1. El Gobierno de los Validos y la Crisis de la Monarquía
Durante el siglo XVII, el reinado de los Austrias Menores se caracterizó por el llamado “gobierno de los validos”. Los validos eran ministros que, en la práctica, suplantaron al rey en las tareas de gobierno. Sin embargo, su gestión se vio marcada por la corrupción y la búsqueda de sus propios intereses, lo que contribuyó a la crisis de la Monarquía Hispánica.
1.1. El Conde-Duque de Olivares y la Unión de Armas
Un ejemplo destacado de valido fue el Conde-Duque de Olivares, quien durante el reinado de Felipe IV intentó implementar una serie de reformas con el objetivo de fortalecer el poder real. Su proyecto principal fue la Unión de Armas, que buscaba integrar a todos los reinos de la Monarquía Hispánica bajo un único sistema de leyes e instituciones, avanzando hacia un modelo absolutista. Sin embargo, esta política centralizadora generó resistencias y revueltas en diferentes territorios, como Cataluña y Portugal.
1.2. Las Sublevaciones de Cataluña y Portugal
El intento de Olivares de que todos los reinos contribuyeran económicamente a los gastos militares de la Monarquía provocó sublevaciones en Cataluña y Portugal. Mientras que Cataluña fue finalmente sometida, Portugal logró consolidar su independencia. Estos conflictos, junto con la epidemia de peste negra que azotó la península, agravaron la crisis de la Monarquía Hispánica.
2. La Expulsión de los Moriscos
Durante los reinados de los Reyes Católicos y los Austrias, la religión jugó un papel fundamental en la política. Se consideraba que la unidad religiosa era esencial para la lealtad de los súbditos a la monarquía. En este contexto, se decretó la expulsión de los judíos y la conversión forzosa de los mudéjares al cristianismo. Esta política se intensificó durante el siglo XVI con la Reforma Protestante, lo que llevó a la expulsión de los moriscos del reino de Granada tras una rebelión y, finalmente, a su expulsión de todos los reinos de la monarquía.
3. La Guerra de Sucesión Española y el Tratado de Utrecht
La muerte sin descendencia de Carlos II, último rey de la dinastía de los Austrias, desencadenó la Guerra de Sucesión Española (1701-1714). Carlos II había nombrado heredero a Felipe de Anjou, nieto del rey francés Luis XIV. Sin embargo, el archiduque Carlos de Austria también reclamó el trono, lo que provocó un conflicto internacional que involucró a las principales potencias europeas.
3.1. El Tratado de Utrecht y sus Consecuencias
La guerra finalizó con la firma del Tratado de Utrecht en 1713. En este tratado, se reconoció a Felipe de Anjou como rey de España con el nombre de Felipe V, dando inicio a la dinastía de los Borbones. Sin embargo, España se vio obligada a ceder territorios como los Países Bajos, Milán, Nápoles, Cerdeña, Sicilia, Menorca y Gibraltar, lo que marcó el declive de su hegemonía en Europa.
4. La Dinastía Borbónica y las Reformas Centralizadoras
Con la llegada de los Borbones al trono español, se implementaron una serie de reformas con el objetivo de modernizar el Estado y centralizar el poder en manos del monarca.
4.1. Los Decretos de Nueva Planta
Una de las medidas más importantes fueron los Decretos de Nueva Planta, promulgados por Felipe V entre 1707 y 1716. Estos decretos abolieron los fueros e instituciones propias de los reinos de la Corona de Aragón (Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca) e impusieron las leyes e instituciones castellanas en todo el territorio. Los Decretos de Nueva Planta supusieron el fin de la monarquía confederal de los Reyes Católicos y el nacimiento de un Estado unificado y centralizado.
5. El Despotismo Ilustrado y las Reformas de Carlos III
Durante el siglo XVIII, se extendió por Europa el movimiento cultural e intelectual de la Ilustración, que defendía el uso de la razón y la crítica para mejorar la sociedad. Los monarcas del Despotismo Ilustrado, como Carlos III de España, adoptaron algunas de las ideas ilustradas para modernizar sus Estados, aunque sin renunciar a su poder absoluto.
5.1. Las Reformas de Carlos III
El reinado de Carlos III (1759-1788) se considera la época de mayor esplendor del Despotismo Ilustrado en España. Durante su reinado, se llevaron a cabo importantes reformas en ámbitos como la economía, la educación, la cultura y la administración. Entre las medidas más destacadas se encuentran:
- Reformas económicas: Creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País, fomento de la industria y el comercio, creación del Banco de San Carlos, etc.
- Reformas educativas: Creación de nuevas escuelas y universidades, impulso de la enseñanza científica.
- Reformas culturales: Creación de la Real Academia Española, el Jardín Botánico de Madrid, el Museo del Prado, etc.
- Reformas administrativas: Reorganización de la administración central y territorial.
5.2. El Motín de Esquilache
A pesar de sus éxitos, el Despotismo Ilustrado también se enfrentó a resistencias. En 1766, estalló en Madrid el Motín de Esquilache, una revuelta popular provocada por la subida del precio del pan y las medidas modernizadoras impulsadas por el ministro italiano Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache. El motín obligó a Carlos III a destituir a Esquilache y frenar algunas de sus reformas.
6. Conclusión
El siglo XVIII fue una época de grandes cambios para la Monarquía Hispánica. La llegada de los Borbones al trono, las reformas centralizadoras, el Despotismo Ilustrado y la influencia de la Ilustración marcaron un periodo de transición hacia una nueva era. Sin embargo, los problemas estructurales de la monarquía, las tensiones sociales y la pérdida de influencia en el contexto internacional anunciaban las dificultades a las que se enfrentaría España en el siglo XIX.