La Monarquía Hispánica en el siglo XVII: Los Austrias
Los Austrias y la Decadencia
Los reinados de los últimos Austrias coinciden con la decadencia de la monarquía hispánica. Estos reyes, considerados incapaces, heredan una monarquía agotada y se enfrentan al aumento del poder político de la nobleza. Este poder se manifiesta en la influencia de la Corte sobre el rey y en la venta de tierras del realengo. Los reyes de la casa de Austria en este periodo fueron: Felipe III, Felipe IV y Carlos II.
En esta época, se mantiene el sistema de Consejos, con sus problemas de lentitud y burocracia, lo que provoca la aparición de las Juntas y la figura del Valido. El Valido era un personaje noble que se convertía en una especie de alter ego del monarca, suplantando sus funciones.
La monarquía en esta época se enfrenta a numerosos conflictos internos, como la expulsión de los moriscos. A pesar de que muchos moriscos habían adoptado el cristianismo, se les expulsó por motivos de prestigio, para compensar las derrotas militares y satisfacer a la opinión pública.
La Crisis de 1640
Durante el reinado de Felipe IV, se producen varias rebeliones dentro de la monarquía hispánica, especialmente en Cataluña, Portugal y Nápoles. Estas rebeliones fueron provocadas por la política del valido del rey, el Conde-Duque de Olivares, quien buscaba reforzar el poder real a través de tres medidas principales:
- Casar a miembros de la nobleza entre los diferentes reinos.
- Negociar con los reinos a la fuerza.
- Enviar representantes del rey a cada reino para imponer las leyes de Castilla.
Esta política centralizadora llevó a varios conflictos:
- El Motín de la Sal: Sublevación en Vizcaya por el aumento del precio de la sal.
- La Revuelta de Cataluña: España decide continuar la guerra contra Francia en Cataluña, y el ejército se beneficia de la región a través de alojamiento y comida gratuitos. Esto provoca un gran malestar que lleva a Cataluña a aliarse con Francia, aunque finalmente regresa a España.
- La Sublevación de Portugal: Tras su unión con España, Portugal ve atacadas sus posesiones coloniales sin que España pueda protegerlas, lo que lleva a la independencia de Portugal.
- La Revuelta de Nápoles: Conflicto social entre ricos y pobres, agravado por la presión fiscal.
El Ocaso del Imperio Español
El reinado de Felipe III fue un periodo de relativa paz. Sin embargo, con Felipe IV, España vuelve a implicarse en los grandes conflictos europeos, como la Guerra de los Treinta Años y la Guerra de los Doce Años (contra Francia).
La Guerra de los Treinta Años se inicia en 1618 con la rebelión protestante contra el Imperio de los Habsburgo austriacos. España apoya al Imperio, y los protestantes son derrotados en 1620. La guerra cambia de signo cuando Francia decide participar apoyando a los protestantes. Tras una larga guerra, los contendientes firman el Tratado de Westfalia en 1648. Sin embargo, España continúa en guerra con Francia hasta 1659, cuando se firma la Paz de los Pirineos. En este tratado, España pierde algunos territorios. El acuerdo se sella con un enlace matrimonial entre Luis XIV y María Teresa de Austria, lo que abrirá la puerta a la llegada de los Borbones al trono español.
La débil monarquía de Carlos II (1665-1700) es incapaz de frenar el expansionismo francés de Luis XIV. Su muerte sin descendencia provoca la Guerra de Sucesión al trono español. La Paz de Utrecht en 1713 significa el fin del imperio español en Europa.
Evolución Económica y Social
La crisis social del siglo XVII está marcada por un descenso poblacional a causa de las epidemias, la emigración a América y las guerras. Este descenso no afecta a todo el territorio por igual.
Se observa un estilo de vida nobiliario que lleva a un desprecio hacia las actividades comerciales, artesanales y manufactureras. La fascinación por la nobleza lleva a la venta de cargos y títulos, aumentando el poder y la riqueza de la aristocracia.
La crisis económica se caracteriza por un gran desorden monetario, seguido de bancarrotas. Aumentan las epidemias y las malas cosechas. El comercio se ve afectado por las malas condiciones de los transportes.
A mediados del siglo XVII, comienzan los avances hacia la recuperación económica:
- Agricultura: Introducción de nuevos cultivos.
- Artesanía: Medidas proteccionistas y primeros signos de desarrollo industrial.
- Comercio: Recuperación gracias a la reforma monetaria.
Esplendor Cultural: El Barroco
El siglo XVII es la época del Barroco, un estilo artístico en el que la religión se vuelve más próxima a la gente, basada en el sentimiento. Es un arte recargado, utilizado por el poder, con una gran importancia del elemento decorativo y la ostentación.
Este periodo se inicia en el reinado de Felipe II y se proyecta a lo largo del primer tercio del siglo XVII en el campo artístico:
- Literatura: Cervantes, Góngora y Quevedo son grandes exponentes de esta explosión creativa.
- Arquitectura: La nobleza de los materiales se compensa con la ampulosidad decorativa.
- Escultura: Destaca la temática religiosa y el trabajo en madera.
- Pintura: El arte adquiere una mayor brillantez con artistas como Velázquez, Murillo y Ribera.
Esta explosión artística no tiene su reflejo en el campo del pensamiento y la ciencia, donde el brillo del Siglo de Oro se difumina debido a los efectos de la Contrarreforma.
La Guerra de Sucesión y el Cambio Dinástico
La Guerra de Sucesión
Ante la decadencia de la monarquía española, algunas potencias europeas se plantean repartirse sus territorios. Surgen varios candidatos al trono, entre ellos Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV de Francia) y el Archiduque Carlos (de Austria). Detrás de esta disputa se encuentra la lucha por la hegemonía en Europa, y cada candidato cuenta con el apoyo de diferentes países.
La posibilidad de la unión de Francia y España genera temor en otras potencias. Esto lleva a una guerra europea y también a un conflicto interno en la península Ibérica. El Archiduque Carlos promete mantener los fueros de los reinos españoles, mientras que Felipe de Anjou no lo hace. Esto provoca el inicio de la Guerra de Sucesión, que dura 13 años.
La guerra es muy costosa y termina cuando Felipe de Anjou renuncia al trono de Francia y el Archiduque Carlos se convierte en emperador de Austria, eliminando el peligro de una unión entre Austria y España. La guerra tiene dos tipos de consecuencias:
- Políticas: Cambio de dinastia (de los Austrias a los Borbones) y fin de la monarquía hispánica como entidad política supranacional.
- Territoriales: España pierde todos sus territorios en Europa (excepto Menorca y Gibraltar) y algunos en la península (como Gibraltar).
El Cambio Dinástico: Los Borbones
Con la llegada de los Borbones al trono español, se impone el modelo de absolutismo implantado en Francia por Luis XIV. El monarca se convierte en el dueño del territorio y de él emanan todas las instituciones. Su poder es prácticamente ilimitado.
Los primeros Borbones españoles, Felipe V y Fernando VI, secundados por sus consejeros, combaten las limitaciones que aún existen sobre los privilegios de la Corona, esforzándose por fortalecer el poder real. Con esta nueva concepción, asumen la tarea de unificar y reorganizar los diferentes reinos peninsulares.
Con Felipe V se crean las Secretarías de Despacho, antecedentes de los ministerios, y las primeras manufacturas reales con el objetivo de impulsar la industria. En política exterior, se produce un alineamiento con Francia, gracias al cual Felipe V obtiene Nápoles y Sicilia para su hijo Carlos, el futuro Carlos III.
Fernando VI proyecta el Catastro de Ensenada, que tenía como objetivo sustituir los impuestos existentes por una contribución única en proporción a la riqueza. La oposición de los privilegiados hace que fracase.