Las Nuevas Formas del Capitalismo
1.1 La Expansión de la Industrialización
Durante la segunda mitad del siglo XIX, GB siguió siendo la 1º potencia económica del mundo:
- Primer exportador de productos industriales y de capitales.
- La libra esterlina primera moneda internacional.
- Londres capital del mercado mundial.
Por otro lado, otros países empezaron a seguir el camino trazado por la economía británica, apareciendo nuevas potencias industriales que cuestionaban la preeminencia británica.
1.2 Las Nuevas Potencias Industriales
A) Alemania:
La nueva Alemania unificada tuvo un rápido e intenso desarrollo económico e industrial, basado en una avanzada tecnología. Al haberse incorporado más tarde la industrialización que Gran Bretaña, se introdujo directamente en los nuevos sectores industriales y con las nuevas fuentes de energía. Fue muy importante el papel jugado por la banca que suministraba el capital necesario y por el estado que fomentaba la industrialización. El gran desarrollo industrial en el último tercio del siglo XIX le hizo entrar en competencia y rivalidad con Gran Bretaña.
B) Estados Unidos:
El gran número de emigrantes europeos, la constante colonización del oeste y la abundancia de recursos básicos, explican la configuración histórica de la nueva potencia económica norteamericana. El crecimiento de EEUU se aceleró en la década 1850-1860 con la expansión de las industrias textil, minera y metalúrgica. La construcción del ferrocarril incidió en el desarrollo de una importante industria pesada y la extracción de petróleo situó a este país en una posición muy ventajosa. EEUU adoptó y desarrolló los sistemas de producción capitalista. Todos los factores encaminaron a la economía de EEUU hacia la hegemonía mundial. Como la mano de obra para la industria era escasa, los salarios eran altos, por ello, la industrialización estadounidense, a diferencia de la europea, podía desarrollarse con altos niveles de renta y de consumo por habitante.
1.3 Los Ritmos de la Economía Capitalista
Desde finales del siglo XIX se intensificó el proceso de mundialización de la economía. Las nuevas formas del capitalismo y la revolución de los transportes y las comunicaciones propiciaron la formación de un mercado mundial. La nueva forma del sistema capitalista se caracterizaba por la existencia de unos ritmos cíclicos en los que se alternaban periodos de expansión de la producción con etapas de depresión y crisis. Mientras que la crisis en las sociedades preindustriales eran de escasez o de subsistencia, provocadas generalmente por malas cosechas, las crisis del nuevo capitalismo, se deben a las sobreproducción.
1.4 La Primera Gran Depresión del Capitalismo (1873-1896)
La crisis económica de 1873 al principio se pensó que sería de poca duración y similar a las ya conocidas: pero esta nueva recesión inauguró un largo periodo que los contemporáneos llamaron Gran Depresión. El inicio de las crisis en la agricultura fue la 1 víctima de la crisis, precisamente porque la producción agraria se estaba incrementando de forma notable. Millones de emigrantes europeos se habían dirigido a territorios de ultramar en los que el acceso a la propiedad de la tierra era más fácil. Las favorables condiciones naturales de estos nuevos países y la aplicación del vapor al transporte interoceánico fueron las causas de que los mercados europeos se vieran invadidos de productos agrarios que eran producidos con costes menores y vendidos a precios más bajos.
La extensión de la crisis al sector financiero y al sector industrial siguió la misma pauta que el sector agrario durante 2 largas décadas. En 1873, el crash de la bolsa de Viena fue seguido de quiebras bancarias en los grandes países industriales: Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. Se produjo un aumento del paro y un descenso del salario. La rivalidad entre las empresas y los países se intensificó la competencia entre las empresas para reducir los costes de producción. También aumentó la rivalidad entre las principales potencias para controlar los recursos económicos y los mercados del mundo extraeuropeo.
La 2º Revolución Industrial
2.1 La Concentración de Empresas.
A raíz de la Gran Depresión de 1873-1896 se inició un proceso de concentración industrial y financiera que pretendía eliminar la competencia. Esta concentración tuvo formas diferentes:
A) Cartel: Convenio entre empresas fabricantes de un determinado producto con el fin de reducir o eliminar la competencia mediante el acuerdo en los precios o en el reparto de la clientela.
B) Trust: Es el resultado de la fusión de diversas empresas, si es horizontal, las empresas se dedican a la misma actividad, si es vertical, las empresas pertenecen a las distintas fases de un proceso productivo.
C) Holding: Es una sociedad financiera que interviene en empresas variadas para controlarlas. Leyes antitrust promulgaron una ley que dificultaba o prohibía la creación del trust con el fin de evitar posiciones de monopolio.
2.2 El Proteccionismo Económico
El proteccionismo económico es una forma de nacionalismo que pretende defender los productos del país frente a la competencia de los del extranjero. Esto se hace elevando los aranceles aduaneros, es decir, las tasas que deben pagar los productos importados. A raíz de la Gran Depresión, todos los países europeos, excepto GB, ampliaron las barreras proteccionistas.
2.3 El Proceso Técnico y las Innovaciones Tecnológicas
Nuevas materias (aluminio y acero): El uso de nuevos materiales y de nuevas fuentes de energía transformó radicalmente la industria. Los grandes inventos, que revolucionaron las formas de vida y la economía mundial. La 2º Revolución Industrial se puede considerar como la era del acero, porque una de las innovaciones más importantes fue la producción del acero de bajo coste. La calidad del acero, que sustituyó al hierro, permitía innumerables aplicaciones.
La industria mecánica: La producción de la industria mecánica se disparó cuando la población civil pudo acceder al consumo. La máquina de coser, la máquina de escribir la bicicleta y el automóvil tuvieron en sus comienzos un consumo minoritario, pero estaban destinados a un consumo masivo.
Las nuevas fuentes de energía: La energía eléctrica cambió las formas de trabajo y la vida de buena parte de la humanidad. Tuvo numerosas aplicaciones; en la industria, en el transporte, en la vida cotidiana y en las comunicaciones. El petróleo, era el combustible necesario para los motores de explosión que utilizaban los revolucionarios.
La industria química: Creció de forma tan fulgurante como sus innumerables aplicaciones: abonos para la agricultura, nuevos componentes para la fabricación del papel, medicamentos.
La nueva organización del trabajo: La nueva organización del trabajo adjudicaba a los trabajadores una tarea fija y repetitiva en alguna fase de la cadena productiva con el fin de ahorrar tiempo y abaratar la producción. Este nuevo sistema de trabajo, conocido como taylorismo se extendió sobre todo tras acabar la 1º Guerra Mundial.