BLOQUE 7: LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO SISTEMA POLÍTICO (1874-1902)
INTRODUCCIÓN
En el último cuarto del siglo XIX, la Restauración borbónica (1875) representa una etapa de estabilidad constitucional, gracias al acuerdo entre los diferentes partidos liberales. El nuevo régimen, formalmente parlamentario, se caracteriza por el funcionamiento caciquil y la manipulación de los resultados electorales. Se mantiene estable pero se aleja de la realidad política y social. En 1898, la derrota frente a Estados Unidos y la pérdida de las últimas colonias –Cuba, Puerto Rico, Filipinas- provoca una grave crisis del sistema político e incita a su reforma.
7.1 La Restauración borbónica (1874-1902): Cánovas del Castillo y el turno de partidos. La Constitución de 1876.
El retorno o restauración de la monarquía borbónica:
a) Condiciones que hacen posible este retorno:
El fracaso de los diferentes regímenes ensayados durante el Sexenio Democrático y la situación de guerra civil que vuelve a vivir el país (tercera guerra carlista), favorece el regreso y restauración en el trono de la monarquía borbónica.
La preparación de esta restauración se debe a Antonio Canovas del Castillo, político malagueño que lidera el partido alfonsino. Para facilitar la restauración, Isabel II abdica en su hijo Alfonso (1870). El príncipe se forma política y militarmente en Inglaterra (academia militar de Sandhurst). Cánovas quiere que conozca el funcionamiento de la monarquía parlamentaria británica y se convierta en un rey-soldado, respetado por el ejército, lejos de la influencia de su madre. Ha ideado un regreso pacífico, y hace firmar al príncipe, desde Sandhusrt, un manifiesto en que promete ser un monarca conciliador y liberal.
Sin esperar la autorización de Cánovas, el General Martínez Campos, proclama en Sagunto a Alfonso XII rey de España, mediante pronunciamiento militar, seguido por el resto de guarniciones militares. Canovas se encarga de formar un gobierno-regencia hasta la llegada del nuevo rey, Alfonso XII que tiene lugar en enero de 1875.
b) Los éxitos militares iniciales del reinado: El nuevo régimen se inicia con dos éxitos destacados que contribuyen a la pacificación del país. El primero, la derrota definitiva del carlismo (1876), seguida de la supresión de los fueros de las Provincias Vascas, que hasta entonces habían garantizado su autogobierno, lo que alimentará el nacionalismo posterior. El segundo, la paz del Zanjón (1878), una solución provisional al conflicto cubano (1a Guerra de la Independencia cubana: 1868-1878, conocida como guerra larga).
Las bases o fundamentos del sistema canovista:
a) El sistema político ideado por Canovas se inspiraba en el modelo británico de una monarquía respetada por todas las fuerzas políticas, que actúa como árbitro, y dos grandes partidos (derecha e izquierda liberal) que se turnan pacíficamente en el gobierno (bipartidismo) y se adaptan al juego político. Debía ser un régimen nuevo no una simple repetición de la monarquía de Isabel II, por eso era necesario redactar una nueva constitución que recogiese muchos de los principios políticos del Sexenio democrático, ampliando así la base social de apoyo a la monarquía restaurada.
b) Para Cánovas era imprescindible que el ejército abandonase el protagonismo de la vida política. Los militares quedan excluidos de la actividad política, relegados en los cuarteles a sus funciones propias como son la pacificación del país y la defensa frente a enemigos exteriores.
c) Contará con el apoyo de los terratenientes cerealistas castellanos y andaluces y la burguesía vasca y catalana porque garantizaba el orden y el fin del peligro revolucionario. Los partidos antimonárquicos, antiliberales y antinacionales quedaron en principio excluidos, lo mismo que las masas populares.
La Constitución de 1876:
El proyecto constitucional, diseñado por Canovas es una fusión del moderantismo isabelino (Constitución de 1845) y de los principios políticos constitucionales del sexenio revolucionario (Constitución de 1869). Fue debatido en las Cortes Constituyentes de 1876, elegidas por sufragio universal masculino y aprobado por el 87% de los votos. La Constitución de 1876 ha sido la más duradera de la Historia de España, estuvo vigente desde 1876 hasta 1923: La soberanía es compartida entre las Cortes y el rey. El mayor protagonismo lo tiene la monarquía que se convierte de hecho en el árbitro del sistema político. El rey/reina convoca, suspende y cierra las Cortes, nombra a los ministros y es el mando supremo de las Fuerzas Armadas. Aunque garantiza la separación de poderes no hay una clara separación entre legislativo y ejecutivo, ya que el rey tenía un poder hegemónico sobre las Cortes, tenía autoridad para disolverlas, derecho de veto e iniciativa legislativa. El gobierno debe contar con la confianza no sólo de la Cortes sino también del rey.
o Las Cortes tienen dos cámaras: Congreso y Senado. Los diputados del Congreso son elegidos (sin concretar tipo de sufragio). Los senadores, una parte son vitalicios (por derecho propio o nombrados por la Corona); otra parte elegidos por corporaciones económicas y culturales.
o Se reconocen los derechos individuales básicos (reunión, expresión y asociación) y El Estado se define como Católico, pero existe tolerancia religiosa.
El turno pacífico en el gobierno de los dos partidos dinásticos:
a) El carácter de estos partidos: No surgen de forma espontánea: son resultado de un complicado juego de alianzas y exclusiones de las diversas fuerzas políticas existentes. Se trataba de crear dos fuerzas políticas que aceptasen las reglas del juego parlamentario y se pudieran alternar en el gobierno. El primero en constituirse fue el partido Liberal-Conservador de Canovas, posteriormente lo hará el partido Liberal-Fusionista de Sagasta (1880). No eran partidos estructurados como los actuales: eran partidos de notables, sin afiliados ni estatutos, los vínculos entre sus miembros se establecían a través de lealtades personales. Esto hacía posible la aproximación entre los grupos políticos, pero al mismo tiempo contribuía a que la unidad interna de los partidos fuera muy precaria.
b) El partido conservador : Su líder: Antonio Canovas del Castillo, hasta su asesinato en 1897.Otra figuras relevantes son Silvela y Antonio Romero Robledo. Aglutina a los antiguos moderados, unionistas, algunos progresistas y un sector católico tradicionalista (carlistas). Su ideología es liberal conservadora. Ocupan el espacio de la derecha moderada. Sus bases sociales están entre los grandes propietarios agrarios, la jerarquía eclesiástica, la alta burguesía industrial y financiera con intereses coloniales
c) El partido liberal o fusionista:Su líder: Práxedes Mateo Sagasta, hasta su muerte en 1903. Resultado de sucesivas incorporaciones de personalidades que habían tenido gran protagonismo durante el sexenio democrático: progresistas, demócratas, algún unionista y políticos descontentos con Canovas, algunos republicanos. Un partido de orden, contrario a todo lo que pusiera en peligro las bases socioeconómicas del régimen burgués. Renuncia a la soberanía nacional, acepta la dinastía borbónica. No renuncia al sufragio universal masculino. Sus bases sociales están entre las clases medias, funcionarios, profesionales.
d) El turno o alternancia de estos dos partidos dinásticos en el gobierno: Se confirma a la muerte de Alfonso XII (Pacto de El Pardo, 1885), se mantuvo durante toda la regencia de la Reina Ma Cristina de Austria. El candidato a presidente de gobierno debía ser designado por el rey y contar con una mayoría sólida de diputados en las cortes para poder gobernar. Si no contaba con esta mayoría, obtenía del rey /reina el decreto de disolución de las Cortes, convocaba elecciones y lograba una mayoría favorable que le permitía gobernar. Un proceso inverso al de una democracia de masas auténtica, donde primero se obtiene la mayoría electoral y después se forma gobierno. El partido gobernante permanecía en el poder mientras sus fuerzas internas estuviesen unidas, en el momento que aparecía disputas internas entre sus componentes, se convertía en
un partido en crisis, su mayoría en las Cortes era frágil.
El turno pacífico en el gobierno de los dos partidos dinásticos:
d) El rey/reina encargaba el gobierno al otro partido. El nuevo gobierno, para tener la mayoría en las Cortes, preparaba unas nuevas elecciones, que con la manipulación necesaria, dirigida por el ministro de la gobernación, tendría el resultado suficiente de escaños para poder gobernar y tener conforme a la oposición. La representación parlamentaria se distribuía entre la mayoría del partido en el poder, la presencia de todos los jefes de las diferentes tendencias del otro partido dinástico, y un número limitado de diputados del resto de partidos. El funcionamiento del turnismo descansa sobre dos condiciones pactadas: La Corona actúa de árbitro entre los partidos, el rey decide cuándo conviene sustituir un partido por otro, asegurando estabilidad pero impidiendo la democratización de la vida política .La otra condición es el falseamiento de las elecciones para poder crear mayoríasparlamentarias.
El falseamiento del sistema electoral:
a) Las elecciones son un fraude institucionalizado aceptado por el otro partido dinástico, a la espera de que le toque el próximo turno. Favorecido por un abstencionismo generalizado (80%) y electorado mayoritariamente analfabeto.
b) Se estructura a partir de dos instituciones básicas: El ministro de la Gobernación era el encargado de controlar el proceso electoral. Nombra gobernadores provinciales afines al nuevo partido en el gobierno. Se encarga de realizar el encasillado o lista de nombres de diputados que debían ser elegidos en cada circunscripción. Comunica estos listados a los gobernadores provinciales para que actúen diligentemente dentro su administración provincial convocando a los alcaldes y amigos políticoslocales. Los caciques locales son individuos o familias, con poder económico e influencias, que controlan una circunscripción electoral. Actúan a nivel local y comarcal, como mucho provincial. Funcionan como intermediarios entre el Estado y su comunidad. El cacique actúa como un patrono político y los electores como clientes a quienes protege y defiende. La relación cacique-cliente se basa en la relación personal y en el interés político mutuo. Los caciques intercambian votos por favores con sus clientes. Compensan el apoyo electoral con la entrega de cargos y prebendas, realización de obras públicas, recomendaciones. El control caciquil es mayor en el medio rural que en el urbano. Manipulación de las elecciones a través de dos métodos: encasillado y pucherazo. El encasillado es la elaboración de los listados de candidatos que deben salir en cada circunscripción electoral y la adaptación de cada circunscripción a estos listados. El pucherazo son las diferentes trampas electorales, realizadas en todas las fases del proceso electoral.
7.2 La Restauración borbónica (1874-1902): los nacionalismos catalán y vasco y el regionalismo gallego. El movimiento obrero y campesino.
1.2. Los movimientos antidinásticos
a) Los carlistas: Se sitúan a la derecha de los partidos dinásticos. La derrota de 1876 (fin de la 3a guerra carlista) no supone su desaparición como opción política. Cuenta con apoyos en sectores importantes de Navarra, País Vasco. Sufre fuertes divisiones internas entre los que rechazan el régimen de la Restauración (Partido integrista ultracatólico y tradicionalista) y los que, apoyados por la jerarquía católica, se adaptan a la vida política (La Unión Católica participará en algunos de los gobiernos de Canovas).
b) Los republicanos: Se sitúan a la izquierda de los partidos dinásticos, tras la experiencia del sexenio están desunidos por sus diferentes visiones de la organización territorial del Estado y estrategias para alcanzar el poder. El posibilista de Castelar terminará integrándose dentro del partido Liberal de Sagasta, el centralista de Salmerón y el federalista de Pi y Margal son los que cuentan con mayor influencia entre clases medias y trabajadores urbanos. El ideario republicano (laicismo, anticlericalismo, fe en el progreso, políticas reformistas en materia social) se mantuvo vivo en casinos, ateneos, prensa y sectores intelectuales y universitarios.
c) El movimiento obrero era también una forma de oposición al sistema dinástico. Dividido entre anarquistas y socialistas. Los anarquistas se oponían a la participación política y se dividían en diferentes grupos y tendencias regionales y entre los partidarios de organizar sindicatos legales (anarco-sindicalistas) y los que practicaban el terrorismo individual. A cada acto terrorista, el gobierno responde con una fuerte represión contra todo el anarquismo. Los núcleos marxistas- socialistas están organizados desde 1879, aún ilegalmente, en el Partido Socialista Obrero Español, un partido minúsculo, liderado por el tipógrafo Pablo Iglesias con escasa implantación territorial que solo tiene fuerza en Madrid, Valladolid, País Vasco, Asturias. Hasta 1910 no conseguirá su primer diputado en las Cortes.
Regionalismos y nacionalismos:
a) El nacimiento de regionalismos y nacionalismos periféricos en Cataluña, País Vasco, Galicia, Valencia, Andalucía: Su origen está en los movimientos culturales, alentados por el romanticismo, que rescataban y recuperaban del pasado medieval lenguas marginadas por el castellano, costumbres autóctonas y la memoria colectiva idealizada de cada reino. Todos defienden la realidad histórica y plural de España que el liberalismo suprimió imponiendo un nacionalismo español, critican el centralismo uniformizador del Estado liberal. Pero hay diferencias en cuanto a sus aspiraciones finales que van desde la creación de instituciones propias o incluso el logro de la autonomía administrativa para las regiones hasta otras más radicales que defienden la independencia de sus territorios a los que consideran auténticas naciones. Son movimientos muy heterogéneos donde participan grupos ideológicos muy diferentes. Se diferencia una corriente nacionalista conservadora y antiliberal, partidaria de recuperar los antiguos fueros y otra corriente progresista, federalista y republicana. Los efectos de la industrialización y los cambios económicos del S XIX afectaron al equilibrio de algunas regiones y su manera de ver la realidad nacional. b) Nacionalismo catalán (catalanismo): Sus raíces están en el movimiento cultural de recuperación de la lengua y cultura catalana (la Renaixença, 1830), en el republicanismo federal, en el carlismo, en la demanda de proteccionismo económico frente al gobierno de Madrid. Las Bases de Manresa (1892) son el primer programa del catalanismo, un intento de unificar todas las agrupaciones catalanistas en torno a un nacionalismo conservador basado en los principios de orden, tradición, religión y propiedad. Cuenta con el apoyo de la burguesía catalana. En 1901 se crea el primer partido catalanista, la Lliga Regionalista, liderada por Cambo y Prat de la Riba, opción conservadora y moderna de las clases medias. c) Nacionalismo vasco: Sus orígenes están en el movimiento foralista, reivindicador de la vuelta al antiguo ordenamiento jurídico y el rechazo al proceso industrializador que rompía la sociedad tradicional vasca. En 1895 Sabino Arana crea el PNV. Defiende los valores católicos y antiliberales, la integridad cultural y étnica del pueblo vasco, puesta en peligro por la abolición de los fueros y la industrialización que provocó a finales de siglo la llegada de inmigrantes no vascos (despectivamente denominados maketos). Su lema se resume en “Dios y ley vieja”. Plantea la independencia política aunque posteriormente oscila entre el independentismo radical y la integración autónoma. d) Nacionalismo gallego: Es más tardío que los anteriores. Surge como una reacción contra el atraso y marginación social de Galicia, entre pequeños grupos de intelectuales de tendencias tradicionalistas y liberal-democráticas, entre sus líderes está Martínez Murguía. Reivindican la descentralización administrativa y el uso de la lengua gallega sin llegar a crear un partido político. Sus apoyos sociales son escasos, en medio de un población pobre y de base agraria, falta de una clase media influyente. El galleguismo carece de proyección política a finales de siglo
Movimiento obrero: Siglo XIX
Al realizar un desarrollo del movimiento obrero en España tenemos una fecha bisagra 1868, que nos abre una puerta a la situación anterior a 1868 y otra posterior a la misma. Antes de 1868 no se puede hablar de un movimiento obrero maduro. La característica principal es la pervivencia de los motines del Antiguo Régimen, levantamientos por crisis de subsistencia o contra los “consumos” que grababan los productos de primera necesidad. Aparecerá el ludismo con un pulso muy fuerte en Galicia y Alicante (Alcoy), manifestándose en incendios como el de la fábrica Bonaplata (1835), por el uso de máquinas de vapor para el textil. La unión del movimiento obrero ira creciendo ante la imperante necesidad de dotarse de una cobertura social frente al brutal liberalismo económico decimonónico, autorizándose desde 1839 las sociedades de socorro mutuo y mostrándose como un grupo fuerte de presión en las primeras huelgas generales de 1854 y 1855 contra las selfactinas.Desde 1868 el movimiento obrero esta madurando, planteándose desde el Sexenio democrático (1868-1874) una doble faceta sindical y política, pero también manifestándose de forma heterogénea. España será uno de los países, junto a Italia y a Rusia, donde más fuerza tenga el anarquismo, debido en buena medida a la escasa industrialización y a la fuerza del agro, donde residía la inmensidad de la mano de obra. El anarquismo y la Asociación Internacional de Trabajadores (A. I. T) llegan a España de la mano de Giuseppe Fanelli, partidario de M. Bakunin, creando en 1870 la Federación Regional Española (F. R. E)-dentro de la A. I. T-caracterizada por su desprecio al parlamentarismo y con un marcado apoliticismo. El anarquismo tendrá su fuerza en Valencia, Cataluña y Andalucia. El Estado español decimonónico actuará con dura represión contra el anarquismo, visto como uno de los capitales desarticuladores del orden establecido, prohibiendo en 1874 la F. R.E, no produciéndose una reorganización hasta la creación de la Federación de Trabajadores de la Región Española (F. T. R. E) en 1881, que llevará a cabo la constitución de sociedades secretas como la Mano Negra, por lo que será perseguida y extinguida en 1888. El punto más álgido del anarquismo decimonónico llegará en 1892 con la toma de Jerez por los jornaleros. Dentro del movimiento obrero español se viven las tensiones de la que es sujeto la A. I. T. entre Marx y Bakunin, pero casualmente de forma inversa, pues en 1872 un grupo de obreros serán expulsados de la F. R. E., liderados por el tipógrafo Pablo Iglesias. El núcleo de expulsados serán el germen de la Sociedad General del Arte de Imprimir, creada en 1879 y de inspiración marxista, fundando los mismos el P. S. O. E. en 1879, partidario de la intervención política. El P. S. O. E realizará una labor de extensión de sus ideas con la creación de una red de Casas del pueblo y la tirada del periodo El Socialista, además de la creación de un sindicato afín al partido-U. G. T- en 1888. Para contrarrestar el efecto del anarquismo y el socialismo la Iglesia católica, a partir de la doctrina social de la Iglesia, configurará una red de Círculos obreros donde se perseguí la cooperación entre obreros y patronos cuyo principal instigador será el jesuita Antonio Vicent.
MOVIMIENTO OBRERO: SIGLO XX
El crecimiento numérico de la clase obrera era cada vez mayor, y mejor organizado en torno a los sindicatos CNT y UGT, y a la pervivencia de una amplia masa de jornaleros sin tierra en el sur del país, en una situación social desesperada que les llevará hacia posturas políticas cada vez más radicales. El movimiento socialista, PSOE5 y UGT6, se implantó esencialmente en Asturias, País Vasco y Madrid. El PSOE, al igual que los demás partidos socialistas europeos, sufrió una crisis a raíz del triunfo de la revolución soviética de 1917, negándose la mayor parte del partido a adherirse a la internacional comunista propugnada por Lenin, por lo que un pequeño grupo se escindió y fundó en 1921 el Partido Comunista de España (PCE). El movimiento anarquista y su sindicato CNT asentaron su predominio dentro del movimiento obrero de Cataluña, Aragón, Levante y Andalucía. Los anarquistas también sufrieron una crisis, y una facción partidaria de acciones revolucionarias se escindió y creó en 1927 la Federación Anarquista Ibérica (FAI). Para contrarestar el poder de los anarquistas en Cataluña se formarán los Sindicatos Libres de Barcelona, en 1919, sufragados por los patronos. Siguiendo la doctrina católica de la encíclica papal RERUM NOVARUM de León XII, se creará desde 1917, la Confederación Nacional Católica Agraria (CNCA), buscando la cooperación entre obreros y empresarios.
7.3 GUERRA COLONIAL Y CRISIS DEL 98
1.3. La liquidación del imperio colonial a) En política exterior, los gobiernos de las Restauración aspiran a permanecer al margen de las grandes alianzas internacionales y concentrarse sólo en sus asuntos internos, manteniendo la soberanía española sobre los territorios de ultramar, e intervenir, solo si es necesario, en el Norte de África. b) Las revueltas independentistas de Cuba y Filipinas: Cuba es la colonia más prospera. Tras la primera guerra de independencia y la paz de Zanjón (1868-1878) no se cumplen las promesas autonomistas y de amnistía. Se retrasa la abolición de la esclavitud (no se decreta hasta 1886). El monopolio comercial de España en Cuba era muy productivo para la industria catalana y vasca, los harineros castellanos, los azucareros y comerciantes españoles residentes en Cuba. Ninguno quería saber nada de autonomía. El independentismo cubano vuelve a resurgir. En 1895 cuenta con el apoyo de los criollos, de la población campesina negra y mulata. Su mayor fuerza está en la zona oriental de la isla. Recibe apoyos económicos de EEUU. La segunda guerra de independencia cubana (1895- 1898) se inicia con un levantamiento en la zona oriental de la isla, el “grito de Baire”. Los líderes independentistas son José Martí, Máximo Gómez, Antonio Maceo.
1.3. La liquidación del imperio colonial
c) Las fuerzas militares de ambos bandos: Los efectivos militares españoles. Importantes contingentes militares se envían a la isla, dirigidos por Weyler y Martínez Campos. Las levas de soldados para Cuba afectan a las clases más humildes que no pueden pagar para evitar el reclutamiento.Los independentistas cuentan con un fuerte apoyo popular. Utilizan tácticas guerrilleras: Ambos bandos estaban igualados hasta la intervención de los EEUU. Filipinas: Surge un movimiento independentista dirigido por Emilio Aguinaldo (1896). La situación está controlada hasta el momento que EEU interviene. c) La intervención de los EEUU en el conflicto: EEUU ambiciona Cuba y Puerto Rico. Un extraño incidente, la voladura del acorazado americano Maine (1898), fondeado en el puerto de la Habana le da el motivo, al culpar a España del incidente. La campaña de prensa americana a favor de la guerra da paso a la declaración de guerra (25-04-1898). El gobierno Sagasta acepta el enfrentamiento. A pesar del convencimiento del desastre al que se enfrentaban, lo ve como un mal menor para salvar el sistema político de la restauración. La prensa juega también aquí una campaña a favor de la guerra, hay una creencia desmedida en la superioridad española. Solo los socialistas y algunos republicanos están en contra de la guerra con EEUU. El desarrollo de la guerra es muy rápido. La flota americana destruye a la flota española del Pacífico en Cavite (Filipinas el 1 de mayo), y la escuadra española del Atlántico en Santiago de Cuba (Cuba) el 3 de julio. d) Tratado de París (10-12-1898): España pierde sus últimas colonias. Reconoce la independencia de Cuba. Cede a EEUU las Filipinas, Isla de Guam y Puerto Rico. Vende a Alemania islas en el Pacífico: Carolinas, Marianas y Palaos.
1.4. La crisis del 98 a) El desastre militar y diplomático de 1898 frente a EEUU no provoca ningún cambio político: El sistema político de la Restauración queda desprestigiado ante la opinión pública pero se mantiene gracias a la firme alianza entre conservadores y liberales, dispuestos a mantener la alternancia política y garantizar la supervivencia del régimen. Se sustituirán las colonias perdidas por una mayor presencia colonial en África. Quedara un fuerte resentimiento entre los militares contra los políticos por haberlos utilizado a sabiendas de que era una guerra perdida de antemano. b) Crece un fuerte antimilitarismo entre las clases populares, ya que a la guerra sólo han ido los que no tenían recursos para pagar por no acudir a filas. El movimiento obrero hace campaña contra este reclutamiento injusto, provocando un sentimiento de rechazo de los militares hacia la clase obrera. c) Una profunda crisis moral e ideológica: La sociedad española siente abatimiento y frustración tras el desastre. Para los intelectuales españoles de la “Generación del 98” la derrota ha puesto de manifiesto el atraso de España. Se abre un profundo debate sobre los defectos que padecía la nación española y sus posibles soluciones.
1.4. La crisis del 98. Aparece así un importante movimiento intelectual y crítico, el regeneracionismo, que aspira a moralizar la gestión pública y reformar el Estado, fomentar la riqueza y el desarrollo económico, impulsar la enseñanza, mirar hacia el futuro y cerrar las glorias del pasado. Regeneracionistas destacados fueron Joaquín Costa, Macías Picavea. Los resultados prácticos de este movimiento regenerador son escasos. Creación en 1901 del Ministerio de Instrucción Pública. e) Los efectos económicos del 98 se dejan sentir en la perdida de unos mercados seguros para la industria y la producción agrícola; el fuerte déficit económico de la hacienda pública; el aumento de impuestos y descontento general ante las medida y el regreso al proteccionismo económico.
El regeneracionismo Las clases medias y los intelectuales descontentos con el régimen de la Restauración, protagonizan un movimiento intelectual y social, crítico contra el sistema y sus prácticas políticas, que se conoce como regeneracionismo. Regeneracionistas destacados son Joaquín Costa y Macía Picavea. a) El regeneracionismo social y económico reúne el malestar de las clases “productoras”, pequeños y medianos empresarios de todos los sectores económicos, obligados a pagar más impuestos tras el desastre del 98, que no se sentían representados dentro del régimen de la Restauración. Su ideólogo, Joaquín Costa, propone reformas económicas y educativas que se resumen en el lema “despensa y escuela”. En 1899 organiza la “Liga Nacional de Productores” que aglutina a agricultores castellanos y cámaras de comercio, descontentos con la política económica del gobierno. b) En el aspecto político el regeneracionismo aspira a sacar a España de la podredumbre y hundimiento moral causado por la “vieja política” y trasformarla en una auténtica democracia. En 1900, Joaquín Costa promueve, junto a Basilio Paraíso y Santiago Alba la “Unión Nacional”, intento de organización política de las clases productoras para conseguir llegar al poder y reorganizar la vida pública de manera eficaz. Plantean un programa regeneracionista Tiene amplio eco en la prensa, pero no logra convertirse en una tercera fuerza política frente a los dos grandes partidos dinásticos, se disuelve en 1903. Fracasado su intento de convertirse en partido político, el movimiento se centrará en el análisis intelectual del sistema de gobierno. Costa, en su informe sobre “Oligarquía y caciquismo”, critica duramente el sistema gobierno de España censura su falsedad y la necesidad de cambiarlo. c) El regeneracionismo intelectual y literario: Representado por Angel Ganivet, Unamuno, Maeztu. Expresan un profundo pesimismo existencial en sus reflexiones sobre la decadencia de España, sentimiento que se extiende a la literatura de la Generación del 98. Redescubren Castilla desde una perspectiva trágica, con dosis de conmiseración y de denuncia. Es la “Castilla en escombros” que es preciso despertar, regenerar y recuperar. Ante esta triste realidad de Castilla y España sólo caben dos respuestas: Continuar mirando las glorias del pasado, o “cerrar con 7 llaves el sepulcro del Cid” y mirar hacia el futuro regenerando el presente.
1.4. La crisis del 98
d) El republicano Ricardo Macias Picavea, catedrático del Instituto de Valladolid, es un precursor del movimiento regeneracionista como se aprecia en su obra “El problema español” (1891). Julio Senador Gómez, autor de “Castilla en escombros”, será quien prolongue la denuncia hasta fechas más tardías. Decisión, unidad y trabajo, vendrían a ser las claves para ganar este “Renacimiento”. El “Norte de Castilla” escribía en esos años “Que cada uno se regenere a sí mismo (…) y toda la nación quedará regenerada (…)Lo que importa ahora es trabajar (… que juremos salvarnos con el esfuerzo colectivo (…).