya había sido iniciado por los Reyes Católicos y fue perfeccionado por la familia de los Habsburgo. Para poder ejercer el control sobre los diferentes Estados que componen el Imperio (España, dominios europeos y americanos), los Austrias utilizaron los consejos, los virreyes y los corregidores. Los órganos de Gobierno y Justicia residirán fundamentalmente en la Corte. Felipe II la implantó definitivamente en 1561, estableciéndola en Madrid. La Administración de este gran territorio se hacía a través de los Consejos reales. Se amplió el número de Consejos hasta catorce. Los Consejos eran órganos consultivos formados por especialistas, fundamentalmente juristas, nombrados y pagados por el rey. La nobleza será sustituida en las tareas de gobierno por hombres formados en las universidades y si algún noble estaba en algún cargo, lo hacía por meritos propios y no en razón de nacimiento. Aumentó el poder de los Secretarios del rey, que llegaron a ser figuras clave del modelo de gobierno. Eran los encargados de informar al monarca de las decisiones de los distintos Consejos. Este conglomerado de Estados no podía contar con la presencia del monarca, por ello la casa de Austria extendió el modelo aragonés de los virreyes. Felipe II aumenta el número de corregidores en las ciudades españolas y de gobernadores en los territorios americanos. El único vínculo institucional de todo este conglomerado de territorios era el Consejo de Estado, creado por Carlos I, del cual formaban parte personas de los diversos reinos. Su cometido era asesorar al rey en importantes aspectos de la política del Estado. En definitiva, la monarquía hispánica de los Austrias, ofrecía unidad por la cumbre, pero descentralizado por la base. A nivel local la pieza clave seguían siendo los municipios, institución muy desprestigiada debido a la venta de cargos. La complejidad del modelo político explica la necesidad de que el rey se ayudara de hombres de confianza, aunque en algunos casos terminaron traicionando al rey. Todo este sistema político tiene como consecuencia que los reyes cada vez dependan más de los secretarios, de los consejos y de las juntas como intermediarios, gestando un clima que posibilita la llegada de los favoritos o validos en el siglo XVII.
5. El gobierno y la administración de América:
Según avanzaba la conquista, los españoles fueron creando ciudades habitadas por colonos y desarrollando una administración. En las ciudades se creó un Cabildo (municipio), con un concejo (asamblea de los colonos) gobernado por un Alcalde Mayor. Desde 1502, la Corona fue estableciendo Gobernadores, que desde las Antillas fueron enviando las expediciones de conquista al continente. En 1524, se estableció en la Corte el Consejo de Indias, encargado de todos los asuntos referidos a América. Una vez concluida la conquista, América se dividió en dos grandes virreinatos: Nueva España (México) y Perú. Los Virreyes fueron la máxima autoridad en las Indias (designados entre los miembros de la gran nobleza o de la familia real). Su actuación estuvo sometida a inspección periódica, las visitas, aunque en la práctica gozaron de una enorme autonomía, propiciada por la enorme distancia entre España y América y los largos períodos sin comunicación. Por debajo de los virreyes estaban las Reales Audiencias, órgano administrativo y tribunal de justicia con jurisdicción sobre los distritos en los que se dividían los virreinatos.
6. El renacimiento en España:
En el Renacimiento español coexiste lo popular con lo clásico. El Renacimiento y el post-renacimiento barroco son una conjunción de lo medieval hispánico y delo renacentista y barroco europeo. España no se vuelve de espaldas a lo medieval al llegar al siglo XVI (como lo hace Francia), sino que, sin cerrarse a los influjos del momento, continúa la tradición de la Edad Media. Esta es la gran originalidad de España y de la literatura española, su gran secreto y la clave de su fuerza y de su desasosiego íntimo. Medieval = romancero. En resumen, las características más importantes del Renacimiento español son: unidad política y religiosa; armonización de tendencias contrapuestas: tradición religiosa con el paganismo clásico; popularismo y cultismo; idealismo y realismo; tradición local y temática universal europea. Nacionalización de temas extranjeros; universalismo (el drama español lo abarca todo: lo nacional y lo extranjero, lo religioso y lo profano, lo histórico y lo legendario); finalidad ética y didáctica junto a la más exigente preocupación estética; espíritu constructor y realista. Literatura:
Poesía:
con influencia italiana (Garcilaso de la Vega y Boscán), realismo de Lazarillo de Tormes, literatura espiritual y mística.
Arquitectura:
Se distinguen tres estilos que corresponden a los tres tercios del siglo.
Plateresco, a edificios góticos de superponen elementos decorativos del repertorio renacentista italiano. Se concentran con gran profusión en las fechadas y minuciosas labores en la piedra que recuerda el trabajo de los plateros.
Clasicismo
Se sustituyen elementos góticos por los renacentistas.
Herreriano
Gran austeridad, se elimina todo elemento decorativo y se concede preferencia absoluta a los elementos contructivos desnudos y a las proporciones geométricas.
Escultura
Predominio absoluto de la temática religiosa y empleo de la madera policromada. Destacan Alonso Berruguete y Juan de Juni.
Pintura:
Sánchez Coello, Patoja de la Cruz y el Greco.