La Restauración Borbónica en España (1874-1931)
El objetivo de la restauración
El objetivo de la restauración era situar en el trono al hijo de Isabel II. En 1868, el gran protagonista fue Antonio Cánovas del Castillo, quien logró la abdicación de Isabel II en su hijo en junio de 1870. Antonio Cánovas creó un partido alfonsino. Paz y orden son las palabras que resumen su programa. El pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto (diciembre de 1874) no fue en vano para Cánovas. El manifiesto de Sandhurst (diciembre de 1874), redactado por Cánovas y firmado por Don Alfonso, en la academia militar donde se formaba, recogía las ideas básicas del proyecto restaurador:
- Carácter abierto de la monarquía constitucional.
- Necesidad de que traiga la tradición católica.
- Fuera compatible con la libertad.
- Superación de las dos constituciones precedentes.
Fundamento del sistema canovista
- Pragmatismo en la política.
- Defensa de la Constitución histórica o interna de España.
- La soberanía compartida (rey-cortes).
- Un pesimismo basado en el estudio de la historia de la decadencia española.
- La necesidad de que el ejército quedase al margen de la política.
- Un sistema electoral, basado en la abstención y un fraude permanente que garantizase el turnismo.
Constitución de 1876
Sistema de partidos y el turnismo
Caciquismo y fraude electoral
El poder político estaba en manos de altos cargos de Madrid, los gobernadores civiles en la provincia y los caciques en los pueblos y pequeñas ciudades. Cada uno en su ámbito cedía favores a cambio de votos y apoyo político. Así, el clientelismo y el populismo fueron dos instrumentos de participación de masas en la política. La ley electoral de 1878 elimina el sufragio universal masculino reconocido en 1868 y dió mucho poder a los ayuntamientos. La ley electoral de 1890 restauró el sufragio universal masculino y el fraude electoral se mantuvo.
Reinado de Alfonso XII, partido conservador
La presidencia de Cánovas, conocida como dictadura canovista, tuvo como objetivo garantizar la consolidación de la monarquía y construir un sistema político de orden. El recorte de libertades y la censura de prensa trataron de acallar las protestas. La ley electoral de 1878 redujo el censo de votantes. Se concluyeron los conflictos pendientes: en Seseña, el conflicto carlista y la guerra cubana.
Consolidación del sistema
La llegada al gobierno del partido liberal de Sagasta en 1881 supuso la puesta en práctica de derechos y libertades. El gobierno de Sagasta finalizó en 1883 por una sublevación militar republicana, que fracasó. Alfonso XII dió el gobierno a Cánovas. El rey murió el 25 de noviembre de 1885 y entró la regencia de María Cristina. El fallecimiento del monarca puso en peligro el sistema de restauración. Para evitar el regreso al poder de María Cristina se dió el pacto del Pardo, en el que Cánovas cedía el gobierno al partido liberal. Esto consolidó la estabilidad política y la regencia de la reina viuda.
Gobierno liberal
- La ley de asociaciones (1887) que regulaba el derecho a asociación.
- La ley de jurados (1888) favoreció la libertad de prensa.
- Ley de sufragio universal (1890) permitió integrar al sistema a los republicanos.
- Código civil y ley de procedimiento administrativo mejoraron el funcionamiento del Estado liberal.
- La reforma al ejército pretendía modernizar la fuerza armada.
Crisis de fin del siglo
En julio de 1890 Sagasta tuvo que abandonar el gobierno. Durante esta década se consolidó el sistema. Francisco Silvela intentó una regeneración pero fracasó en 1892. José Martí creó el partido revolucionario cubano y José Rizal, la liga filipina. El debate proteccionismo-librecambismo enfrentó a industriales catalanes y vascos con los partidos de libertad de comercio. La situación de la colonia y la cuestión social desataron la crisis de 1898.
Política colonial y fracaso
Puerto Rico no planteaba serios problemas: en 1872 había conseguido su autonomía, la esclavitud había sido abolida y tenía una economía saneada. En Cuba, las reformas fueron más polémicas por la importancia de la isla para España. En 1886 se abolió la esclavitud. Se creó el partido revolucionario cubano por José Martí. Las islas Filipinas se diferenciaban de las Antillas por la escasa presencia española. Siguieron reformas por lo que José Rizal fundó la liga filipina en 1893.
Guerra hispano-estadounidense
En febrero de 1898 la explosión del acorazado estadounidense Maine provocó la declaración de la guerra. El resultado fueron dos derrotas: una en Filipinas y otra en Cuba. El 10 de diciembre de 1898 se produjo el Tratado de París. (Explícalo)
Regeneracionismo / Oposición a la restauración / Carlismo
La derrota militar del carlismo en 1866 cerró la etapa de la confrontación armada y abrió la vía de la política. Fue nombrado representante de Don Carlos en España el candidato Nocedal. Tras la muerte de Alfonso XII, el movimiento se dividió en dos sectores: el partido integrista y la junta tradicionalista.
Nacionalismos
Nacionalismo catalán
Se elaboraron dos modelos: el republicanismo federal catalán de Valentí Almirall y otro de carácter conservador y corporativo. Defendía una Cataluña singular dentro de España con las bases de Manresa (1892). El catalanismo creó un carácter tradicionalista por Prat de la Riba. En 1901 se creó la liga regionalista.
Nacionalismo vasco
Surgió de la guerra carlista y la industrialización. La literatura foralista idealizaba el mundo rural. Los fueros libres eran el carlismo de Sabino Arana. En 1895 se fundó el partido nacionalista vasco.
Oposición republicana
Gran variedad de posiciones republicanas:
- Partido posibilista de Emilio Castelar, formado por las clases medias y burguesía que apoyaron la revolución de 1868.
- Sector dirigido por Ruiz Zorrilla y Salmerón, mantuvo su oposición republicana y el retraimiento electoral.
- Partido federal de Pi i Margall, representaba las aspiraciones populares del sexenio y se mantuvo unido desde 1888-1881.
Movimiento obrero
Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Se fundó la Unión General de Trabajadores (UGT). En los años 80 y 90 se celebra por primera vez el 1 de mayo. El anarquismo fue influyente en la restauración. Giuseppe Fanelli, de la organización Mano Negra, sembró el terror en 1880.
Primera Guerra Mundial
El gobierno de Eduardo Dato declaró la neutralidad. Las fuerzas políticas y los sectores sociales mejor informados se dividieron en dos bandos: los aliadófilos y los germanófilos. La no neutralidad favoreció una espectacular expansión de la economía. La clase trabajadora sufrió un fuerte descenso en su nivel de vida. Esta situación agravó las diferencias sociales y provocó una gran agitación social y en el movimiento obrero.
Crisis de 1917
En España, la crisis de 1917 culminó la descomposición de los partidos dinásticos. Esto dificultó la formación de gobiernos.
Inestabilidad política (1917-1918)
Dio lugar al gobierno de concentración. Se formaron gobiernos débiles que con frecuencia recurrían a medidas de excepción, lo que acentuó el desprestigio del sistema.
Partidos no dinásticos
- Partido socialista (1910-1920), alianza de republicanos. La elección en 1918 de Pablo Iglesias, el triunfo de la revolución bolchevique en Rusia y la fundación de la Tercera Internacional en 1919 dividió el partido. En 1921 se fundó el Partido Comunista de España.
- Republicanos: fuerte debilidad, debido a divisiones internas.
- Cataluña: la Lliga abre un proyecto de estatuto. Jóvenes nacionalistas más radicales fundaron Estat Català. En 1922, la izquierda catalanista desarrolló nuevas propuestas frente al conservadurismo burgués de la Lliga.
- Nacionalismo vasco: en todas las elecciones de 1918 obtuvo representación en el parlamento y logró que la cuestión vasca llegase a la corte. En 1921 se sumió en una crisis que provocó la ruptura entre el sector radical y los moderados.
Expansión del movimiento obrero
La crisis social favoreció el crecimiento de los sindicatos y radicalizó las posturas de la clase trabajadora. El crecimiento de la CNT exigió una reorganización. En el congreso celebrado en Sans en 1918 se configura una nueva estructura unitaria en la que los antiguos sindicatos de oficio dejaron paso a los sindicatos únicos. El panorama sindical se complementó con los sindicatos libres. También proliferaron las organizaciones de empresarios.
Conflictividad social
En Andalucía dio lugar al trienio bolchevique (1918-1920). Municipios andaluces llegaron a estar controlados por comités de huelga y se procedió a la ocupación y reparto de tierras. Pero el momento más álgido de la conflictividad social fue en Barcelona en 1919, con la huelga de la Canadiense. Los pistoleros y la violencia callejera, fruto del sangriento enfrentamiento entre pistoleros de uno y otro bando, sumieron a la ciudad en la violencia. Entre 1919 y 1923 hubo más de 800 atentados.
Desastre anual y fin del sistema parlamentario
La Restauración Borbónica se refiere al período en la historia de España que comenzó en 1874 y duró hasta la proclamación de la Segunda República en 1931. Después de la breve experiencia de la Primera República Española (1873-1874), Alfonso XII fue proclamado rey, restableciendo la monarquía borbónica tras el exilio de su madre, Isabel II. Durante este período, España experimentó una serie de cambios políticos, sociales y económicos, incluyendo la consolidación del sistema político conocido como la Restauración. Este sistema se caracterizó por la alternancia en el poder de dos partidos principales: el Partido Liberal y el Partido Conservador, bajo un régimen parlamentario limitado. La Restauración también presenció la pérdida de las últimas colonias de ultramar de España, como Cuba, Puerto Rico y Filipinas, en la Guerra Hispano-Estadounidense de 1898. A pesar de los avances económicos y la modernización del país durante este período, la Restauración Borbónica estuvo marcada por la corrupción política, el caciquismo y la agitación social, lo que finalmente condujo al fin de la monarquía y al establecimiento de la Segunda República en 1931.
La Segunda República Española
La Segunda República Española fue proclamada el 14 de abril de 1931, tras el triunfo de las fuerzas republicanas en las elecciones municipales. Este período se caracterizó por una serie de cambios significativos en la política, la sociedad y la cultura españolas. La República se fundó con el objetivo de modernizar y democratizar España, promoviendo reformas sociales, económicas y educativas.
Durante la Segunda República, se aprobaron importantes reformas, como la reforma agraria para redistribuir la tierra, la separación de la Iglesia y el Estado, la promulgación de una nueva Constitución en 1931 que garantizaba derechos como el sufragio universal, la libertad de expresión y la igualdad ante la ley, y la introducción de leyes laborales para proteger los derechos de los trabajadores.
Sin embargo, la República también enfrentó numerosos desafíos y tensiones internas. Las divisiones políticas entre diferentes facciones, incluyendo republicanos, socialistas, comunistas, anarquistas y conservadores, llevaron a una inestabilidad política constante. Además, la agitación social, los conflictos laborales y las tensiones regionales, especialmente en Cataluña y el País Vasco, complicaron aún más la situación.
La Segunda República también se vio afectada por la creciente polarización política y el ascenso de movimientos extremistas, como el fascismo y el comunismo. Estos conflictos internos debilitaron la capacidad del gobierno republicano para hacer frente a los desafíos económicos y sociales, como la Gran Depresión y el aumento del desempleo.
Finalmente, el golpe de Estado liderado por el general Francisco Franco en 1936 desencadenó la Guerra Civil Española, que resultó en la victoria de los nacionalistas y el establecimiento de una dictadura fascista que duraría hasta la muerte de Franco en 1975. A pesar de su corta duración y sus numerosas dificultades, la Segunda República dejó un legado importante en términos de avances democráticos y sociales en España.
La Revolución de 1868
La “Gloriosa” revolución de 1868 intentaba completar la transición iniciada en 1833 hacia una sociedad burguesa con una economía capitalista.
Tras la victoria de los sublevados en la batalla del puente de Alcolea el 28 de septiembre de 1868, Isabel II se fue a Francia. El gobierno le entregó el poder a una Junta Superior Revolucionaria.
El 8 de octubre de 1868, tras la llegada del general Prim, se formó un gobierno provisional presidido por Serrano. Las juntas se disolvieron.
En enero de 1869 hubo elecciones a Cortes constituyentes, con mayoría de progresistas y unionistas. Las cortes elaboraron una nueva constitución (la de 1869) con medidas como el sufragio universal masculino o la monarquía democrática como forma de gobierno.
Esta última medida no gustó a los republicanos y Serrano fue nombrado regente. Fue una etapa agitada, hubo un alzamiento republicano federal (octubre 1869), se levantaron partidas carlistas…
Se firmaron el pacto federal de Tortosa en mayo de 1869 y un pacto nacional que creaba el Consejo Federal.
Amadeo I fue elegido rey a finales de 1870. Murió Prim, su principal apoyo.
La división interna de los partidos dificultó la acción de gobierno.
Tras otra rebelión carlista, la guerra de Cuba y el malestar político, Amadeo renuncia a la corona en 1873. El Congreso y el Senado proclaman la república.
En la tercera guerra carlista (1872-1876), Carlos VII ocupó parte del norte de España y creó un Estado alternativo. Con la centralización establecida en 1876 este sistema acabó.
El 29 de diciembre, Martínez Campos proclamó a Alfonso XII rey de España mediante un pronunciamiento. Acaba el sexenio democrático.
Durante esta época se consolida en España el movimiento obrero. Surgió la I Internacional, que adoptó un pensamiento anarquista. La represión acaba con esta primera etapa del movimiento obrero.
En Cuba se inició una rebelión iniciada por Carlos Manuel de Céspedes, quien promovió el Grito de Yara e inició la guerra de los Diez Años (1868-1878).