La primera revolución industrial: la natalidad se mantuvo alta, la mortalidad descendió, aparecieron las primeras vacunas como la de la viruela, se produjo una revolución demográfica, aumento el consumo y oferta masiva de bienes.
Expansión agrícola: se mejoraron las técnicas agrícolas, se introdujeron nuevas máquinas, abonos químicos y se reformó la ganadería. Con el cambio de estructuras agrarias se creó la propiedad privada. Los agricultores tuvieron mayores ingresos y pudieron formar un capital. Aumentó el éxodo rural y algunos campesinos se fueron a trabajar a las fábricas.
Nueva mentalidad: el liberalismo económico defendía que el motor de crecimiento económico era la iniciativa privada. Para lograr hacer productos mejores y más baratos, los empresarios introdujeron innovaciones tecnológicas.
Talleres sustituidos por fábricas, nueva fuente de energía el vapor. James Watt en 1769 inventó la máquina de vapor. Se creó la división del trabajo, horario fijo y debía trabajar a un ritmo determinado que le imponía la máquina. Aumentó la productividad y los precios de los productos bajaron. Gran Bretaña fue el motor de la primera industrialización, tenía mano de obra suficiente, amplio mercado y yacimientos de hierro. Además, tenía una mentalidad liberal.
La industria textil del algodón creó el telar mecánico. También se desarrolló la industria de la siderurgia, donde el carbón vegetal fue sustituido por el mineral. Se construyeron grandes hornos y la demanda de hierro fue muy elevada, comenzando a utilizarse para el ferrocarril.
Revolución de los transportes: Fulton inventó el barco propulsado por motor de vapor en 1807. Entre 1830 y 1880 se comenzaron a utilizar cascos de hierro y helices. En 1870 llegaron las cámaras frigoríficas y en 1869 se abrió el canal de Suez.
A finales del siglo 18 se creó el ferrocarril, que fue el resultado de aplicar la máquina de vapor y el hierro. En 1814, Stephenson creó la primera locomotora de vapor. En 1825 se inauguró la primera línea de ferrocarril y en 1830 la primera vía férrea. Entre 1891 y 1905 se construyó el Transiberiano.
Consecuencias: hubo un fuerte crecimiento del comercio, se especializó la economía mundial, se mejoró la dieta y se facilitó la emigración.
Segunda Revolución Industrial: se introdujo la electricidad y el petróleo. El sector siderúrgico se benefició del horno de Bessemer, que permitía producir grandes cantidades de acero a bajo precio. También se desarrollaron la industria eléctrica, la industria química y se inventaron el automóvil en 1885 y el avión en 1903. La industria británica se adaptó con dificultad y perdió la supremacía industrial que ganaron América y Alemania. Se crearon las sociedades anónimas, se fraccionaron en partes o acciones y se creó la bolsa. Los bancos se convirtieron en elemento clave de la economía.
Taylorismo: se dividió el trabajo en tareas pequeñas y se estableció un salario proporcional a la tarea.
Fordismo: se implementó la cadena de montaje para evitar tiempos muertos entre una tarea y otra, lo que aumentó el número de productos.
Proceso de concentración empresarial: cartel: asociación de empresas dedicadas a la misma rama que llegan a acuerdos para fijar precios y compartir beneficios. Holding: compañías controladas por una empresa que es propietaria de sus acciones. Trust: agrupación voluntaria para cubrir todas las etapas en una producción.
Hubo un descenso brusco de la mortalidad, incremento de la fecundidad e intenso proceso de urbanización. Se creó la igualdad jurídica, se eliminaron los estamentos y se crearon las clases sociales. La aristocracia perdió parte de su preeminencia social y la burguesía se convirtió en la clase poderosa de la nueva sociedad industrial. También surgieron la clase media o pequeña burguesía, conformada por artesanos y profesores. Por otro lado, se formó la clase obrera o proletariado, compuesta por obreros que requerían poca cualificación y que trabajaban jornadas que superaban las 12 horas. Al norte de Europa surgieron pequeños propietarios, mientras que en el sur de Europa predominaban los jornaleros y en el este de Europa los siervos.
Movimiento obrero: conjunto de iniciativas colectivas llevadas a cabo por los trabajadores asalariados con el objetivo de mejorar sus condiciones laborales. Surgieron los sindicatos y se ejerció presión mediante la huelga. También se pedía el sufragio universal. El marxismo planteaba una lucha de clases entre la burguesía y los obreros, proponiendo una revolución para crear una sociedad comunista. Esto dio origen a los partidos socialistas. Por otro lado, los anarquistas se oponían al estado.
En 1889 se creó la Internacional Socialista, que estableció el himno internacional y la fiesta del primero de mayo. Los gobiernos elaboraron leyes laborales.
En el ámbito cultural, se desarrolló el realismo, que se caracterizaba por su capacidad de observación, objetividad y plasmación de la realidad. Surgieron escuelas públicas, academias y museos. También se desarrolló la prensa y se garantizaron las libertades de expresión e imprenta. Se organizaron tertulias y se crearon formas modernas de ocio, como el veraneo de los aristócratas y burgueses.