Regencia de María Cristina (1885-1902)
Se firma el Pacto del Pardo por los dos líderes políticos del momento para garantizar la estabilidad del régimen. Se comprometen a apoyar a la regencia y mantener la legislación que cada uno de ellos aprobara. El partido liberal puso en marcha un programa aperturista, ampliando la libertad de prensa, aprobando el juicio por jurados y estableciendo el sufragio universal masculino. En el turno del partido conservador se estableció un fuerte proteccionismo económico con la Ley de Aranceles.
En los últimos años de la regencia se inicia la crisis del sistema de la Restauración: el conflicto cubano y la posterior pérdida de las últimas colonias en 1898 provoca una crisis política y moral que resquebrajó los fundamentos del sistema y planteó la necesidad de iniciar un proceso de reformas que modernizara la vida política y social (Regeneracionismo).
Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)
Se inicia en un clima marcado por el espíritu regeneracionista. Los primeros gobiernos, tanto liberales como conservadores, se propusieron una renovación interna del régimen, pero el corto alcance de las reformas no fue suficiente para impedir que el sistema se hundiera poco a poco. Durante su reinado se sucedieron tres grandes crisis:
Crisis de 1909 (La Semana Trágica)
La causa fue la llamada de los reservistas para ir a luchar a Marruecos. El día que embarcaban los soldados en Barcelona se produjeron protestas de los familiares de los soldados y las fuerzas de seguridad. Se convocó una huelga general que acabó con incidentes durante una semana. En esta explosión de violencia se mezclaron las protestas ante la guerra y los sentimientos anticlericales. Hubo quemas de conventos e iglesias, 1000 encarcelados y 5 condenas a muerte, entre ellas la de Ferrer Guardia. Esta ejecución provocó protestas internacionales y una fuerte oposición al gobierno español presidido por Maura.
El nuevo gobierno liberal presidido por Canalejas realizó una importante legislación entre la que destaca: Ley del Descanso Dominical, abolición del impuesto de consumos, Ley del Candado y Ley de la Mancomunidad. Sin embargo, estas reformas se vieron interrumpidas por el asesinato de Canalejas.
Crisis de 1917
Fue una crisis militar, política y social. Grupos de militares organizaron Juntas de Defensa para reivindicar más medios y quejarse de los rápidos ascensos de los africanistas. Parte de los parlamentarios se reunieron en Barcelona pidiendo una reforma profunda de la vida política.
Las causas de la crisis social fueron la subida de precios que se originó en la Primera Guerra Mundial. España, al no participar, se vio beneficiada al vender productos industriales a países en conflicto. Hacia 1917 España dejó de vender como los años anteriores y los empresarios, al ver reducidos sus beneficios, endurecieron las condiciones laborales. Ante esto, los sindicatos convocaron una huelga general.
De 1919 a 1922 se vivió una profunda crisis económica que enfrentó a trabajadores y empresarios. Se produce en Barcelona el llamado Trienio Bolchevique, en el que anarquistas armados se enfrentan a pistoleros contratados por los patronos. Durante estos años el sistema de los gobiernos de turno se agota y se dan los gobiernos de concentración.
Crisis de Annual (1921)
Fuertes críticas al gobierno, ejército y rey originadas por la muerte de 10.000 soldados en Marruecos. El general Silvestre se adentró en la zona oriental del Rif para intentar controlar a los rifeños que hostigaban a las tropas españolas. Se adentró sin proteger la retaguardia y sin consultar al Estado Mayor. Las tropas de Abd el-Krim sorprendieron al ejército español causando una enorme matanza. Esto originó una oleada de críticas y debates en el parlamento, encargando el Informe Picasso sobre lo sucedido.
El Desastre de Annual produjo una mayor división entre africanistas y militares peninsulares, rechazo de las clases populares a la guerra de Marruecos y Alfonso XIII fue acusado de ingerencia política y militar.
Oposición al Régimen
Republicanismo
A pesar de su fragmentación política, fue visto con recelo por los partidos del turno. Sus posibilidades de éxito eran pequeñas. No tenían el apoyo de sectores obreros ni de burguesías periféricas. Aun así, gracias al sufragio universal, mejoraron sus resultados electorales. Destacan el Partido Radical de Lerroux y el Partido Reformista.
Movimiento Obrero
Estaba dividido en dos corrientes: anarquismo y socialismo.
- Anarquismo: Se reorganizó en 1881 con la fundación de la Federación de Trabajadores de la Región Española. Parte del anarquismo se inclinó por el activismo sindical y reivindicativo. Otros, por la acción directa (huelga violenta/atentado). Esto sirvió a las clases dirigentes para etiquetar de violento a todo el anarquismo. El estado respondió con dura represión.
- Socialismo: Los socialistas madrileños se reorganizaron en torno a un grupo de tipógrafos. Fundaron el PSOE y la UGT con Pablo Iglesias como líder.
Regionalismos y Nacionalismos
Sus objetivos podían ser la creación de instituciones propias o la consecución de la autonomía administrativa y, en otros, lograr la independencia de sus territorios. Destacan el catalán y el vasco, donde tuvo más fuerza tras existir una diferencia de lengua.
- Cataluña: Surgió el movimiento cultural de la Renaixença con el objetivo de recuperar señas de identidad perdidas y la lengua. Aparece un regionalismo prenacionalista en torno a Almirall y Prat de la Riba. Sus grupos se fusionaron en la Unió Catalanista, que con su programa, las Bases de Manresa, constituyó el documento básico del nacionalismo catalán. En Cataluña se dan dos partidos: la Lliga Regionalista, conservador de bases burguesas, y Solidaritat Catalana, izquierdista y republicana.
- País Vasco: Sabino Arana funda el PNV con su lema «Dios y Leyes antiguas». En principio propugnaba la independencia, pero tras la muerte de Arana, su sucesor, Ángel Zabala, opta por posiciones más autonomistas y liberales.