La Monarquía Visigoda en España: Auge y Caída de un Reino

Introducción

La primera incursión visigoda en Hispania se produjo tras la invasión que suevos, vándalos y alanos llevaron a cabo hacia el 410. Los romanos solicitaron la ayuda de este pueblo germano, más romanizado y cristianizado, con objeto de expulsar a los otros pueblos germanos citados. Tras conseguirlo parcialmente, se instalaron en territorios del sur de la Galia (actual Francia) y de la Península Ibérica, creando el denominado reino visigodo de Tolosa (actual Toulouse).

En el año 507 (derrota de los visigodos al mando de Alarico II ante los francos de Clodoveo I en la batalla de Vouille, en las cercanías de Poitiers), los visigodos se vieron obligados a cruzar los Pirineos y asentarse definitivamente en la península, estableciendo en ella un estado, con capital en Toledo, cuya existencia perduraría hasta la invasión musulmana (711).

Consolidación del Reino Visigodo

El primer paso en la consolidación del nuevo estado fue conseguir la unidad territorial. En este sentido, el rey Leovigildo (569-586) contuvo a los francos, replegó a los vascones y consiguió expulsar a los suevos de su poder en Galicia. Los bizantinos, asentados en el sureste peninsular, no serían expulsados hasta el año 624, durante el reinado de Suintila. De esta forma, el reino visigodo de Toledo se convirtió en la primera estructura política que gobernó la península entera desde ella misma.

El siguiente paso consistió en la fusión social: los inicialmente prohibidos matrimonios mixtos entre invasores godos y nativos hispanorromanos fueron permitidos. Otro paso importante fue la unificación religiosa. Los visigodos, cristianos, eran arrianos y, tras un intento frustrado de convertir a esta religión en oficial por parte de Leovigildo, su hijo, Recaredo, estableció el catolicismo como religión oficial (III Concilio de Toledo, 589). Por último, vino la unidad legislativa: ambas comunidades, visigoda e hispanorromana se regían por códigos diferentes. Con Recesvinto y en virtud de la unificación jurídica encarnada por el Liber Iudiciorum (o Fuero Juzgo), tal dificultad quedó superada (654).

Organización Política

La monarquía visigoda tenía un carácter electivo, de forma que los reyes eran elegidos por una asamblea, pero poco a poco fue adquiriendo un carácter hereditario. El soberano contaba con amplios poderes y con el asesoramiento del Aula Regia, consejo integrado por miembros de la alta nobleza. Otro órgano importante eran los Concilios, en principio asambleas de naturaleza religiosa que acabaron convirtiéndose en órganos legislativos tras el IV Concilio de Toledo al incorporarse a los mismos la nobleza palatina y tener sus acuerdos carácter de ley.

Declive y Caída

La inestabilidad política (en buena medida fruto del proceso de feudalización de las relaciones socioeconómicas) fue una constante en la monarquía visigoda. Los enfrentamientos partidistas (que derivaron en guerras civiles), la fragmentación del poder regio derivada del incremento de los poderes locales así como el asesinato de varios monarcas perjudicaron gravemente la existencia de la monarquía y facilitaron sensiblemente el arrollador triunfo de la invasión musulmana.

La Reconquista

Etapas de la Reconquista

Tras la invasión musulmana de la Península, la población hispanogoda que no quiso vivir bajo control musulmán se refugió en las montañas del norte. De ahí surgirían los reinos que ocuparon los territorios peninsulares a Al-Ándalus. El periodo comprendido desde el siglo VIII al XV puede dividirse en las siguientes etapas:

1. Siglo VIII: Formación de los Primeros Núcleos Cristianos

Tal formación se centraliza en torno a dos focos: el reino astur y los estados pirenaicos.

2. Siglos IX y X: Expansión hasta el Duero
  • Reino Astur-Leonés: Los hechos más destacados son: con Alfonso II se establece la capital en Oviedo. Bajo Alfonso III, la frontera llega al Duero. Sitúa la capital en León. División del reino entre sus hijos. Fernán González proclama la independencia de Castilla.
  • Reino de Pamplona: Fundado por Íñigo Arista. Destaca en este periodo la repoblación de La Rioja.
  • Condados Catalanes: Dependientes de los francos hasta que a finales del siglo IX Wifredo el Velloso se declara independiente.
3. Siglo XI: Caída del Califato de Córdoba y Expansión hasta el Tajo y el Ebro

Sancho III el Mayor, rey de Navarra, controla la mayor parte de los reinos cristianos peninsulares. A su muerte se produce la división de los territorios:

  • Reino de Castilla y León: Fernando I es su primer monarca. Bajo Alfonso VI se conquista Madrid y Toledo. Sin embargo, fue posteriormente derrotado por los almorávides en las batallas de Sagrajas y Uclés.
  • Reino de Aragón y Pamplona: A partir de Ramiro I.
  • Condados Catalanes: Gobernados por Ramón Berenguer I, II y III.
4. Siglo XII: Consolidación de los Reinos

Se inicia con la efímera unión de Castilla y León con Aragón y Navarra debido al matrimonio de Doña Urraca, hija de Alfonso VI, con el monarca aragonés, Alfonso I. El matrimonio fue anulado en 1110 deshaciéndose la unión.

  • Castilla-León: Con Alfonso VII la frontera se consolida en el Tajo. Firmó el tratado de Tudilén (Navarra) con Ramón Berenguer IV en 1151, por el que se repartían los territorios peninsulares en lo que cada reino haría sus conquistas.
  • Aragón-Navarra: Alfonso I el Batallador reconquista el Ebro. A su muerte dejó sus posesiones a las órdenes militares pero los nobles no aceptaron su testamento produciéndose la división del reino.
  • Navarra: Con Sancho IV. Será independiente hasta el reinado de los Reyes Católicos cuando Fernando la incorpore a Castilla.
  • Aragón: Con Ramiro II el Monje. Se produce la unión del reino de Aragón con los Condados Catalanes merced al matrimonio de Petronila, y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, formándose la Corona de Aragón.
5. Siglo XIII: Ocupación del Valle del Guadalquivir y el Litoral Mediterráneo
  • Castilla-León: Alfonso VIII conquistó los valles del Guadiana y el Júcar.
  • Corona de Aragón: Jaime I el Conquistador conquistó las islas Baleares y Valencia continuando la expansión hasta Alicante.

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