La Restauración borbónica en España: Alfonso XII y el sistema canovista

Contexto histórico

Durante el Sexenio Revolucionario (1868-1874) se generó una sensación de desgobierno que algunos sectores sociales interpretaron como una amenaza. Durante la dictadura del general Serrano en 1874, el ejército, la Iglesia y las clases altas y medias apostaron por una solución similar al contexto internacional: la restauración de la monarquía en la persona de Alfonso XII.

El papel de Cánovas del Castillo

La restauración de la monarquía borbónica en Alfonso XII fue producto de un concienzudo trabajo. El gran protagonista fue Antonio Cánovas del Castillo. Se produjo la abdicación de Isabel II en su hijo. Cánovas aprovechó el contexto internacional de la era bismarckiana. Creó un partido alfonsino, cuyo núcleo estaba formado por diputados de las Cortes Constituyentes de 1868. A partir de agosto de 1873 se fue elaborando un programa conservador.

El ejército, también protagonista hasta ese momento de la vida política, era un actor al que Cánovas quería asignar un papel subordinado al poder civil y someter sus iniciativas al sistema constitucional. El pronunciamiento del moderado Martínez Campos en Sagunto no fue bien visto por Cánovas porque deseaba una restauración de la monarquía por la vía civil. El lobby esclavista presionó a los gobernadores de las islas para que no aplicaran las reformas de los gobiernos del Sexenio.

El Manifiesto de Sandhurst

El Manifiesto de Sandhurst, redactado por Cánovas y firmado por don Alfonso en la academia militar donde se formaba, recogía las ideas básicas del proyecto restaurador:

  1. Carácter abierto e integrador de la monarquía constitucional.
  2. Necesidad de que la tradición católica fuera compatible con la libertad.
  3. Superación de las dos constituciones precedentes.

El sistema canovista

Los partidos políticos

El Partido Conservador, liderado por Cánovas y compuesto por liberales moderados, unionistas y parte de los progresistas, defendía el orden social y público, los valores establecidos por la Iglesia y la propiedad. Sus bases sociales eran la burguesía latifundista y financiera, la aristocracia y la jerarquía católica.

El Partido Liberal, liderado por Sagasta, se componía de parte de los progresistas, demócratas y ex republicanos moderados. Apostaban por reformas sociales, la educación y un cierto laicismo. Sus bases sociales eran la burguesía industrial y comercial, las profesiones liberales y los funcionarios, además de las clases medias.

Bases ideológicas

Las bases ideológicas del sistema restaurador son las de su creador, Cánovas:

  1. El pragmatismo en la política.
  2. La defensa de la Constitución histórica de España.
  3. La soberanía compartida rey-Cortes frente a la soberanía nacional.
  4. Pesimismo.

El ejército, al mando del rey, debía quedar al margen de la política. El sistema electoral se basaba en un fraude donde se favorecía a los grupos dominantes.

La Constitución de 1876

La Constitución de 1876 fue elaborada por una comisión de expertos convocada por Cánovas. Mostraba el espíritu de partida: el pacto. Los rasgos esenciales eran:

  1. Soberanía compartida rey-Cortes.
  2. El derecho de sufragio.
  3. Se introducía la libertad religiosa.

El papel del rey

La monarquía cumplía un triple papel:

  1. Era expresión de la continuidad histórica.
  2. Era la garantía del orden social.
  3. El monarca era la piedra angular del sistema.

El turnismo pacífico

Acabó imponiéndose un sistema bipartidista con una considerable indefinición ideológica, formado por conservadores y liberales. Al margen estaban:

  • El carlismo: La derrota militar del carlismo en 1876 cerró una etapa en la historia de este movimiento: la de la confrontación armada con el poder. Se produjo una nueva definición ideológica en la que tuvo un destacado papel el sector del catolicismo intransigente. Se produjo la escisión integrista. El sector propiamente carlista se restauró tras ella, dando lugar a las Juntas Tradicionalistas.
  • El nacionalismo: El nacionalismo catalán se sitúa en los años 30 del siglo XIX. El carácter centralizador de la política liberal chocó con la cultura y la lengua tradicionales de Cataluña, produciéndose la Renaixença. El catalanismo se redujo a una manifestación cultural. En el nacionalismo vasco, la cuestión foral fue uno de los ejes de confrontación entre el Estado liberal y las provincias vascas. Los principales líderes procedieron del carlismo. Sabino Arana fundó una sociedad católica muy cerrada.
  • El republicanismo: Hubo cuatro corrientes republicanas:
    • El posibilismo fue el más moderado, dirigido por Emilio Castelar. Su base social estaba formada por las clases medias y la burguesía.
    • El sector dirigido por Ruiz Zorrilla y Salmerón optó por el retraimiento electoral, apoyando el triunfo de la república mediante el motín popular.
    • El sector institucionalista, dirigido por Salmerón, se inspiró en la Institución Libre de Enseñanza y el krausismo.
    • El Partido Federal, liderado por Pi i Margall, representaba las aspiraciones populares del Sexenio.
  • El movimiento obrero: Fundado por Pablo Iglesias, defendía los derechos del proletariado. Combinó el ideario revolucionario marxista con medidas más realistas.

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